Pese a compartir un nombre y un vínculo en sus orígenes, York y Nueva York tienen más diferencias que similitudes. Les separa un vasto océano, a medio mundo de distancia entre sí. Pero en pleno siglo XXI se unen en una causa común, que va más allá de sus propios intereses y abarca el mundo entero. Se enrumban a la meta de cero emisiones de carbono para ayudar a combatir el cambio climático.
York planea construir el mayor proyecto de viviendas sin emisiones de carbono de la Gran Bretaña. La iniciativa cuenta con 600 casas, en paraísos ciclistas, sin automóviles, llenos de árboles frutales y parcelas para sembrar. Nueva York anunció un proyecto de 8,5 millones de dólares (7,2 millones de euros) que capacitará a más de 1.000 trabajadores para instalar tecnologías de construcción ecológica. En ambos casos, el objetivo es avanzar hacia una economía neutra en carbono.
Entrenamiento en energías limpias
El gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, anunció la semana pasada el programa Career Pathway Training Partnerships. Se inscribe en tecnologías de calefacción, ventilación y aire acondicionado de alta eficiencia, y bombas de calor eléctricas. Su objetivo es preparar a los neoyorquinos para la creciente cantidad de oportunidades laborales en la industria de la energía limpia.
Las asociaciones se enfocarán en capacitar a más de 1.000 trabajadores. Darán prioridad a las poblaciones más desatendidas del estado. Estarán incluidos los neoyorquinos de bajos ingresos y los que residen en comunidades de justicia ambiental. Una manera de ayudará a la recuperación económica del estado. Una muestra de que se puede proteger la economía y el medio ambiente al mismo tiempo.
El anuncio respalda la agenda del gobernador Cuomo para el progreso de Nueva York hacia una economía neutra en carbono. El objetivo se describe en la Ley de Liderazgo Climático y Protección Comunitaria.
La energía utilizada para calentar y enfriar los edificios representa alrededor del 37% del consumo energético neto. También constituye el 32% de las emisiones de gases de efecto invernadero a base de combustibles fósiles en todo el estado.
Mediante la iniciativa, la Autoridad de Investigación y Desarrollo de Energía del Estado de Nueva York (NYSERDA) otorgará premios de hasta 550.000 dólares (466.500 euros) a proveedores de capacitación seleccionados. Estos deberán entrenar a un mínimo de 50 a 60 estudiantes con al menos el 80% de los formados reclutados en un trabajo, prácticas o aprendizaje.
Energía limpia para combatir el cambio climático
El gobernador Cuomo dijo que «el crecimiento de la economía de energía limpia será un factor crítico en los esfuerzos de Nueva York para reconstruir mejor y combatir el cambio climático«.
«Estas inversiones y asociaciones nos ayudarán a aumentar la cantidad de trabajadores calificados para satisfacer las crecientes demandas del sector, al tiempo que garantizan que las comunidades desatendidas se beneficien directamente y participen en nuestros esfuerzos para hacer que los edificios sean más saludables y eficientes a través de soluciones innovadoras de energía limpia».
La iniciativa también apoya las acciones de la ciudad de Nueva York para reducir los hidrofluorocarbonos, un potente gas de efecto invernadero que se utiliza en los refrigerantes y aparatos de aire acondicionado.
Cero emisiones, el futuro de las viviendas
York acaba de presentar un proyecto para la primera etapa del que posiblemente será el programa de vivienda dirigido por el ayuntamiento más ambicioso del Reino Unido en una generación. La ciudad planea construir al menos 600 casas en 8 sitios dentro del área urbana. Cada uno diseñado para tener una cifra de emisiones netas de carbono de cero. Cada elemento del esquema, desde la puerta de entrada hasta la red de transporte, está sintonizado para abordar la emergencia climática de manera directa.
Para este proyecto, se utilizará como ejemplo un programa anterior, llevado a cabo en Goldsmith Street, en Norwich, una ciudad del condado de Norfolk. Ese desarrollo, con un esquema de 100 viviendas municipales, demostró que el estricto estándar de bajo consumo de energía no tiene por qué significar «cajas feas con ventanas diminutas».
Al igual que en Goldsmith Street, el proyecto de York aprovechará las terrazas de poca altura y un área amplia, orientadas para aprovechar al máximo la luz solar. Pero esta vez los techos también se cubrirán con paneles solares. Además, las casas se calentarán con bombas de calor de fuente de aire de bajo consumo.
La energía incorporada de los materiales de construcción (la energía consumida en su extracción, producción y transporte) también será monitoreada de cerca, no solo el consumo de energía del hogar. Los edificios tendrán entramado de madera y, aunque todavía habrá ladrillos, se complementarán con revestimiento de madera duradero.
Sumar a la comunidad
Para dar un paso más allá, el Consejo de la Ciudad de York también lanzó una iniciativa que permitirá a algunos propietarios de viviendas solicitar una subvención para ayudar a pagar las medidas de ahorro de energía para mantener las casas más cálidas y reducir las facturas de combustible.
El nuevo plan de subvenciones para viviendas ecológicas permite a los propietarios solicitar subsidios de hasta 5.000 libras (uno 5.500 euros) para realizar determinadas mejoras, incluido el aislamiento. Los jefes de familia con ingresos más bajos podrían recibir hasta 10.000 libras (11.000 euros).
Paso a paso
Las autoridades de York y las de Nueva York coindicen en señalar que este tipo de proyectos constituyen una oportunidad única. También les permite perfeccionar el diseño y los detalles de la construcción y el mantenimiento para obtener el máximo rendimiento energético.
Si el mundo quiere evitar la catástrofe climática y lograr ser neutral en carbono para 2030, cada país, cada región, cada ciudad, cada iniciativa y cada casa cuentan.
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