Por Ores Lario
1/12/2015
Hoy martes, 1 de diciembre, Woody Allen cumple 80 años. Detrás de sus sempiternas gafas de pasta y su pinta de despistado, se esconde uno de los directores más respetados y prolíficos de los últimos tiempos. Es un actor, escritor y director con casi 50 películas a sus espaldas. En su trayectoria como realizador ha ganado cuatro premios Oscar, nueve Bafta y dos Globos de Oro.
Desde muy joven se dedica a vender chistes a cómicos profesionales y escribió sketchs para clubes nocturnos y programas de televisión. A esa época se remonta su afición a la música, sobre todo al jazz y pronto se deja seducir por el clarinete, instrumento que sigue tocando.
«Persona de hábitos ordenados y rutinas certeras, a Woody Allen le gusta levantarse a las 6.30 de la mañana todos los días. Lleva a sus hijos al colegio, camina un rato (poco) en la cinta de correr y después se sienta a escribir con su Olympia SM-3, la compró cuando tenía 16 años y continúa en uso. En realidad, su postura preferida para escribir no es sentado, sino tumbado en la cama con dosel de su habitación, a menos que se trate de una colaboración con toro guionista: en ese caso se traslada al salón», así comienza Tom Shone, autor del libro Woody Allen, una retrospectiva publicado por Blume con motivo del 80 cumpleaños del cineasta y en el que se repasa toda su carrera.
En 1969, rodó su primera película Toma el dinero y corre, estructurada como una sucesión de gags. Aunque la productora Palomar Pictures no quedó muy contenta con el resultado final, la película fue todo un éxito de público. Dos años después se embarcó en su segundo largometraje, Bananas (1971).
En 1977, tras grabar El dormilón (1973) o La última noche de Boris Grushenko (1975), Allen realiza la película con la cual obtendría tres premios Oscar: Annie Hall. El filme está considerado por muchos como una de las mejores comedias de la historia del cine. A partir de ese momento, el neoyorquino alcanza el éxito como director y guionista, y también como actor, gracias a largometrajes ambientados en su ciudad natal. «No sólo estoy totalmente enamorado de Manhattan desde que tengo uso de razón. Me gustaban todas y cada una de las películas que estaban ambientadas en Nueva York, todas las que empezaban por encima del skyline de la ciudad», ha dicho el cineasta. Como una declaración de amor a la Gran Manzana rodó Manhattan, una de las cintas más destacadas de su carrera. Es una historia de enredo y crónica sentimental de dos parejas, grabada en blanco y negro, que refleja el ambiente intelectual neoyorquino. Está protagonizada por Allen, Diane Keaton, Michael Murphy y Mariel Hemingway. Manhattan logró el favor de la crítica y obtuvo dos nominaciones al Oscar, mejor guion y mejor actriz secundaria (Mariel Hemingway).
El personaje que interpreta Woody Allen es un hombre judío, neurótico, obsesionado por el psicoanálisis y el sexo y sus películas abordan sus obsesiones. Así se refleja en La rosa púrpura de El Cairo (1985) o Hannah y sus hermanas (1986), las dos últimas protagonizadas por Mia Farrow.
En la década de los 90, sus trabajos adquieren un tono más trascendental. Delitos y faltas (1990), Misterioso asesinato en Manhattan (1993), Balas sobre Broadway (1994) y Desmontando a Harry (1998) figuran entre los títulos de estos años. Los más recientes títulos de su filmografía son La maldición del escorpión de jade (2001), Hollywood ending (2002), Anything else (2003), Melinda y Melinda (2004), Match Point (2005), Scoop (2006) y El sueño de Cassandra (2007) o Midnight in Paris (2011), ganadora de un Oscar al mejor guion original.
En 2002 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y desde entonces tiene una estatua en su honor en el centro de Oviedo. En 2007 fue investido doctor honoris causa por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
«En la vida de todo el mundo hay momentos en los que, de repente, te das cuenta de que puede ocurrir algo trascendental si tomas una decisión», afirmó el cineasta en Cannes acerca de su película número 45, Irrational man (2015) todavía en cartelera. Hace unos meses anunció que dirigiría una serie de televisión y para 2016 esperamos el estreno de su próxima película, hoy en fase de postproducción y todavía sin título. Ya lo dijo Dostoyievski: ‘La belleza salvará el mundo’. Woody Allen nos ayuda a encontrarla con su lección de cine.