Cambio16
27/03/2018
Las acciones de Facebook se desploman por investigación de la FTC
La tormenta se cierne sobre el fundador de Facebook. Zuckerberg rechaza ir al Parlamento británico para aclarar el escándalo de datos de la red social de los «me gusta». En su lugar irá un adjunto de Zuckerberg para responder las dudas e interpelaciones de los diputados. La decisión fue compartida por Rebecca Stimson, responsable de relaciones públicas de Facebook. Además, la experta envió una carta a Damian Collins, presidente del Comité Parlamentario de Asuntos Digitales, Cultura, Medios de Comunicación y Deportes.
No obstante, la respuesta del Parlamento debería preocupar al creador de Facebook. «Dada la gravedad de las acusaciones, es pertinente que el mismo Mark Zuckerberg de explicaciones. Sea en persona o por videoconferencia». La cita para que el empresario diera declaraciones era el pasado 20 de marzo. La razón es más que conocida: probar su relación con los datos filtrados de más de 50 millones de usuarios para apoyar la campaña presidencial de Trump.
Aunque Zuckerberg rechaza ir al Parlamento británico, dejará a cargo a personas de alta confianza. «Él pidió personalmente a uno de sus adjuntos que se ponga a disposición del Comité para prestar declaración», añade Stimson. En este sentido, solo hay dos posibles nombres que pueden sacar el pecho por la seguridad de la plataforma digital.
¿Quienes darán la cara por Zuckerberg?
Mike Schroepfer y Chris Cox. El primero es responsable de tecnología y el segundo es jefe de producto. «Ambos reportan directamente a Zuckerberg y figuran entre los representantes con mayor rango en la empresa. Ellos tienen experiencia en este tipo de asuntos. Están capacitados para resolver esta situación», puntualiza el informe presentado por Stimson. Pero aún así el Parlamento reclama la presencia del fundador.
El New York Times compartió una entrevista con Zuckerberg donde deja entrever los planes que tiene para sobrellevar esta crisis. «Las medidas que tomaremos involucran, en primer lugar, reducir dramáticamente la cantidad de datos a los que tienen acceso los desarrolladores. El segundo asunto es saber cuántas firmas como Cambridge Analytica hay allá afuera. Y el tercer punto es ajustar la política de aplicaciones para que no tengan acceso a datos luego de tres meses de desuso por el usuario».