Las lesiones por violencia de género han aumentado en España durante el estado de alarma. Por ello, la ministra de Igualdad, Noelia Vera, defendió la necesidad de mantener el plan de contingencia puesto en marcha ante la crisis del coronavirus.
En declaraciones en RNE, Vera informó que las visitas a páginas de pornografía “de contenido agresivo” están aumentando en el país. Se trata de un “aumento radical” registrado entre jóvenes, dijo, por lo que le preocupa el posible incremento de las agresiones una vez levantado el confinamiento.
Vera defendió la necesidad de mantener el plan de contingencia contra la violencia de género puesto en marcha durante el estado de alarma por el coronavirus. Dijo que “ha habido un aumento de partes de lesiones” y que le preocupa que siga creciendo esa violencia «al sentir el agresor que tras el confinamiento ha perdido el control» sobre su víctima.
«Debemos estar atentos y seguir insistiendo en las medidas aplicadas durante el confinamiento, de acompañamiento de la víctima”, dijo. En ese sentido refirió el caso de las llamadas al 016, servicio que ha registrado un aumento de 40%. Las consultas a plataformas de internet también han aumentado en más de 400%.
Destacó que el plan ha permitido dar respuesta a mujeres víctimas de trata con fines de explotación en contextos de prostitución. “Con el procedimiento abierto, ahora pueden acceder a servicios básicos como el ingreso mínimo vital o recursos habitacionales”, precisó.
También dijo que es esencial profundizar y «sensibilizar desde la educación y la formación al personal sanitario”, pues muchos casos se pueden detectar en consultas.
Violencia de género, pandemia entre las pandemias
Vera insistió en que se debe continuar combatiendo esa violencia, a la que considera “la pandemia entre las pandemias”. Para ello, es “urgente” que se siga tramitando la ley integral contra las violencias sexuales. También que se siga aplicando el pacto de Estado para que “no dure solo cinco años” sino que se mantenga la lucha contra ese maltrato.
El plan de contingencia fue puesto en marcha en marzo, ante la convivencia obligatoria que supone para las familias la cuarentena por el coronavirus. El plan fue concebido para paliar el posible impacto de la violencia de género en casos de violencia familiar.
“La declaración de cuarentena está generando un impacto negativo en la seguridad de las mujeres«, dijeron Isabel Ruiz-Pérez y Guadalupe Pastor-Moreno en un análisis. «El confinamiento puede aumentar los comportamientos de control de los maltratadores, incluidas las prácticas de aislamiento social. Los límites a la movilidad física aumentan potencialmente la vulnerabilidad de las mujeres que sufren violencia de género”.
“Además del aislamiento familiar y social, el acceso a los sistemas de protección, seguridad y apoyo puede ser limitado”; apuntaron en el análisis titulado «Medidas de contención de la violencia de género durante la pandemia de COVID-19».
El plan de contigencia dispuso como “servicios esenciales” todos aquellos destinados a apoyar a mujeres o familias en situación de riesgo por violencia de género. Entre ellos, los dispositivos de información 24 horas, la respuesta de emergencia y acogida a las víctimas, incluidas las mujeres que precisan abandonar el domicilio para garantizar su protección; el normal funcionamiento de los centros de emergencia, acogida, pisos tutelados, y alojamientos seguros para víctimas de explotación sexual y trata; y la asistencia psicológica, jurídica y social a las víctimas de manera no presencial (telefónica o por otros canales).
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