Por Andrés Tovar
08/03/2018
La violencia machista en España no existe si no se muestra. Los datos del último Barómetro del CIS correspondiente a febrero son reveladores. El sondeo difundido coincidiendo con el Día de la Mujer, revela una baja en la preocupación por la violencia contra las féminas. El problema solo fue citado por el 2.4 por ciento. Asimismo, solo el 0.5 por ciento de los encuestados cita “los problemas relacionados con la mujer” como una preocupación principal.
El fluctuación del dato llama poderosamente la atención. Especialmente relevante cuando la preocupación por la violencia machista en España creció exponencialmente entre diciembre (1,8%) a enero (4,6 %). Más notable es que este incremento coincidió con tres acontecimientos destacables. El primero, la resolución del asesinato de Diana Quer. El segundo, la noticia del policía sevillano que retuvo a sus hijos para amenazar a su mujer. Y finalmente, el arranque del pacto de Estado contra la violencia de género, que aún no tiene financiación.
Tampoco hay que olvidar que en enero se hicieron visibles las 49 mujeres asesinadas por violencia machista -cinco más que el año anterior- en España según datos del ministerio de Sanidad.
Esto marca una realidad clara. La violencia machista en España no existe si no se muestra. De allí la importancia de la responsabilidad de todos los actores sociales para que la sociedad española se mentalice de la gravedad que supone que cada año se continúe matando a mujeres por esa violencia machista.
La importancia de hacer ver la violencia machista en España
Haciendo un recuento de los últimos barómetros del CIS se pueden lograr conclusiones interesantes. En diciembre de 2017, la violencia machista en España ocupó el decimosexto lugar del estudio. Un dato relevante sobre todo si se tiene en cuenta que no es algo circunstancial. Desglosando las cifras se observó que solo es el principal problema para el 0,1%, en el que sitúan únicamente mujeres de 55 años en adelante. Otro aspecto que pone en realidad otro foco importante. Que los hombres no consideran que la violencia de género sea un problema, pues ninguno de los entrevistados la considera como su principal preocupación. En este grupo también entran las mujeres más jóvenes.
El panorama fue distinto en enero de este año. Una mayor visibilización del tema contribuyó a que en tan sólo un mes el interés por la violencia machista en España subiera al 4,5%. Históricamente, uno de los registros más altos del problema de los barómetros del CIS.
Fue en el año 2000 cuando la preocupación por la violencia machista en España apareció por primera vez en el Barómetro del CIS. Específicamente en septiembre, iniciando con un 1.3%, que subió al 3,1% en octubre, el 3,5% en noviembre y el 2,3% en diciembre. Los meses siguientes la preocupación fue en aumento, aunque en cifras discretas y a la cola de los principales problemas para los encuestados. Los picos más altos fueron en marzo y noviembre de 2001, con un 4.4 y un 4.5%, respectivamente.
Otro dato relevante. La cifra más alta de preocupación por la violencia machista en España data de 2004. Un año que coincidió con una campaña electoral en la que la violencia de género estuvo muy presente, con cuatro homicidios en un mismo día de febrero y la promesa del PSOE de una ley que lo abordase.