Por Andrés Tovar
11/02/2017
Los Grammy son uno de los premios más respetados y de más larga duración en la industria de la música (y una de sus tradiciones más profundamente cursis, también). A lo largo de casi seis décadas, ha proporcionado un puñado de momentos icónicos e incluso dramáticos, con no pocos momentos en que sus espectadores se han quedado mudos con las elecciones de la industria.
Sobre esto último, la Academia de la Grabación parece haber comenzado a despertar recientemente al hecho de que sus éxitos han hecho mucho menos para definir su reputación popular frente a sus numerosos fallos, y por primera parece estar realmente tratando de mantenerse al día con los tiempos en vez de permanecer varias épocas históricas detrás de sus gustos. Este año, por ejemplo, saltaban sus propias reglas autoimpuestas para nominar en varias categorías a un artista como Chance the Rapper’s, un rapero estadounidense que sólo ha lanzado mixtapes, a pesar del hecho de que no está amparado por un sello discográfico. Su nominación fue reconocida oficialmente después de una esfuerzo intenso de los fans en las redes sociales, quien ha configurado un movimiento decididamente anti-Grammy, similar a la forma en que funciona el mercado de la música al día de hoy.
A lo mejor sea demasiado poco por parte de la Academia y ya sea demasiado tarde para salvarla. Los Grammy se enfrenta actualmente a un par de amenazas existenciales muy reales que están afectando a la industria de la música como un todo. La primera es la gran cantidad de música que está siendo lanzada en estos días. El Hello de Adele y su disco 25, los favoritos para llevarse varios premios, entre ellos la Grabación y Álbum del Año, fue lanzada en octubre de 2015. Desde entonces Gucci Mane ha lanzado seis proyectos de larga duración, Kanye ha lanzado el mismo disco dos veces, además lanzó dos líneas de ropa y mostró algún tipo de crisis psicológica, sólo por decir algo; sin contar la gran cantidad de temas que han sido liberados por las redes.
Estos artistas están inundando un mercado que se está volviendo cada vez más fracturado todos los años. A diferencia de la industria del cine, donde los grandes estudios mantienen una cierta hegemonía -aunque también amenazada por plataformas como Netflix y conexos, sin contar con la piratería- la música es ver una explosión de talento en varios órdenes de magnitud mayor, con mayores alternativas de distribución. Mientras que las películas son cada vez menos y más grandes, la música está dirigiendo su interés lejos de grandes estrellas de gran éxito como Adele, Kanye y Beyoncé y abrazando a una multitud de pequeños actos difusión selectiva a audiencias de nicho.
La segunda es que el futuro de la música parece estar, desde hace años ya, en una ruptura de paradigmas con artistas como Chance, Lil yachty y Migos y sus incursiones de guerrilla en las franjas de Internet. Es difícil imaginar cómo el Grammy podría comenzar a seguir el ritmo de este volumen insano de música que sale sin adoptar una pauta de dos veces al año. Posiblemente, incluso mensualmente.
Y a diferencia de los anteriores favoritos de culto, los nuevos artistas hoy no ven mucho que ganar mediante fichando con una disquera. La tecnología ha hecho que una grabación sea accesible y la distribución sólo implique subir una carpeta de archivos al servidor de Spotify; y el boca en boca en las redes sociales es hoy tan eficaz como las campañas de promoción de gran presupuesto. Si usaramos una «metodología Billboard«, incluso pueden tener varios discos de platino sin depender de la ayuda de una compañía discográfica.
Tales hechos fueron capaces de convencer a los Grammys para cambiar una de sus normas más fundamentales. Lo que pasa es que la Academia de la Grabación se compone de profesionales que han pasado toda su carrera en el negocio de la música de la vieja escuela y dependen de ella para su existencia continuada. Cosas como los mixtapes, o el potencial de un músico para grabar una pista en un ordenador portátil, publique en SoundCloud, y terminan con un hit -un proceso que en la industria requiere una aceitada maquinaria- son un peligro claro y presente para la las personas que votan en los Grammys. Quizá en los años venideros sigan haciendo alguna concesión, pero queda por ver cuánto van a permitir promover a un grupo de gente que socava activamente su medio de vida.
El gramófono se enfrenta a una elección entre la relevancia y las pieles de sus miembros con derecho a voto, que parecen estarán destinados a perder, si no cambian de parecer.
Los Grammy tendrán lugar este domingo 12 de febrero. Estos son los nominados en las principales categorías:
Grabación del año
Adelle, Hello
Rihanna con Drake, Work
Beyoncé, Formation
Lukas Graham, 7 years
Twenty One Pilots, Stressed Out
Álbum del año
Adele, 25
Beyoncé, Lemonade
Drake, Views
Justin Bieber, Purpose
Sturgill Simpson, A Sailor’s Guide to Earth
Canción del año
Beyoncé, Formation
Adele, Hello
Mike Posner, I took a pill in Ibiza
Justin Bieber, Love yourself
Lukas Graham, 7 years
Mejor nuevo artista
Kelsea Ballerini
The Chainsmokers
Chance the Rapper
Karen Morris
Anderson Paak
Mejor disco de Pop
Adele, 25
Justin Bieber, Purpose
Ariana Grande, Dangerous Woman
Demi Lovato, Confident
Sia, This is acting
Mejor disco de Dance / Electrónica
Flume, Skin
Jean Michel Jarre, Electronica 1: the time machine
Tycho, Epoch
Underworld, Barbara, Barbara, we are facing a shining future
Louie Vega, Louie Vega starring…XXVIII
Mejor disco de Rock
Blink 182, California
Cage the Elephant, Tell me I’m pretty
Gojira, Magma
Panic at the Disco!, Death of a bachelor
Weezer, Weezer
Mejor disco de Música Alternativa
Bon Iver, 22, A Million
David Bowie, Blackstar
PJ Harvey, The hope six demolition project
Iggy Pop, Post pop depression
Radiohead, A moon shaped pool
Mejor disco de Pop Latino
Jesse & Joy, Un besito más
Gaby Moreno, Ilusión
Laura Pausini, Similares
Sanalejo, Seguir latiendo
Diego Torres, Buena Vida
Mejor actuación solista
Adele, Hello
Beyoncé, Hold Up
Justin Bieber, Love Yourself
Kelly Clarkson, Piece by Piece (Idol Version)
Ariana Grande, Dangerous Woman
Mejor álbum vocal pop tradicional
Andrea Bocelli, Cinema
Bob Dylan, Fallen
Angels Josh Groban, Stages Live
Willie Nelson, Summertime: Willie Nelson Sings Gershwin
Barbra Streisand, Encore: Movie Partners Sing Broadway
Mejor video musical
Beyoncé, Formation
Leon Bridges, River
Coldplay, «Up & Up»
Jamie XX, “Gosh”
OK Go, “Upside Down & Inside Out”