El cultivo de regadío es el gran consumidor de agua de España y su superficie no ha dejado de crecer en las últimas décadas. En las zonas donde no existe agua disponible en ríos y embalses, recurre al agua subterránea y pone en peligro la seguridad hídrica de la nación al sobreexplotar los acuíferos. Alerta, España es el país de Europa, con la mayor sobreexplotación de agua, sin contar la que se consume ilegalmente.
La radiografía de WWF cuantifica la superficie que se riega con agua extraída ilegalmente de Las Tablas de Daimiel (Castilla La Mancha), Donaña (Andalucía), Mar Menor (Murcia) y Arenales (Castilla y León), los cuatro puntos negros del saqueo del agua en España. Cuatro lugares de gran valor ambiental.
Acuíferos analizados
Daimiel, el epicentro del robo del agua
Las Tablas de Daimiel es un caso dramático: 51.465 hectáreas de cultivo se riegan con agua extraída ilegalmente, el equivalente a 62.300 campos de fútbol.
La imagen cada vez más frecuente y desoladora es que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel está seco y se mantiene mantenido en la UVI con aguas bombeadas desde el acuífero para aparentar una artificiosa normalidad. El nivel del agua subterránea se sitúa casi por debajo de los 20 metros de profundidad. Las medidas que se han tomado para revertir la situación y reducir la demanda de agua del regadío han resultado un auténtico fiasco. No hay dudas, es urgente reducir la demanda de agua en el regadío manchego para recuperar las Tablas de Daimiel.
El acuífero de los Arenales, saqueo de agua en plena meseta
En 2019 se regaron con agua de extraída ilegalmente 23.975 hectáreas. Una cantidad que equivale a más de 29.000 campos de fútbol.
En estos años hubo una transformación total en la zona. Se pasó del cultivo de cereales y viñedos de secano al predominio de cultivos de patatas, maíz, hortícolas o remolacha, entre otros, que son altamente demandantes en agua.
En los últimos 15 años, el descenso del acuífero de los Arenales ha sido preocupante. La masa de agua subterránea de Tierra del Vino se sitúa por debajo de los 25 metros. El descenso supone un grave problema de contaminación y una amenaza para la salud. La alta concentración de nitratos y arsénico hace que el agua no sea apta para el consumo.
La zona de ríos de Los Arenales está siguiendo el camino de Las Tablas de Daimiel, hoy sobreexplotado. Está seco y depende de ‘transfusiones’ de agua de emergencia.
SE SECA DOÑANA, EL HUMEDAL MÁS GRANDE DE EUROPA, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
La superficie regada con agua extraída ilegalmente, en el corazón de este espacio clave para la biodiversidad y alrededores (Aljarafe), supera las 4.700 hectáreas. Como consecuencia de esta sobreexplotación para atender el cultivo intensivo de fresas y otros frutos rojos, el Tribunal de Justicia Europea sentenció en junio de 2021 a España por el mal estado en el que se encuentra el Espacio Natural.
No solo está asediado desde el oeste por la agricultura intensiva bajo plástico, con miles de hectáreas de fresas y frutos rojos que han secado los acuíferos que aporta a la marisma, sino que ahora Doñana se enfrenta la amenaza de cultivos de tomates, frutales, leñosos o algodón que se expanden sin control desde el norte y se “apropien” del agua del río Guadiamar, que es extraída ante de que llegue al Parque Nacional.
El Mar Menor, un desastre a la vista de todos
La mayor laguna salada de Europa vive momentos críticos. Otro episodio eutrofización la ha vuelto a convertir en una ‘sopa verde’ putrefacta. El colapso ecológico se debe a las toneladas de nitratos y fosfatos que entran en la laguna procedentes de la agricultura intensiva. La actividad ha crecido de manera incontrolable. Existen casi 8.500 hectáreas de cultivo de regadío ilegal en el Campo de Cartagena.
