En 50 países de Asia y África, 245.000.000 de cristianos sufren intimidación, prisión y hasta la muerte por su religión y creencias. La organización Puertas Abiertas, dedicada a ayudar a esta población en el mundo, agrega que esta situación ocurre en muchas naciones, pero sobre todo en algunas asiáticas y africanas como Corea del Norte (donde más), Somalia y la India. El cálculo se traduce en que 1 de cada 3 cristianos en Asia sufre persecución a niveles alto, muy alto o extremo. Mientras que en África pasa lo mismo, pero en 1 de cada 6 casos.
Estos números provienen del último informe Lista mundial de la persecución 2020. La ONG lleva a cabo este estudio para analizar los casos de intolerancia y violencia contra los cristianos a escala mundial. Se calcula que 2.983 cristianos han sido asesinados, 9.488 iglesias, atacadas, y 3.711 cristianos, encarcelados, en todo el mundo por su religión.
Aseguran que los diez países donde más se cometen delitos contra los cristianos (siguiendo el mismo orden) son Corea del Norte, cuyo motivo fundamental es la opresión comunista; Afganistán, Somalia, Libia, Pakistán, Eritrea, Sudán, Yemen, Irán, por la opresión islámica y el totalitarismo (este último en el caso de Eritrea) y la India, por el nacionalismo religioso.
Un tema para analizar
El 22 de agosto de este año se celebró por segunda vez en la historia el Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia basados en la Religión o las Creencias. La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas creó la efeméride para condenar la violencia y los actos de terrorismo contra personas, incluyendo a las que pertenecen a comunidades o minorías religiosas, sobre la base de o en nombre de una religión o creencia.
Así, sirve para rechazar el terrorismo y el extremismo que causa daños a las víctimas, los lugares de culto, los santuarios, las escuelas. También a los hogares, los negocios, las propiedades, los centros culturales.
La fecha llega justo un día después del Día Internacional del Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo el 21 de agosto. Aunque el objetivo de este último es rendirles tributo a las víctimas y los sobrevivientes de actos terroristas cometidos, por lo general, con fines políticos, lamentablemente afrontan un duro camino para que se haga justicia. Entre otros obstáculos, se encuentran con poco acceso a terapia física y psicosocial, y asistencia tanto económica como jurídica.
Un problema creciente
La ONU reconoce que se siguen perpetrando actos de intolerancia y violencia basados en la religión o las creencias, incluso existe cierta focalización contra personas pertenecientes a comunidades y minorías religiosas en todo el mundo. Además, la cantidad y la intensidad de estos incidentes está aumentando y adquiriendo a menudo un carácter criminal y unas pautas repetidas a escala internacional.
Aunque Puertas Abiertas considera que los cristianos son el grupo más perseguido en todo el mundo, debido a, entre otras causas, la opresión comunista, la opresión islámica, el totalitarismo, el antagonismo étnico y el nacionalismo religioso, los musulmanes también se ven expuestos a la estigmatización y a los ataques por relacionarlos con los extremistas, y los judíos siguen siendo blanco de daños. Han quedado secuelas del Holocausto.
Intolerancia religiosa sin importar el credo
El 31 de julio explotó una bomba molotov en la catedral metropolitana de Managua, capital de Nicaragua. Causó un incendio en la capilla que resguardaba la imagen de la Sangre de Cristo y el Santísimo. De acuerdo con testigos, un hombre entró en la iglesia y causó el incendio que calcinó la escultura de Jesús crucificado, el cual estaba tallado en madera. Se encontraba en Managua desde 1638.
Monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua, aseguró que se trataba de un acto terrorista. Mientras tanto, minutos después del siniestro, la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, lo atribuyó “a las velas que coloca la feligresía” en la capilla. Con la declaración, la esposa de Daniel Ortega se adelantó a las investigaciones policiales.
El 15 de marzo de 2019 un hombre de extrema derecha disparó contra dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, y mató a 51 personas. El atacante había publicado un manifiesto en el que fomentaba la ideología de los supremacistas blancos y daba detalles de sus planes de atacar mezquitas.
El 27 de abril de ese año, otro hombre disparó dentro de la sinagoga Jabad de Poway, en California, Estados Unidos. El ataque ocurrió cuando los asistentes celebraban el último día de la Pascua judía. Murió una mujer de 60 años de edad.
Gobiernos detrás de la violencia religiosa
António Guterres, secretario general de la ONU, dijo el año pasado que, en vista del aumento de los ataques por razones religiosas o por creencias, “el mundo debía dar un paso adelante”. El objetivo es acabar con el antisemitismo, la islamofobia y la persecución contra los cristianos y otros grupos religiosos.
En un estudio del Pew Research Center, centro de investigación de Estados Unidos, sobre la hostilidad social por motivos religiosos, se determinó que en 2015 hubo un incremento (por primera vez en tres años) del acoso de Gobiernos y del uso de la fuerza contra determinados grupos religiosos.
El hecho se debió, en gran medida, al repunte de migrantes y refugiados que buscaban vivir en Europa, indicó un artículo de Cultura Colectiva.
“De los 198 países analizados, 50 (25%) presentan niveles altos y muy altos de restricciones gubernamentales, mientras que la hostilidad social, incluida alguna religión, alcanzó altos niveles en 53 naciones (57%)”, aseguró.
Siria y Nigeria encabezan la intolerancia
Los diez sitios donde se considera que hay una mayor intolerancia son Siria, Nigeria, Irak, India, Israel, Yemen, Rusia, Afganistán, territorios de Palestina, Pakistán y Egipto.
El informe se basó en el análisis de casos sobre crímenes de odio, agresiones colectivas, uso de la fuerza para evitar prácticas religiosas. También en el acoso contra las mujeres que no siguieron los códigos de vestimenta y la violencia por ejercer proselitismo o adoptar otra religión.
Agregó el caso de la población albina en el África subsahariana, donde tienden a someterlos a rituales con “doctores” que practican la brujería.
España afronta la misma situación
El Observatorio para la Libertad Religiosa estableció que en 2019 hubo 55 ataques a lugares de culto, 2 más que en 2018. La cifra es casi 7 veces mayor que en 2014, cuando hubo 8 casos. Aun así, hubo un descenso de 12,5% en el número de los ataques en general contra la libertad religiosa. Pasaron de 200 en 2018 a 175 en 2019.
“Es lamentable que cada año se dañen más templos: de 8 en 2014 hemos pasado a 55 en 5 años”, afirmó María García, presidenta del OLRC.
Cristianos, los más castigados
De los 55 ataques a lugares de culto, 52 fueron contra templos cristianos (46 de la Iglesia católica), 2 contra musulmanes y uno contra judíos. Andalucía fue la región con más ataques a la libertad religiosa con 27 casos. Le siguen la Comunidad de Madrid con 20 y Cataluña con 18.
Con respecto a las organizaciones políticas más beligerantes, Podemos es considerada la que más con 19 casos. Le siguen Izquierda Unida y el PSOE con 14 casos cada uno. “Lamentablemente, la laicidad, la agresividad y el laicismo radical expresado por estos partidos se manifiesta con profanaciones, pintadas y demás actos vandálicos en las calles”, afirmó.
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