Por Cambio16
19/10/2017
Los más jóvenes ven seriamente afectada su capacidad adquisitiva por la vivienda. Sobre todo, por la falta de empleo de calidad y los bajos salarios. Y es que los inquilinos menores de 35 años destinan el 64,54% de su salario al pago del alquiler, de unos 740 euros de media. Esto sobrepasa con creces la recomendación oficial de destinar, como máximo, el 35% de los ingresos mensuales.
Sucede lo mismo respecto a la hipoteca según los datos que da el portal pisos.com. Tiene un precio medio de 535,87 euros. Y los jóvenes menores de 35 años deben invertir el 46,74% de su sueldo, casi un 3% más que en 2016. Los propietarios de Madrid, Baleares y Cataluña lo tienen todavía más difícil. Ya que el valor medio de las hipotecas en estos lugares es de 783, 705 y 646 euros, respectivamente.
“Los jóvenes siguen siendo uno de los sectores de la población más vulnerables frente al acceso a una vivienda”. Así lo señala Miguel Ángel Alemany, director general del citado portal. El directivo señala que “el empleo precario limita sus opciones en un mercado inmobiliario». Sobre todo porque «el sector está elevando sus precios de venta y de alquiler”.
Brecha de género
La brecha salarial de género se percibe también en indicadores como el de la vivienda. Las mujeres deben invertir, de media, un mayor porcentaje de su sueldo tanto en la hipoteca como en el alquiler. Esto se acentúa entre las trabajadoras menores de 35 años, que destinan el 73,29% de su salario al alquiler (frente al 57,95% que invierten los hombres) y el 53,08% a la hipoteca (frente al 41,96% que dedican los hombres).
Una opción cada vez más popular entre los jóvenes para afrontar el alquiler es compartir piso. Según el último informe de pisos compartidos, a pesar de que el precio medio de la habitación en alquiler ha subido un 6,75% respecto al año pasado, situándose en los 299,06 euros al mes, los precios se han mantenido más o menos estables con respecto a 2016, cuando experimentaron un incremento del 22,5%.