Después que finalice la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, el mundo podría ser muy diferente, según el historiador y escritor Yuval Noah Harari, prestigioso analista y asesor de líderes como Bill Gates o Angela Merkel.
“Esta epidemia la vamos a superar. La economía volverá a ponerse en marcha. Sin embargo, algunas de las decisiones que los poderosos están tomando podrían acompañarnos durante años. En mi país, Israel, se ha empezado a controlar de forma constante a la población mediante los datos de geolocalización de sus móviles. Naturalmente, el fin es verificar el implemento de los confinamientos nada más. Es la misma tecnología que se emplea para combatir el terrorismo en los territorios ocupados”.
Contó que para poner en marcha la medida, Benjamin Netanyahu recurrió a un decreto de urgencia. Pasó por encima del comité que en circunstancias normales debería aprobarlas, algo así como lo que ocurre en las dictaduras.
“La epidemia es la tapadera perfecta para un golpe de Estado”.
Durante una entrevista en la revista XLSemanal indica que el coronavirus se diferencia de otras epidemias de la historia por dos razones fundamentales:
La primera es que la posición de salida es mucho mejor. Hoy en solo dos semanas se identificó el nuevo virus, se secuenció su genoma y se desarrolló un test de detección. Se tiene todo lo necesario para contener y vencer a la epidemia.
“Pero ahora viene lo malo. El mundo es mucho más frágil. Precisamente porque tenemos unos sistemas de salud tan buenos y conocimientos tan avanzados hemos creado un mundo en el que ya no hay lugar para las epidemias. Si este coronavirus hubiera aparecido en el siglo XIV casi no habría tenido consecuencias políticas ni económicas”.
Yuval Noah Harari: Hace falta una unidad global
El escritor confesó que el mayor peligro actual son las personas, no el virus. Hace falta una unidad global. Aunque los confinamientos y cuarentenas son medidas pertinentes, deberían llevarse a cabo de forma coordinada.
“Necesitamos colaboración e intercambio con otros países, pero lo que está ocurriendo en estos momentos es terrible. En lugar de una producción conjunta de test, ropa de protección y respiradores, y de un reparto coordinado entre todos los países, lo que estamos viendo es que los más ricos tratan de hacerse con todo”.
El autor de Sapiens, con el que ha vendido más de 15 millones de ejemplares, subraya que la solución no es separarse sino unirse más que nunca. Y que todo lo concerniente a salud y prevención no debe verse como “cuestiones nacionales”.
“Que los iraníes tengan una mejor atención médica también protege a los israelíes, a los americanos o a los alemanes. Si un país no es seguro, ninguno lo es”.
Es de los que cree que luego de esta pandemia es el momento de reflexionar sobre cómo hemos vivido en las últimas décadas, afectando de manera importante al medio ambiente. Para el virus no hay europeos, chinos o iraníes.
China controla a sus ciudadanos
De otro lado, el politólogo Kishore Mahbudani está convencido de que Asia dominará el siglo XXI y apuntala su afirmación en lo que China es capaz de lograr, a través del ingenio de sus habitantes. “Los chinos llevan un par de milenios reflexionando sobre la forma que debe adoptar una sociedad justa y bien organizada, el mismo tiempo que los occidentales”.
Durante otra entrevista en XLSemanal se pasea por la crisis que ha ocasionado el coronavirus que seguirá “entre nosotros un tiempo” y desarrolla la relación de China con los Estados Unidos y Europa. Afirma que no quiere que Occidente fracase, porque eso es malo para el mundo. Pero en el caso de EE UU debe dejar de lado su indolencia y acompañar a Asia (China, Singapur, Corea del Sur, Japón) en su ascenso.
Mientras los Estados Unidos destina millones de dólares en invadir a Irak, China no ha disparado una bala fuera de sus fronteras en 30 años, dice. Recuerda que desde tiempos de Sun Tzu siguen la máxima de que la mejor guerra es la que no se libra.
Sobre la preocupación que despierta entre sus vecinos, el autor de ¿Ha ganado China? Señala que el temor no es que pueda socavar sus democracias sino que se restablezca el orden que rigió a Asia durante 1000 años.
Confiesa que China usa los medios del Estado para regular a sus ciudadanos pero sus dirigentes están conscientes de que si 1.400 millones de personas se alzan, los 90 millones del Partido Comunista no podrán hacer nada.
“Por eso China no controla a su población con la fuerza bruta, sino la política económica”.
Para Mahbudani es genial que empresas chinas coticen en bolsas estadounidenses, lo que ha hecho que muchos en ese país se interesen en la prosperidad de la nación asiática.
Kishore Mahbudani: ¿Ha ganado China?
Es de los que considera que EE UU es la mejor opción para colocar un millón de dólares a muy largo plazo de forma segura, porque aunque haya altibajos su sistema político es estable, mientras nadie sabe cómo será el chino en 50 años.
Ante la gran interrogante del último de sus libros, la respuesta todavía es no, pero “¿Puede perder EE UU? Para los estadounidenses es impensable que América pueda perder”.
“Occidente debería abandonar la ilusión de que puede cambiar a China. Un ejemplo: su confianza en que la liberalización de su economía llevará a una liberalización de su sistema político. No hay que descartarlo, pero las posibilidades de liberalizar desde fuera el sistema chino son casi nulas. Todo intento de hacerlo reforzaría la legitimidad del régimen”.
En el caso de Europa, el politólogo señala que su principal amenaza no es China ni Rusia sino la demografía. Deben crear puestos de trabajo en África para evitar que los africanos se vayan a Europa. Y allí China es el socio ideal, porque invierte en ese continente más que los Estados Unidos.
“Esas inversiones son un regalo geopolítico para Europa, pero en lugar de darles las gracias, a los chinos los abofetean”.
Sostuvo que “la actitud negativa de muchos europeos hacia China tiene un fundamento emocional: ese miedo enraizado al peligro amarillo que vuelve a aflorar. Más pronto o más tarde, China tendrá la misma capacidad de entrar en las redes de comunicación que tiene ahora EE UU, con Huawei o sin Huawei. Los europeos podéis dejar fuera a Huawei, pero no servirá para dejar fuera a China”.
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