Las energías limpias han alcanzado su punto de máxima rentabilidad, mientras la industria de los combustibles fósiles está siendo golpeada por la COVID-19. La caída en los costes es una oportunidad para que los Gobiernos prioricen las renovables en sus paquetes de recuperación económica pospandemia. Esto les permitiría cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Los países inyectan grandes cantidades de dinero en sus economías para compensar el impacto de los bloqueos. «Poner estos dólares en energías renovables comprará más capacidad de generación que nunca antes», y ayudará a los estados a lograr una acción climática más fuerte.
Estas son las conclusiones del reporte de Tendencias globales en la inversión en energías renovables 2020, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Centro de Colaboración de la Escuela de Frankfurt-PNUMA y la empresa de financiación de energía, BloombergNEF. El documento analiza las inversiones de 2019 y los compromisos de energía limpia asumidos por los países y las empresas para la próxima década.
Bajos costes de las renovables
El informe muestra que la caída en los costes de instalación implica que las inversiones futuras pueden ofrecer mayores resultados de los esperados.
El coste nivelado de la electricidad continuó disminuyendo en los casos de las energías eólica y solar. Esta abaratamiento obedece principalmente a las mejoras tecnológicas, las economías de escala y la feroz competencia en las subastas.
Los costes de electricidad de las nuevas plantas solares fotovoltaicas en la segunda mitad de 2019 fueron 83% más bajos que una década antes.
“Cada vez son más las voces que piden a los gobiernos usar los planes de recuperación pospandemia para crear economías sostenibles. Esta investigación demuestra que la energía renovable es una de las inversiones más inteligentes y rentables que podemos impulsar”, dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
Los gobiernos tienen la oportunidad de aprovechar la disminución en los costes de las renovables. Si lo hacen, podrán «poner la energía limpia en el centro de la recuperación económica». De esta manera, «darán un gran paso hacia un mundo natural saludable, que es una de nuestras mejores pólizas de seguro contra las pandemias”, agregó.
Un crecimiento sostenido
En la última década, la energía renovable ha ido captando una parte dominante del mercado de generación de electricidad con combustibles fósiles. En 2019, la inversión en renovables, excluyendo las grandes centrales hidroeléctricas, fue más de tres veces mayor que en las nuevas plantas de combustibles fósiles.
Casi 78% de los GW netos de capacidad de generación agregados globalmente en 2019 provienen de las energías eólica, solar, de biomasa y desechos, geotérmica y de pequeñas hidroeléctricas.
El informe destaca que, en 2019, se marcaron muchos otros récords en materia de transición energética y avance hacia las renovables:
- Las mayores adiciones de capacidad de energía solar en un año, de 118 GW.
- La mayor inversión en energía eólica marina en un año, con 29.900 millones de dólares, lo que equivale a un aumento de 19% interanual.
- La mayor financiación en favor de un proyecto solar, con 4.300 millones de dólares para Al Maktoum IV en los Emiratos Árabes Unidos.
- El mayor volumen de acuerdos corporativos de compra de electricidad de fuentes renovables, con 19,5 GW en todo el mundo.
- La mayor capacidad otorgada en subastas de energía renovable, con 78,5 GW en todo el mundo.
- La mayor inversión en energías renovables en economías en desarrollo, exceptuando a China e India, con 59.500 millones de dólares.
- Una inversión cada vez amplia. Un récord de 21 países y territorios invirtieron más de 2.000 millones de dólares en energías renovables.
Apogeo de las renovables
El informe ilustra que, aparte de la gran generación de energía hidroeléctrica, en 2019, la energía renovable creció en un récord de 184 gigavatios (GW). Aunque este fue un salto del 12% respecto al año anterior, la inversión en dólares de 2019 fue solo 1% por ciento más alta.
Aunque esto representa un buen progreso, el informe señala que «hay espacio para hacer mucho más».
Frente a la crisis
El cambio climático y la COVID-19 son crisis de diferente naturaleza. Pero ambas requieren la atención de los responsables de las políticas y de los gerentes. En ellas se demuestra «la necesidad de aumentar la ambición climática y cambiar el suministro de energía del mundo hacia las energías renovables”, dijo Nils Stieglitz, presidente de la Escuela de Finanzas y Administración de Frankfurt..
La inversión en 2019 elevó la participación de las energías renovables en la generación global a 13,4% (excluyendo las grandes centrales hidroeléctricas), por encima del 12,4% de 2018 y el 5,9% de 2009. Esto significa que, en 2019, las plantas de energía renovable impidieron la liberación de un estimado de 2,1 gigatoneladas de dióxido de carbono, una cantidad sustancial dado que las emisiones globales del sector eléctrico fueron de aproximadamente 13,5 gigatoneladas en 2019.
“La energía limpia se encuentra en una encrucijada en 2020”, dijo Jon Moore, director ejecutivo de BloombergNEF. “En la última década se obtuvo un gran progreso, pero los objetivos oficiales para 2030 están muy por debajo de lo que se requiere para abordar el cambio climático. Cuando la crisis actual se alivie, los Gobiernos deberán fortalecer sus ambiciones, no sólo con respecto a la energía renovable, sino también respecto a la descarbonización del transporte, los edificios y la industria”, agregó.
Es hora de cambiar
La caída que el coronavirus ha creado en el sector de los combustibles fósiles, combinada con la resistencia de la energía limpia, ha dejado en claro que la energía renovable es una inversión inteligente, dice el informe.
«El coro de voces que pide a los gobiernos que usen sus paquetes de recuperación COVID -19 para crear economías sostenibles está creciendo», dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
Pidió a los gobiernos que aprovechen los costes cada vez más bajos de las energías renovables para ponerlas en el centro de la recuperación económica. Si hacen esto, en lugar de subsidiar la recuperación de las industrias de combustibles fósiles, pueden dar un gran paso hacia la energía limpia y mundo natural saludable. Esta es «la mejor póliza de seguro contra las pandemias”.
Y los hallazgos del informe destacan que la energía renovable es una de las inversiones más inteligentes y rentables.
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