La Xunta de Galicia estima sancionar con, al menos, 950.000 euros a Endesa por contaminar el río Eume, en A Coruña. Las razones son varias, desde las ambientales hasta administrativas. El Eume abastece de agua a una comarca habitada por unos 25.000 habitantes.
El río que nace en la Sierra de Xistral, en el municipio de Abadín, circula por Galicia y desemboca en el océano Atlántico por la ría de Ares. Además, tiene un embalse, construido en la década de los cincuenta, que es explotado bajo régimen de concesión, por Endesa.
Los problemas con la empresa eléctrica comenzaron hace unos años. La Xunta la señala de omitir sus indicaciones, y cometer infracciones graves con el vaciado del embalse para producir energía.
Este proceso derivó en la contaminación del río con metales pesados acumulados en el fondo de la presa. Ante el evidente riesgo para la salud pública, debió contarse durante once días el suministro de agua potable. Esta acción, a la vez, causó daños al dominio público hidráulico por valor de 932.284 euros, indica la Xunta en un informe.
Endesa es una de las tres grandes compañías del sector eléctrico en España. Junto a Iberdrola y Naturgy dominan cerca del 90% del mercado eléctrico. Se conoció recurrirá la resolución de la Xunta una vez que la reciba formalmente.
Posibles sanciones de la Xunta de Galicia a Endesa
La Xunta de Galicia prevé dos sanciones a Endesa por unos 950.000 euros. La primera se debe «al incumplimiento” de una propuesta realizada por Aguas de Galicia, en la cual fija un nivel óptimo del caudal para evitar la turbidez de las aguas. Al parecer, la eléctrica desatendió la propuesta y “siguió con el proceso de rebajar la cota, cuando apareció la turbidez». Por tal motivo, sugiere una sanción por 600.000 euros.
La otra amonestación responde a que la empresa «modificó el régimen de explotación de la presa sin autorización administrativa. Incumpliendo sus obligaciones como titular de la presa, con graves consecuencias». Para ello se estima una sanción de 350.000.
La eléctrica defiende su gestión. Y adelanta que procedió correctamente en las operaciones del embalse y atribuye lo sucedido en el río Eume a un episodio de lluvias torrenciales. Insiste en que de acuerdo con informes periciales que avalan “su correcto proceder”, concluyendo que las causas del aumento de la turbidez fueron de carácter natural.
Sin embargo, tanto la Xunta como Aguas de Galicia reiteran los cuestionamientos que hacen a la gestión de Endesa.
Consecuencias de infringir las cotas
En el informe de la Xunta de Galicia se indica que las normas de explotación del embalse, para el segundo semestre del ejercicio hídrico, obligaban a Endesa a mantener una cota mínima de agua de 306 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Sin embargo, a partir del 27 de julio empezó a detectarse un descenso continuado debido a las aperturas sistemáticas de las compuertas ordenadas por la empresa para generar electricidad. El 8 de agosto, Aguas de Galicia requirió a la compañía que cesara en su actuación. Lejos de hacerlo, Endesa respondió por escrito 3 días después que seguiría adelante con su decisión unilateral de evacuar agua del embalse hasta llegar a los 283,2 msnm. En aquel momento, el precio de la electricidad se encontraba al alza tras 4 meses de subidas consecutivas.
Al día siguiente del escrito, el 12 de agosto del 2020, empezó a fraguarse el desastre. Se produjo un episodio de lluvias torrenciales. Las tormentas arrastraron los lodos en el embalse y con sus orillas de barro tóxico contaminaron todo su cauce. Mientras Endesa seguía abriendo las compuertas y manteniendo la cota de agua por debajo de los 300 msnm.
«Con la bajada del nivel del embalse por debajo de sus cotas mínimas se pusieron al descubierto sedimentos acumulados durante treinta años. Y que hasta ese momento tenían una movilidad muy reducida bajo el agua», afirma la Xunta. A la vez rechaza los argumentos de los peritos de Endesa de que el suceso fue casual y debido «a una dinámica natural”.
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