Por Andrés Tovar
08/11/2017
.
Mirando los resultados de las últimas carreras electorales en EEUU, valdría preguntarse: ¿Será que los candidatos deseosos de ganar o retener el cargo elegido deben ahora mantener distancia del presidente?
Los resultados electorales de la elección gubernamental en Virginia (EEUU) del martes (8 de noviembre) muestran que el demócrata Ralph Northam le ganó la carrera al republicano Ed Gillespie, fuertemente apoyado por Trump, por un margen de nueve puntos porcentuales.
El resultado de la carrera, que se produce después de una primaria estatal en la que el candidato endosado por Trump también fue rechazado, podría sugerir que los candidatos del partido Republicano estadounidense deben pensar cuidadosamente sobre cómo asociarse exactamente con Trump durante las elecciones de mitad de período de 2018.
Gillespie, un cabildero y ex asistente del Congreso, se postuló en una plataforma de campaña que fusionó la política republicana del establishmen con tácticas de campaña similares a las usadas por el presidente Trump, reseña Politico: Anuncios televisivos que respaldan a Gillespie criticaron el apoyo de Northam a las «ciudades santuario» -las limitan la cooperación con las políticas federales de control de inmigración- con referencias a la «Mara Salvatrucha» o MS-13, la pandilla estadounidense con miembros originarios de El Salvador.
También apoyó dejar las estatuas confederadas en el estado, argumentando que eliminarlas sería un desperdicio de dólares de impuestos. Sin embargo, Gillespie criticó directamente a los manifestantes nacionalistas blancos en Charlottesville.
A lo largo de la campaña, Trump manifestó su fervoroso apoyo a Gillespie, tuiteando con frecuencia.
«Ed Gillespie girará la economía de Virginia realmente mala en sus números muy rápido. ¡Será fuerte sobre el crimen e incluso salvará nuestras estatuas/patrimonio!» decía Trump sobre su candidato en uno de sus tuits.
Ed Gillespie will turn the really bad Virginia economy #'s around, and fast. Strong on crime, he might even save our great statues/heritage!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 26, 2017
Gillespie, mientras tanto, mantenía discretamente sus nexos cercanos con el mandatario estadounidense. Pero apareció en un mitin con el vicepresidente Mike Pence.
.@EdWGillespie is pro-jobs, pro-growth, pro-American energy, pro-life, & pro-2nd Amendment. If you name it, Ed’s on the right side of it. pic.twitter.com/on9gj2NTGp
— Mike Pence (@Mike_Pence) October 14, 2017
En Twitter, después de los resultados de las elecciones, el presidente sugirió que la pérdida de Gillespie se debía a que el candidato era «demasiado ambivalente» con respecto a él:
«Ed Gillespie trabajó duro pero no defendía lo mismo que yo. No olvides que los republicanos ganaron 4 de 4 escaños de la cámara, y con la economía haciendo números de récord, vamos a seguir ganar, incluso a ser más grande que antes».
Ed Gillespie worked hard but did not embrace me or what I stand for. Don’t forget, Republicans won 4 out of 4 House seats, and with the economy doing record numbers, we will continue to win, even bigger than before!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 8, 2017
El «estilo Trump»
La pérdida de Gillespie sigue a la derrota de Luther Strange en las elecciones primarias del Senado republicano de Alabama, quien fue vencido por Roy Moore, un ex presidente de la Corte Suprema de Alabama. En este último caso sucedió algo curioso: A diferencia de Gillespie, Moore, también republicano, no recibió inicialmente el apoyo de Trump.
La doble derrota de Strange y Gillespie, dos de los candidatos preferidos de Trump, es de destacar justo cuando este jueves se cumple el primer año de su presidencia. El hecho incluso podría incitar a los candidatos republicanos a distanciarse de Trump a medida que se acercan las elecciones de mitad de período de 2018.
En particular, el fracaso de Gillespie sugiere que los votantes no comprarán una mezcla de retórica populista de Trump con políticas conservadoras del establishment. Pero la victoria de Moore, obtenida sin el apoyo de Trump, sugiere que los políticos conservadores despiadados tienen una oportunidad en las urnas, siempre y cuando la demografía de los votantes funcione a su favor.
Lo que si no debemos dudar es que el «estilo Trump» continuará donde pueda, con o sin Trump.