A Volodymyr Zelensky el destino le tiene definido un papel en la historia. De joven, apasionado del teatro, el baile, la comedia, el cine y la televisión, a liderar a Ucrania. Un país que decidió masiva y democráticamente independizarse de la URSS en 1991. Pero con la amenaza gravitante de ser asaltado y retenido por la saña imperialista de Rusia. Como en efecto ocurrió el 24 de febrero, cuando la apetencia incontrolada de Vladimir Putin ordenó la invasión. Desde entonces la imagen de Zelensky ha recorrido el globo. Menudo, con traje de campaña, arengando a los países a unir fuerzas. En tribunas, en diversos parlamentos, visitando heridos y ciudades devastadas. Su voz tiene eco y se resiste a rendirse.
Ucrania ha soportado en más de cincuenta días los implacables ataques del ejército ruso. Incluso, con armamentos prohibidos por las convenciones internacionales. Miles de muertes a población civil, bombardeos a hospitales, a una estación de tren, a instalaciones de plantas nucleares. Mariupol y Bucha, las ciudades más sitiadas, reportan centeneras de cadáveres en sus calles y en fosas comunes. Muchos con disparos y maniatados. Más de 4,8 millones de refugiados. Destrucción, desolación. Y signos de carestía de agua, alimentos y electricidad. Y eso no es todo.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que ha comenzado una nueva fase de los combates en Ucrania. Y que será “un momento muy importante de toda esta operación especial en el este de Ucrania. Tiene como objetivo, liberar por completo las repúblicas de Donetsk y Luhansk”, afirmó en una entrevista exclusiva a India Today.
Zelensky se mantiene en Kiev, tomándole el pulso a una guerra injusta y despiadada y, dirigiendo las estrategias de contraataque. Aseguró que “el optimismo que muchos estadounidenses y europeos, e incluso algunos ucranianos, expresan actualmente es injustificado”.
Volodymyr Zelensky: una pequeña oportunidad
Rodeado de calles bloqueadas y vacías está el recinto oficial donde opera Zelensky. De noche permanece a oscuras y custodiado. Su despacho, ausente de lujos y adornos, está al final de un laberinto de pasillos tapizados de sacos de arena. Poco iluminada y con banderas ucranianas.
“Si los rusos no son expulsados de las provincias orientales de Ucrania”, dijo a The Atlantic, “pueden regresar al centro de Ucrania e incluso a Kiev. Es posible. Todavía no es el tiempo de la victoria». Ucrania puede ganar. Y por “ganar” se refiere a continuar existiendo como un estado soberano, aunque esté permanentemente asediado. Solo si sus aliados en Washington y en toda Europa actúan con presteza para armar suficientemente al país. “Tenemos una ventana de oportunidad muy pequeña”, agregó Volodymyr Zelensky moderando sus palabras.
Volodymyr Zelensky se ha crecido políticamente en esta inmensa dificultad. “Todos los países del mundo” deberían estar preparados ante la posibilidad de que Rusia use armas nucleares tácticas en su guerra contra Ucrania. “No solo yo, todo el mundo, todos los países tienen que estar preocupados porque puede no ser información real, pero puede ser verdad”, señaló a CNN en un fluido inglés.
“Las armas químicas (…) podrían hacerlo, para ellos la vida de las personas, (no significa) nada. Deberíamos pensar en no tener miedo sino estar preparados. Pero esa no es una cuestión solo para Ucrania sino para todo el mundo, creo”.
En estas cruentas semanas, las fuerzas de Ucrania resistieron los intentos del Kremlin de apoderarse de Kiev. Y obligaron a Rusia a reenfocar sus esfuerzos de guerra en las regiones del este y sur del país, donde Ucrania anticipa una escalada significativa en los días venideros.
Pero Zalensky afirmó mantener los pies sobre la tierra y estar preparados para nuevos combates.
Latente el posible uso de armas nucleares
Volodymyr Zelensky, de 44 años, es abogado y judío. Nació en Krivói Rog (ahora Ucrania), una ciudad industrial de habla rusa ubicada en el sureste de ese país, mayoritariamente cristiano ortodoxo y católico.
En la noche del 31 de diciembre de 2018, anunció su candidatura para las elecciones presidenciales de Ucrania, opacando el discurso de fin de año del presidente Petró Poroshenko. Meses después Zelenski ganó los comicios con el 73, 22 % de los votos en la segunda ronda. En 2019 asumió las riendas del país. Tres años después, el destino, la historia y el enfrentamiento de las atrocidades de la guerra lo aguardan.
Insistió en que “dada la desesperación del presidente Putin y el liderazgo ruso. Y dados los reveses que han enfrentado militarmente hasta ahora. Ninguno de nosotros puede tomar a la ligera la amenaza que representa un recurso potencial a las armas nucleares tácticas o las armas nucleares de bajo rendimiento”.
Zelensky perdió la rutina de un cargo igualmente exigente. Ahora sus días son exponencialmente agitados. Entrevistas por zoom, videollamadas, videoconferencias con líderes del mundo. Muchas exigencias y atenciones a la vez. Se queja de repetir una y otra vez los requerimientos de Ucrania para seguir en la batalla. “Cuando algunos líderes me preguntan qué armas necesito, necesito un momento para calmarme, porque ya les dije la semana anterior. Me siento como Bill Murray”.
Ya calmado, repite las urgencias. “Vengo y digo que necesito esta arma en particular. ¿Puedes dárnoslo? Incluso podemos volar nuestros propios aviones de carga y recogerlo. Podemos enviar tres aviones por día. Necesitamos vehículos blindados. Y no uno por día. Necesitamos de 200 a 300 por día. Estos no son taxis personales, nuestros soldados necesitan transporte. Los vuelos están disponibles, todo se puede organizar, podemos hacer toda la logística”.
