Por Carmen Sigüenza | Efe
28/10/2015
Culta, autora de relatos y poemas, conferenciante, traductora, feminista y poeta. Así era Zenobia Camprubí, la esposa y guía del genial poeta y premio Nobel Juan Ramón Jiménez, a luz de la publicación del libro Diario de Juventud. escritos y Traducciones.
Un libro con 50 relatos inéditos y cerca de 30 poemas también inéditos, que ha sido editados por la Fundación José Manuel Lara con la colaboración del Centro de estudios Andaluces y de los herederos de Juan Ramón y Zenobia, encarnados en la figura de Carmen Hernández Pinzón.
Junto a la publicación de #DiariodeJuventud el #MuseodelaAutonomía de #Andalucía acoge una expo dedicada a #Zenobia pic.twitter.com/p7kYIDJob5
— C.Estudios Andaluces (@CEAndaluces) octubre 28, 2015
Artículos, relatos, trabajos de clase, reseñas, conferencias, aforismos, traducciones al inglés de los poemas de Juan Ramón o fragmentos de Platero, conforman este volumen que incluye también el listado de sus lecturas, sus preferencias y las opiniones de esta mujer avanzada, que fue pionera en reivindicar los derechos de la mujer y que abandonó su faceta creadora por cuidar la obra y la vida del poeta de Moguer.
Emilia Cortés Ibáñez, encargada de la edición de este volumen y autora de la introducción explica a Efe que Zenobia era Zenobia antes de conocer a Juan Ramón. «No varió nada después de conocerle. Era inteligente, práctica, activa, disciplinada; siempre con metas. Y así siguió después. Hay muchos estereotipo y clichés sobre la pareja que son falsos», subraya.
«A mí me gustaría que con este libro la gente se diera cuenta de la individualidad de Zenobia, antes y después de estar casada con el poeta», sostiene Cortés Ibáñez.
«Ella tuvo una gran formación literaria -recalca-. Fue una gran feminista y polifacética que estuvo muy enamorada de Juan Ramón, y que no tuvo dificultad en dejar su hacer como escritora y poeta porque se dio cuenta de que el poeta, el creador era él, y como dijo ella misma aparcó sus veleidades para dedicarse a Juan Ramón, para ayudarle».
«Le pasaba sus poemas a máquinas, le leía a autores ingleses mientras los traducía, le llevaba toda sus agenda, sus ediciones; todo en definitiva», concluye Cortés Ibáñez.
Diario de juventud. Escritos y traducciones abarca los años 1905-1911, esto es la adolescencia y primera juventud de Zenobia, su etapa de formación norteamericana.
Zenobia, nacida en Malgrat de Mar en 1887, era hija de una familia culta y rica. Su padre, ingeniero de Caminos, se había casado con Isabel Aymar, hija de un próspero comerciante norteamericano, quien, aunque nacida en Puerto Rico, fue educada en los mejores colegios de Estados Unidos, como luego le pasaría a su hija.
La esposa de Juan Ramón, tras ser educada por su madre y su abuela y por profesores particulares, y después de instalarse en Estados Unidos con la madre divorciada, realizó estudios universitarios en la Universidad de Columbia. Momento éste en el que entró en contacto con el incipiente feminismo americano.
Este libro incluye las conferencias dadas por Zenobia, entre ellas la que dio en octubre de 1936 ante el Club de Mujeres de la Facultad de la Universidad de Puerto Rico bajo el título La mujer española en la vida de su país.
Son conferencias muy interesantes y en esta en la que habla del voto de la mujer en España y de la igualdad dice cosas muy curiosas y que pueden ser tema de debate como que las mujeres en España lucharon poco por su voto y que fue más bien un regalo de los hombres», explica a Efe Carmen Hernández Pinzón, sobrina nieta del poeta y representante de los herederos de Juan Ramón.
Hernández Pinzón también quiere que se dejen ya «los clichés» sobre Juan Ramón y Zenobia. Parece que para hablar de Zenobia hay que arremeter contra Juan Ramón. Zenobia nunca fue la sombra de Juan Ramón, sino su luz, la luz que iluminó toda la existencia del poeta», concluye la sobrina nieta del autor de Diario de un poeta recién casado.
Zenobia, que hablaba inglés, francés y alemán, no se separó nunca del poeta hasta que ella murió, el 28 de octubre de 1956, tres días después de que a Juan Ramón le concedieran el premio Nobel.