Volkswagen comienza a ceder en el pulso que mantiene con un numeroso grupo de clientes. La empresa automotriz alemana ha ofrecido pagar 830 millones de euros (900 millones de dólares) para cerrar el juicio que enfrenta por el denominado «dieselgate».
Volkswagen con el gesto demuestra que no las tiene todas consigo en la disputa lega. Aunque causó un golpe de efecto importante, tanto en los medios de comunicación como en los demandantes, las negociaciones no llegan a buen puerto todavía .
El juicio del «dieselgate» agrupa a más de 400.000 personas que exigen una compensación porque sus vehículos equipados con motores diésel adulterados.
Las negociaciones fracasaron
La causa está abierta desde septiembre de 2019. No obstante, las negociaciones empezaron en enero y fue el 14 de febrero cuando Volkswagen rompió el silencio y ofreció los 830 millones de euros.
La automotriz alemana mantuvo durante varios meses las reuniones con la asociación de consumidores VZBV, cuyas exigencias son consideradas muy elevadas por la empresa fabricante de automóviles.
«Las dos partes llegaron a un acuerdo para una resolución amistosa por cerca de 830 millones de euros en total», dijo un portavoz. Sin embargo, el acuerdo fracasó: las reivindicaciones de los demandantes eran exageradas debido a los honorarios de los abogados de la VZBV.
«Por la falta de buena voluntad de parte de Volkswagen para crear un sistema confiable y transparente al aplicar el acuerdo y efectuar los pagos a los clientes fracasó la negociación. Volkswagen ha intentado todo para destruir la confianza. Vamos a continuar el juicio con todas nuestras fuerzas», declaró Klaus Muller, presidente de VZBV.
Sin una solución amistosa, el juicio podría durar hasta cuatro años, finalizaría en septiembre de 2023.
El «dieselgate»
El «dieselgate» salió a la luz en 2015 cuando Volkswagen admitió haber trucado 11 millones de vehículos. Al grupo automovilístico lo acusan de perjudicar deliberadamente a sus clientes por instalar un programa informático que hace que el vehículo aparezca como menos contaminante de lo que es en realidad.
Volkswagen tuvo que afrontar juicios en los Estados Unidos y pagar 30.000 millones de euros en costes legales, multas e indemnizaciones. Ahora afronta su primer gran juicio en Alemania.
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