La WWF y ANSE demandan al MAPA y al MITECO la reconversión profunda de la agricultura y la ganadería industriales, así como disponer de sistemas obligatorios de asesoramiento agrario para el uso adecuado de fertilizantes sin perjudicar los acuíferos y los hábitats silvestres. Insisten en el que aplique la máxima «quien contamina paga».
La Comisión Europea llevará a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por no haber adoptado medidas que mejoren la calidad de sus aguas e incumplir la directiva sobre nitratos. WWF, ANSE y la comunidad científica habían avisado de la insuficiencia de las medidas adoptadas para cumplir el dictamen de la CE de 2020. Ahora insisten en medidas urgentes que eviten la contaminación por nitratos.
La Comisión Europea considera insuficientes los esfuerzos de las autoridades españolas. Por tanto, reclama mayor contundencia en contra del vertido de nitratos en las actividades agropecuarias. Un gran problema generalizado en España, el vertido de nitratos se origina en prácticas incorrectas de abonado agrario. Una mala praxis que se agrava porque la ganadería industrial elimina sus estiércoles y purines a través del vertido directo sobre los campos de labor. Ninguna administración ha intentado la verdadera solución: establecer un plan de desmantelamiento de macrogranjas. Han preferido las inútiles propuestas enfocadas a la depuración del agua contaminada.
Los nitratos afectan la salud humana
La contaminación por nitratos afecta directamente la salud humana. Se acumulan en los acuíferos, que son la fuente principal de suministro de pueblos y ciudades. El obvio escaso alcance de las medidas propuestas por el Gobierno. Aunque planteaba medidas ampliar las zonas sensibles y el cumplimiento de niveles de nitratos más rigurosos, los resultados están a la vista. No hay efectos significativos.
WWF insiste en la urgencia de una mayor eficacia en la mejora de las masas de agua. Propone un régimen sancionador y una política de tasas o gravámenes que desincentive el uso excesivo de los fertilizantes. “Debe cumplirse el principio de quien contamina, paga”, subraya.
La Comisión Europea señala que el Estado debe imponer en las comunidades autónomas de Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Murcia medidas adicionales para mejorar el estado de las masas de agua afectadas por los vertidos agrarios y ganaderos.
La contaminación por nitratos de las aguas subterráneas degrada los humedales mediante un proceso de eutrofización que consume el oxígeno y puede llegar a provocar la muerte masiva de peces, como ha sucedido en la laguna del Mar Menor. Los nitratos están afectando humedales protegidos de alto valor ambiental, como Las Tablas de Daimiel y los ríos que se alimentan del acuífero de los Arenales en la cuenca media del Duero.
Todos estos sistemas se nutren de acuíferos sobreexplotados y contaminados, y cada día aumenta la presión por parte de la expansión de la agricultura intensiva.