La peligrosa bacteria Xylella fastidiosa puede propagarse más rápido de lo que se cree y seguir causando daño a la agricultura. Miembros del Instituto de Ciencias Agrarias demostraron que la cigarrilla Neophilaenus campestri puede moverse mucho más lejos de lo que se pensaba.
La cigarrilla es uno de los tres vectores que transmite la bacteria Xylella fastidiosa, sumamente dañina para la agricultura y la flora, para la cual no hay cura.
La Xylella fastidiosa tiene un fuerte potencial patógeno que puede afectar a un amplio número de plantas, señaló la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. Tiende a dañar, sobre todo, los cultivos leñosos como viñas, olivos, cítricos, frutales de hueso, café y ornamentales.
Aunque su principal área de distribución es el continente americano, en 2013 se detectó el primer foco en Europa, específicamente en Salento. Una región de Apulia, en el sur de Italia.
Ahí afectó olivos, almendros y adelfas, por lo que se declaró una alarma sanitaria. En Taiwán, Asia, también ha causado problemas, especialmente en perales y viñas. Asimismo ha sido reportado en China e Irán.
El principal riesgo de entrada de esta bacteria en otros continentes es mediante el comercio y el transporte de material vegetal infectado. Y España no es la excepción. Los investigadores del ICA indicaron que individuos de esta especie de cigarrilla se desplazaron más de 2,4 kilómetros en 35 días desde olivares hasta pinares limítrofes. Esos vectores usan los pinos como refugio en los meses más cálidos.
Costó un millón de olivos en Italia
Cabe acotar que el ICA forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Sin embargo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación había publicado anteriormente que los insectos vectores se desplazaban a corta distancia. Los vectores suelen ser cicadélidos, cercópidos y cigarras. Se alimentan de la xilema. A su vez, ayudan a la Xylella fastidiosa a transmitirse de forma natural de unas plantas a otras.
Dicen que su capacidad de vuelo está en torno a los 100 metros, aunque se pueden desplazar a grandes distancias gracias al viento. La principal vía de propagación de la bacteria a largas distancias es el comercio de plantas contaminadas.
No obstante, en 2013, cuando por primera vez llegó a Europa, obligó a arrancar más de un millón de olivos en la región de Apulia. Desde aquel brote, ha ido extendiéndose por el litoral mediterráneo y ha alcanzado España. Aquí ha causado importantes daños en cultivos de las islas Baleares (almendros, viñas, olivos y acebuches) y Alicante (almendros).
Después del caso de Italia, la Comisión Europea ordenó que se erradicaran todas las plantas que hubiera en un rango de 100 metros alrededor de un ejemplar infectado.
Los resultados del estudio del CSIC indican que el área de acción de este insecto excede la superficie que la normativa europea establece para el arranque de plantas que se pudieran contagiar. “Los datos indican que resulta arbitrario combatir la bacteria eliminando los árboles que se encuentren a menos de 100 metros de un árbol infectado. También, que debemos centrarnos en otras medidas de control del vector de propagación. La erradicación de plantas en superficies muy extensas no es viable”, señaló Alberto Fereres, jefe del grupo de investigación.
Fereres agregó que el arranque de árboles representa una pérdida económica para el agricultor. Además de tener un fuerte impacto en el medioambiente: aumenta el riesgo de degradación y erosión de los suelos.
Un importante cambio para luchar contra la Xylella fastidiosa
Hay otro dato de importancia. La CE introducirá un notorio cambio de criterio en el protocolo de lucha contra la Xylella fastidiosa. Una modificación de la normativa recortará el área de erradicación de 100 a 50 metros en torno a un árbol infectado. También permitirá replantar especies arbóreas en zonas afectadas que lleven dos años libres del patógeno.
En Europa, las áreas que presentan un mayor riesgo potencial de expansión de la bacteria (por las condiciones climáticas) son las regiones productoras de vid y cítricos del sur. Principalmente la península ibérica, Italia y Grecia. Sin embargo, también ha estado en Portugal y Alemania.
En diciembre de 2019 un equipo internacional coordinado por investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible, del CSIC, en Córdoba, dio con otro resultado. Demostró que buena parte de las poblaciones de la Xylella fastidiosa, que han afectado cultivos y flora natural de España, Italia y Francia, proviene de Estados Unidos, específicamente de California.
Una nota de prensa del CSIC señala —con base en una declaración de Blanca Lando, investigadora del IAS y autora principal del estudio— que la Xylella fastidiosa infecta y causa una fuerte enfermedad en cultivos agrícolas de importancia económica como el olivo, la vid y el almendro. Igualmente, infecta a especies silvestres y forestales propias del bosque mediterráneo.
Para 2019 se calculaba que había afectado más de 200.000 hectáreas en Europa. En España, específicamente en las Islas Baleares, se detectaron hace tres años tres subespecies de la bacteria: fastidiosa, multiplex y pauca.
Se encuentra por toda la superficie de las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza. Ha afectado más de 21 especies vegetales. Ha estado, asimismo, en Alicante, Madrid y Andalucía.
La Xylella fastidiosa no es barata
La Xylella fastidiosa es una bacteria que cuesta caro. En California la pérdida anual de viñas y medidas para prevenirla asciende a 104 millones de dólares. Son cálculos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La CU calcula —partiendo de información de Tecnogarden— que las pérdidas económicas serían de más de 5.500 millones de euros si la bacteria se propagara por todo el continente.
En enero de 2020 la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) afirmó que la falta de presupuesto estaba haciendo que la bacteria se expandiera más rápido que las talas. Además, que pusiera en peligro el futuro del sector agrario valenciano. Aseguró que la Consellería de Agricultura carecía de fondos suficientes para eliminar los árboles que se encontraban en un perímetro de 100 metros alrededor de cada positivo.
La asociación advirtió que si la Xylella fastidiosa seguía propagándose, el problema no sería solo de los agricultores afectados. También de la agricultura valenciana, española y, a largo plazo, europea.
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