Se reducen las posibilidades de negociación
Volodymyr Zelensky no desestima la ayuda, la valora y la agradece. Pero claro, un funcionario que está a miles de kilómetros de Ucrania, no se imagina lo que allí ocurre, por más que esté informado.
“Simplemente viven en una situación diferente. Mientras no hayan perdido a sus padres e hijos, no se sienten como nosotros”, confió el presidente ucraniano a The Atlantic. Hizo la comparación con las conversaciones que tiene con los extraordinarios defensores de Mariupol. La ciudad portuaria sitiada donde hasta ahora pueden haber muerto 21.000 civiles. “Por ejemplo, dicen: ‘Necesitamos ayuda; tenemos cuatro horas’. E incluso en Kiev no entendemos qué son cuatro horas. En Washington seguro que no pueden entender. Sin embargo, estamos agradecidos con EE UU, porque los aviones con armas siguen llegando”.
Joe Biden acaba de comprometer $ 800 millones adicionales para la defensa de Ucrania. El presidente de EE UU “es “un hombre en quien se puede confiar, no solo un político”, adicionó el jefe de gabinete de Zelensky, Andriy Yermak
Zelensky entiende que su tarea no es solo emitir solicitudes de armas y expresar urgencia, sino también superar los viejos estereotipos de Ucrania como corrupta e incompetente. Así como la propaganda rusa que niega a Ucrania el derecho a la condición de Estado. Quiere presentar una imagen de Ucrania como un estado moderno y liberal, unificado por un nacionalismo cívico, en oposición a un nacionalismo puramente étnico.
La escalada de agresión rusa y la comisión de crímenes de guerra por parte de Rusia, contra civiles, reducen la posibilidad de negociaciones, sostuvo el presidente ucraniano.
Rusia, una amenaza generación tras generación
“La destrucción de todos nuestros muchachos en Mariupol, lo que están haciendo ahora, puede poner fin a cualquier formato de negociación” asentó el líder ucraniano a medios locales. También dijo que los ucranianos y el mundo ya han visto lo que los ocupantes hicieron en Bucha y Borodianka. Pero hasta ahora nadie sabe con certeza la magnitud de los crímenes en Mariupol, ya que no hay acceso a la ciudad.
Al mismo tiempo, Volodymyr Zelensky, cree que se necesitan negociaciones para defender el estado y poner fin a la guerra. Según él, Ucrania ofreció constantemente una reunión de los líderes de los dos países durante la guerra. Pero la parte rusa insiste en organizar dicho encuentro solo cuando se alcancen acuerdos finales en todos los puntos.
“Estoy a favor de una reunión más rápida con Rusia. No creo que podamos reunirnos una vez y estar de acuerdo en todo, porque hay muchos problemas. Y no vea en algunos de ellos que tomarán nuestra versión o aceptaremos su versión”, dijo Zelenskyy. En particular, la cuestión de resolver el estatus de los territorios ocupados de Donbas y Crimea permanece abierta, ya que Ucrania y Rusia tienen diferentes interpretaciones de la soberanía de estos territorios.
“Los ataques de hoy en Lviv, en la región de Dnipropetrovsk y cualquier otro ataque ruso significan solo una cosa: nosotros, el mundo y la historia tomaremos de Rusia mucho más de lo que los misiles rusos tomarán de Ucrania”, manifestó Zelenskyy. “Cada vida perdida es un argumento para que los ucranianos y otras naciones libres perciban a Rusia exclusivamente como una amenaza generación tras generación. Y cualquier infraestructura puede ser restaurada. Y definitivamente lo haremos”.
El precio de la guerra ha sido colosal
Volodymyr Zelensky comentó que Ucrania “tiene faraones en los países vecinos”. (El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, es, en la mente de muchos ucranianos, una especie de faraón adjunto de Putin). Pero aunque los ucranianos se enfrentan a un enemigo formidable, no anhelan un éxodo. Zelensky tampoco piensa pasar 40 años vagando por el desierto. “Ya tenemos 30 años de nuestra independencia. No quisiera que lucháramos por nuestra independencia por otros 10 años”.
El presidente reitera que “el optimismo que muchos estadounidenses y europeos, e incluso algunos ucranianos, expresan actualmente es injustificado”. La guerra es dolorosa y no es motivo de satisfacción.
Trató de explicar por qué la mayoría de los ucranianos no pueden sentir, mucha satisfacción en sus victorias en el campo de batalla. Si expulsaron al poderoso ejército ruso de la parte norte del país. Si mataron, según su cuenta, a más de 19.000 soldados rusos. Si afirman haber capturado, destruido o dañado más de 600 tanques. Si dicen que han hundido el buque insignia de la flota rusa del Mar Negro. Si, cambiaron la imagen de su país y su comprensión de sí mismos. Pero el precio ha sido colosal.
Por lo pronto, los ataques siguen, el asedio y la muerte están presentes. Pero el gobierno y sus diputados se alistan para aprobar una artillería de leyes. En específico, el decreto del presidente de Ucrania sobre la prolongación de la ley marcial. Los proyectos de ley para regular el régimen legal en el territorio temporalmente ocupado. El procedimiento para ubicar las instalaciones de producción evacuadas debido a la agresión armada de los rusos. Enmiendas al Código de Procedimiento Penal de Ucrania sobre la cooperación con la Corte Penal Internacional y la investigación en curso sobre crímenes de guerra ejecutados por Rusia.
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