A principios de la pandemia, sociedades y economías se detuvieron. El tráfico aéreo y el turismo, a la fecha, siguen cargando con las difíciles secuelas de la paralización. Sin embargo, el uso de vuelos privados en Europa durante 2020 se mantuvo constante a pesar de la crisis sanitaria y por tanto, sus altas emisiones de CO2. Estos vuelos, según Transport & Environment (T&E), son más contaminantes que los comerciales.
Los aviones privados, por término medio, son 10 veces más intensivos en carbono que las aeronaves de pasajeros, y 50 veces más contaminantes que los trenes. T&E analiza en un informe el impacto climático de la aviación privada en Europa, un sector invisibilizado pero con una importante huella ambiental.
El estudio advierte que solo el 1% de los habitantes del globo causa el 50% de las emisiones de la aviación mundial. Además revela que las emisiones de CO2 de un vuelo privado de cuatro horas equivalen al total de emisiones de una persona durante un año.
Precisa que las emisiones de CO2 de los aviones privados de la UE se han disparado en los últimos años, al aumentar 31% entre 2005 y 2019. Más rápido que las emisiones de la aviación comercial.
En agosto de 2020, mientras la mayoría de los europeos seguían en tierra y los vuelos comerciales registraban una caída del 60% interanual, el tráfico de aviones privados se mantuvo constante. Incluso, había vuelto a los niveles anteriores a la pandemia. Un operador informó de un aumento del 11,3% en las ventas de estos vuelos solo en julio de 2020, recoge el texto.
Incidencia de los vuelos privados en las emisiones de CO2
Al quemar combustible, los vuelos en general producen gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2). Estos contribuyen al calentamiento global cuando son liberados hacia la atmósfera.
En 2019 la aviación fue la causante de la emisión de más de 915 millones de toneladas de dióxido de carbono, representando el 2% del total de emisiones globales, indicó la Organización de Aviación Civil Internacional.
En el caso de los aviones privados, su cola de emisiones de CO2 sigue siendo larga. Siete de las diez rutas más contaminantes que utilizan estos aviones dentro de Europa se encuentran en el eje Reino Unido-Francia-Suiza-Italia.
Los vuelos particulares procedentes del Reino Unido y Francia son la mayor fuente de contaminación, ya que en conjunto representan más de un tercio (36%) de las emisiones de los vuelos privados en Europa.
España representa el quinto país de la región en emisiones generadas por los vuelos privados que salen de su territorio, con un 9,2% del total. Asimismo, uno de cada diez vuelos que salen de Francia se realiza en aviones privados, la mitad de los cuales recorren menos de 500 kilómetros.
Andrew Murphy, Director de Aviación en T&E, señala que “volar en un avión privado es probablemente de las peores cosas que se pueden hacer por el medio ambiente. Los supercontaminadores más ricos siguen volando como si la crisis climática no existiera. La única ventaja que esto ofrece es que el mercado de los aviones privados reúne las condiciones idóneas para contribuir a que la aviación viva su ‘momento Tesla’. Y que los aviones de hidrógeno y eléctricos pasen a ser una realidad”.
Aplicar impuestos al uso de combustibles fósiles
Ecologistas en Acción, que participó en la elaboración del informe, indicó que los datos recabados subrayan la necesidad de “restringir al máximo” este tipo de tráfico aéreo.
“Los jets privados representan la forma de movilidad más dañina para el planeta. Resulta inadmisible que unos pocos individuos, solo por su altísimo nivel adquisitivo, tengan la posibilidad de generar una huella de carbono tan disparatada. Y causar tan graves perjuicios al conjunto del planeta”, subrayó Pablo Muñoz Nieto, responsable de la campaña de aviación de esa organización.
“Debemos avanzar de manera decidida hacia la regulación de esta movilidad con vistas a su desaparición en un futuro próximo”, añadió. Tras insistir en los altos niveles de emisiones de estos vuelos privados.
A pesar de su desproporcionado impacto sobre el clima, los aviones privados no están sujetos a impuestos en la mayoría de los países comunitarios debido a las exenciones del sistema de precios del carbono de la UE. Y a que el queroseno sigue sin estar gravado.
Entre las medidas propuestas por la Comisión Europea en el marco de su paquete ‘Fit for 55’, figura la creación de un gravamen sobre el queroseno para los vuelos entre países de la UE
T&E estima que un impuesto sobre el combustible para aviones, podría recaudar 325 millones de euros. Si se aplicara a todos los vuelos que salen de la UE y el Reino Unido. El informe sugiere que los ingresos recaudados de este modo podrían utilizarse para acelerar la descarbonización de ese sector.
Prohibir vuelos privados en 2030
En un contexto en el que la aviación comercial empieza a ser regulada para limitar su impacto medioambiental, el informe de T&E plantea algunas recomendaciones. Con el objeto de avanzar en la descarbonización del sector y mitigar el desproporcionado impacto climático que conlleva el uso de aviones privados.
Sugiere prohibir en 2030 cualquier vuelo privado que utilice combustibles fósiles. Permitiéndose únicamente el uso de aviones propulsados con hidrógeno verde y electricidad para jets particulares de menos de 1.000 kilómetros dentro de Europa
Entretanto, imponer una combinación de precio efectivo del carbono, impuestos sobre el combustible y tasas de vuelo a los aviones privados que utilizan combustibles fósiles. E igualmente prohibir aquellos vuelos para los que existan alternativas que no incrementen la duración del viaje en más de dos horas y media.