Una investigación conjunta entre World Wildlife Fund (WWF) y Boston Consulting Group (BCG) pondera los efectos para la vida en el planeta de una transición energética gradual y una pronta. A manera de conclusión, sugiere que la mayor rapidez de los países hacia fuentes de energía renovable, evitará el peor escenario de calentamiento global.
Los hallazgos proporcionan una ilustración clara y tangible de las marcadas diferencias entre una rápida transformación hacia un futuro renovable y uno reacio a dejar atrás los combustibles fósiles.
El informe Construyendo una transformación energética positiva para la naturaleza estima el impacto general de una transición energética a través de 30 métricas clave en 8 áreas de impacto. El análisis incluye la calidad del aire, calidad del agua, ecosistemas y biodiversidad. Así como huella del área, uso del agua, ríos que fluyen libremente, sociedad, bienestar humano y minería. Los resultados demuestran que, según esas métricas, una transición a las energías renovables es mejor.
“Los resultados nos ayudan a centrarnos en el panorama general y dejar claro que las energías renovables son significativamente mejores para la naturaleza y las personas. Ahora y en el largo plazo”, dijo Marcene Mitchell. “Este informe sirve como contexto importante para explicar por qué una transición rápida a las energías renovables es la respuesta correcta”, agregó la vicepresidenta senior de cambio climático de WWF.
Afirma el informe que un sistema energético impulsado por energías renovables será mucho mejor en una variedad de métricas (entre 2 y 16 veces mejor) para la naturaleza y las personas. La rápida transformación de nuestro sistema energético tendrá un impacto positivo en una variedad de recursos clave. Incluida la calidad del aire y el agua, la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas.
Beneficios de apurar la transición energética
Una transición energética rápida a renovables es esencial para mitigar el cambio climático y garantizar un futuro habitable para nuestro planeta, insisten WWF y BCG. “No se puede exagerar su urgencia”, afirman.
No obstante, esta transición impondrá demandas a las comunidades locales y a los ecosistemas naturales a través de factores tales como un mayor uso de la tierra, una mayor extracción de metales críticos y una posible pérdida de empleos tradicionales relacionados con la energía.
Para comprender mejor la validez de estas preocupaciones, estas entidades realizaron una investigación utilizando datos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Examinaron dos escenarios energéticos en extremos opuestos del espectro de transformación: un escenario BAU que continúa con las políticas actuales y un escenario RT que limita el calentamiento global a 1,5 °C con un exceso limitado.
Y descubrieron que un sistema energético impulsado por energías renovables funcionaría entre 2 y 16 veces mejor para la naturaleza y las personas. En una variedad de métricas que un sistema energético convencional BAU. Aunque la transformación ciertamente impondría demandas sobre ciertos recursos naturales y comunidades locales.
También encontraron que una transformación bien planificada y ejecutada puede abordar los riesgos climáticos y naturales. Produciendo resultados positivos para la naturaleza que superan con creces los que se obtendrían si se mantuviera el sistema energético convencional actual.
Por supuesto, el éxito de cualquier escenario de transformación energética dependerá de qué tan bien se implemente. Los formuladores de políticas, tomadores de decisiones y otras partes interesadas deberán aplicar leyes, incentivos y herramientas de planificación ambiental. Y comprometerse significativamente con las comunidades afectadas para minimizar o evitar impactos no deseados en la naturaleza y las personas.
Mejoras en el agua, el aire, la tierra y los ecosistemas
El estudio que pulsa los resultados de una transición energética rápida y otra lenta, precisa de dos escenarios. El RT se basa en un rápido crecimiento de la energía renovable, la electrificación (incluidos los vehículos eléctricos) y mejoras en la eficiencia energética junto con un desarrollo sostenible optimizado. El escenario alternativo BAU continuaría las políticas actuales de un sistema energético convencional.
Consideran las organizaciones que el escenario RT no sólo sería mucho mejor para la naturaleza y la sociedad que el escenario BAU, sino que se producirían mejores resultados en 27 de las 30 métricas de impacto que evaluaron. “Los resultados mejorados se encuentran en las tierras minadas activamente, la calidad del aire y del agua, la pérdida de biodiversidad. También en las tierras perdidas y degradadas por el cambio climático, el riesgo de pobreza, la exposición a la escasez crónica de agua, los cambios de bioma, el estrés por calor y el riesgo de inundaciones”.
Estos mejores resultados son posibles en gran medida gracias al desmantelamiento de las minas de carbón, la reducción de los procesos de combustión y el menor impacto del cambio climático en el escenario RT, reveló el documento.
Inicialmente, tres métricas de impacto mostraron peores resultados en el escenario RT: uso del agua, ríos de flujo libre y uso de la tierra. Sin embargo, en los tres casos existen mecanismos que pueden reducir drásticamente el impacto. Además, la tierra perdida debido al cambio climático en el escenario BAU es mucho mayor que la tierra utilizada bajo RT.