La Comisión Nacional de los Mercados de Competencia (CNMC), presentó el lunes un estudio sobre la polémica regulación de las viviendas de uso turístico en España. El ente critica duramente la regulación actual y pide una revisión que elimine las restricciones impuestas.
«La proliferación de normas durante los últimos años ha configurado un marco heterogéneo y altamente restrictivo con esta actividad», señala la autoridad de Competencia que la semana pasada anunció recursos para impugnar estas restricciones que entiende que se dan en las normas aprobadas en Madrid, Bilbao y Valencia.
España, segundo destino turístico mundial con más de 82 millones de turistas, no ha sido ajena al boom de las viviendas turísticas nacidas al calor de iniciativas como la de Airbnb y que han generado las quejas de los hoteleros tradicionales.
Quejas vecinales no se dejan esperar
Ante las quejas también de los vecinos, algunos políticos argumentan que la actividad ha propiciado una subida de los alquileres en las grandes ciudades y expulsado del centro a los ciudadanos con menos recursos generando episodios incluso de «turismofobia».
Diversos ayuntamientos y Comunidades Autónomas particularmente afectados han llevado a cabo agresivas y poco o nada consensuadas modificaciones legislativas que en la práctica han dificultado esta actividad en ciudades emblemáticas y muy concurridas por los turistas.
«Como todos los cambios derivados del proceso de digitalización de la economía, ha generado beneficios para los usuarios, para los ciudadanos y para la economía de las ciudades, pero también ha generado inconvenientes para los modelos de negocio preexistentes, que deben adaptarse a la nueva realidad», explicó la CNMC en su estudio.
El organismo considera que muchas de las normas autonómicas y locales «no superan el test de necesidad y proporcionalidad» y se posiciona claramente a favor de la actividad al señalar que «la expansión de las viviendas turísticas ha intensificado la competencia propiciando menores precios y mayor calidad de los alojamientos».
Según la patronal turística Exceltur, en 2017 se ofertaron casi medio millón de plazas en las viviendas turísticas españolas, superando los alojamientos regulados, dijo Reuters en un reporte.
Contra las «graves restricciones» a las viviendas de uso turístico en España
Respecto a los supuestos efectos negativos del crecimiento de la actividad Competencia considera que los relativos al ruido o los efectos sobre el medioambiente son «circunstanciales» con el conjunto de la actividad turística y han de ser regulados globalmente mientras que asegura que no hay evidencia empírica de que la actividad haya propiciado subidas de precios.
Además de revisar la regulación en base a unos principios de «regulación económica eficiente, Competencia pide eliminar las restricciones «graves».
El organismo se refiere en concreto a iniciativas de algunas grandes ciudades que van desde la prohibición de viviendas de uso turístico en España o aplicación de moratorias al establecimiento de cupos por zonas, prohibición de alquilar habitaciones, limitación en las estancias o requisitos que, en la práctica, dificultan emprender la actividad.
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