El Papa Francisco inició la primera visita papal a Irlanda en 39 años con pleno reconocimiento del fracaso de las autoridades de la Iglesia para abordar adecuadamente los «repugnantes» delitos de abuso de niños por parte del clero, hechos que se sostienen como una fuente de vergüenza para la comunidad católica.
Francisco arribó el sábado a Irlanda. La última visita papal realizada en este territorio ocurrió en 1979. En aquel entonces, tres cuartos de la población se congregaron para ver al Papa Juan Pablo II. Muchas cosas han cambiado desde entonces, y en medio de los escándalos sobre abusos que han sumido nuevamente a la Iglesia Católica en una crisis, la polémica estaba garantizada.
«No puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por el abuso de jóvenes por miembros de la Iglesia a los que se adjudica la responsabilidad de su protección y educación», dijo Francisco en un discurso durante una recepción estatal a la que acudieron algunos sobrevivientes de abusos.
«El fracaso de las autoridades eclesiásticas para abordar adecuadamente estos delitos repugnantes ha causado indignación. Sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica», agregó el Papa.
Uno de los supervivientes del abuso presente, Colm O’Gorman, calificó los comentarios del Papa como un asombroso esfuerzo de desviación. Agregó que el Papa no reconoció el papel del Vaticano en encubrir los delitos.
«De alguna manera fue realmente impactante», dijo O’Gorman, un importante defensor público de las víctimas de abuso, a la emisora nacional RTE.
Una Irlanda menos creyente
Hoy, Irlanda ya no es el país incondicionalmente católico que era en 1979, cuando el divorcio y la anticoncepción eran ilegales. Durante los últimos tres años, los votantes aprobaron el aborto y matrimonio de parejas del mismo sexo en referendos. Estos hechos desafían por completo la voluntad de la Iglesia.
Francisco pidió que Irlanda no olvide «las poderosas raíces del mensaje cristiano» que la han sostenido en el pasado. Recordó que la fe cristiana puede hacerlo nuevamente en el futuro.
Algunos esperan que la cantidad de gente que se agrupe en las calles o se sume en oración al Santo Padre alcance apenas un cuarto de los 2,7 millones que recibieron a Juan Pablo II. Si ocurre, mostraría cómo los escándalos de abusos de menores que se conocieron en la década de 1990 minaron el catolicismo irlandés.
Francisco comenzó la visita papal de dos días con una conversación el presidente irlandés, Michael D. Higgins. El Jefe de Estado reconoció que le transmitió al Papa el sufrimiento causado por el abuso sexual. Dijo que había mucha ira por lo que se percibe como una impunidad que disfrutan los responsables.
Protestas programadas durante visita papal
El Santo Padre viajará el domingo a Knock, un pequeño pueblo en el oeste del país profundamente católico. Esta localidad recibe a 1,5 millones de peregrinos cada año. Antes de terminar su viaje, oficiará una misa en el Phoenix Park de Dublín. Allí se levantó una enorme cruz para la visita papal de 1979.
Los 500.000 boletos emitidos para la misa se agotaron rápidamente. Se conoció que un grupo de boicot llamado «Say Nope To The Pope» (Diga No al Papa) reservó un número desconocido que alentó a los manifestantes a comprar boletos y no usarlos.
Aun así, las imágenes del Papa aparecieron en las primeras páginas de cada periódico el sábado. Había entusiasmo en algunas personas en las calles de Dublín mientras se preparaba el cierre del centro de la ciudad.
También hay programadas protestas. Grandes imágenes de víctimas de abusos y el hashtag #Stand4Truth -promoviendo una reunión de sobrevivientes y seguidores en Dublín durante la misa del domingo- se proyectaron en algunos de los edificios más reconocidos de la ciudad el viernes por la noche.
Activistas por los derechos de los homosexuales colgaron paraguas multicolores de un puente cercano. En tanto, una vigilia silenciosa se realizará en el lugar de un antiguo hogar de la Iglesia para madres solteras, donde se halló una tumba sin nombre con los restos de cientos de bebés en 2014.
El Vaticano ha dicho que Francisco se reunirá con víctimas irlandesas de abuso sexual clerical. No obstante, el Papa también estará bajo la presión de abordar más profundamente los escándalos que han llevado a la peor crisis de credibilidad de la Iglesia en más de 15 años.
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Fuente: Reuters
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