La impunidad del robo del agua
En España para extraer agua subterránea es necesario pedir una concesión administrativa que da derecho a extraer un volumen de agua para un determinado fin. Pero lo que sucede en estos cuatro acuíferos es que, sistemáticamente y con total impunidad se riegan parcelas sin contar con autorización para extraer agua
La Administración no sabe cuánta agua se extrae de los pozos por encima de lo autorizado. No tiene capacidad para medir todas las extracciones, ni suficientes medios humanos para controlar estos recursos subterráneos.
La administración agraria, por su parte, no ha exigido a los agricultores solicitantes presentar en sus trámites y autorizaciones, el derecho de uso de agua concedido. Además, la propia Administración alimenta la sobreexplotación al conceder derechos de uso de agua por encima de lo establecido en el plan hidrológico de cada cuenca.
La extracción ilegal del agua plantea, además, una grave situación de competencia desleal frente a los agricultores que cuentan con todos los permisos y están comprometidos con la gestión sostenible de este recurso.
Como evitar de «robo del agua»
WWF solicita a las autoridades una acción contundente para mejorar el control de las aguas subterráneas: cerrar todas las extracciones ilegales de los acuíferos y sancionar a los que se saltan la ley y perpetran un grave delito contra la naturaleza y contra la seguridad hídrica de la sociedad.
Al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico le demandan cuatro acciones urgentes para combatir el robo del agua subterránea:
- Introducir cambios en la normativa de la Ley de Aguas y el Reglamento del Dominio Público Hidráulico para limitar claramente los procesos de legalización por la vía judicial y evitar largos procesos que bloqueen la acción de las autoridades; o evitar las vías judiciales para la resolución de peticiones de concesión de uso privativo de aguas subterráneas.
- Mejorar y dotar de medios a las autoridades del agua para la explotación de las redes de seguimiento de los piezómetros, la implantación de contadores de lectura remota y a tiempo real, y el seguimiento del uso del agua mediante teledetección, para controlar todas las extracciones y evitar la concesión de derechos de uso de agua privativos por encima de los recursos disponibles.
- Actualizar de manera automática y coordinada los datos del catastro, el registro de la propiedad y el registro de aguas en una infraestructura de datos espaciales accesible públicamente.
- Coordinar e integrar de manera coherente el cumplimiento de los objetivos de la Directiva Marco del Agua y la Directiva de Hábitat en el diseño de políticas agrarias (PEPAC, Plan estatal de regadío, etc.) a nivel de la administración general del estado y de las comunidades autónomas.
Al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a las consejerías de Agricultura le piden:
- Elaborar un nuevo plan estatal de regadíos que incorpore las actuaciones estatales y autonómicas y se someta a evaluación ambiental estratégica. Colaborar con la administración competente en el control y penalización del uso ilegal del agua en agricultura, entre otras a través de la mejora en la aplicación y el seguimiento de la condicionalidad de las ayudas PAC, como señala el Tribunal de Cuentas Europeo.
- Mejorar los protocolos públicos de calidad, como las normas de producción integrada o los pliegos de calidad de las denominaciones de origen, mediante la inclusión del uso legal del agua y del suelo como requisito obligatorio.
- Crear un observatorio estatal del regadío que asegure la gobernanza y participación de la sociedad civil y proporcione información adecuada sobre evolución del regadío, consumo de agua, resultado de inversiones en modernización, etc.
- Garantizar su coordinación con la administración de minas (nacional y autonómica) en los procesos de autorización de permisos de investigación de acuíferos mediante sondeos, de forma que se conozca la intervención en el territorio y se activen los protocolos de seguimiento ante el alumbramiento de aguas subterráneas.
- Garantizar su coordinación con la administración de Industria sobre la gestión de contadores y la introducción de los mecanismos de lectura remota y de inviolabilidad de las mediciones.
- Realizar campañas junto con los sectores agrarios para combatir el uso ilegal de los recursos hídricos y favorecer las prácticas sostenibles.