Durante la pandemia y ahora, a trece meses de declarado su fin, se ha puesto en evidencia la aparición de diversas y complejas enfermedades que algunos las han asociado a la vacuna y otros al propio virus. Médicos de Estados Unidos están reportando cánceres raros e inusuales en pacientes, en su mayoría jóvenes y sin antecedentes familiares de enfermedad, y se preguntan si la covid-19 tiene algo que ver.
Observan a estos pacientes transitar por formas oscuras de la enfermedad que normalmente afectan a personas mayores de 70 a 80 años. Incluido el colangiocarcinoma, un cáncer extraño y letal de los conductos biliares.
Están sucediendo otros elementos que llaman la atención, indican los expertos, como que los pacientes padezcan múltiples cánceres al mismo tiempo. La pandemia obligó a las personas a aislarse y posponer sus chequeos periódicos por temor a contagiarse. E incluso, a obviar alguna manifestación adversa en la salud, ante otros apremios y emergencias.
Pero los médicos no creen que éste sea el principal factor de los casos raros y avanzados de cáncer. En cambio, empieza a rondar en sus cabezas la idea de que la covid-19 dejaría una huella en muchas personas.
Cada viernes un equipo de oncólogos del Carolina Blood and Cancer Care Associates se reunía para almorzar y amenizar. Comentó Kashyap Patel, su director ejecutivo, que en uno de esos encuentros confió a sus colegas el caso de un joven de 40 años con colangiocarcinoma. Un año después la cifra se elevó a 7 pacientes jóvenes con cáncer y 3 de ellos murieron.
“He ejercido la profesión durante 23 años y nunca había visto algo así”, recordó Patel, mientras Asutosh Gor, otro oncólogo del hospital, asentaba. “Estábamos todos conmovidos”.
¿La covid ha sido detonante de casos de cáncer?
Existen muchos documentos y estudios que alertaron en su momento de que aquellos pacientes con cáncer tenían mayores riesgos de contraer la covid-19 en su estadio más grave. Debido especialmente al debilitamiento del sistema inmunológico de esos pacientes. Pero estos no son los casos.
A Patel le inquieta la posibilidad de que la covid-19 estuviese originando o depositando la semilla de esta enfermedad y desatando tipos de tumores difíciles y poco comunes. En un artículo para American Journal of Managed Care señaló que tanto en EE UU como en aquellos que conoce en el extranjero, se han visto pacientes con cánceres de varios tipos que progresan rápidamente, como el cáncer de mama y el carcinoma de células renales. Dijo que varios ni siquiera tuvieron tiempo de recibir tratamiento y murieron a las pocas semanas del diagnóstico.
Hizo alusión a un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que encontró que desde 2018 hasta 2021, el número anual de muertes por cáncer aumentó en 4,7%, después de un largo período de disminución de la mortalidad por cáncer. Los investigadores detectaron aumentos desproporcionados en las muertes por cáncer con la covid-19 como causa subyacente, con tasas más altas entre los hombres.
El aumento de los cánceres agresivos en etapa tardía desde los inicios de la pandemia lo confirman algunos datos nacionales iniciales y una serie de grandes instituciones oncológicas, reseñó The Washington Post. Muchos expertos han descartado que esas detecciones sean consecuencia de las interrupciones en la atención médica que comenzaron en 2020.
Cánceres raros e inusuales
La idea de que algunos virus puedan causar o acelerar el cáncer no es nueva. Los científicos han reconocido esta posibilidad desde la década de 1960. Y en la actualidad estiman que entre el 15 y el 20% de todos los cánceres en el mundo se originan a partir de agentes infecciosos como el VPH, Epstein-Barr y la hepatitis B.
John T. Schiller, investigador de los Institutos Nacionales de Salud dijo que los patógenos que se sabe que causan cáncer persisten en el cuerpo a largo plazo. Pero la clase de virus respiratorios que incluye la influenza y el VRS (una familia que incluye al coronavirus) infecta a un paciente y luego desaparece en lugar de persistir y no se cree que cause cáncer. «Nunca se puede decir nunca, pero ese tipo de virus no sugiere que esté implicado en cánceres», argumentó.
David Tuveson, director del Centro Oncológico del Laboratorio Cold Spring Harbor y expresidente de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer, afirmó que no hay evidencia de que el coronavirus transforme directamente las células para volverlas cancerosas. Pero puede que esa no sea la historia completa.
Tuveson señaló que una serie de estudios sugieren que la infección por coronavirus puede inducir una cascada inflamatoria y otras respuestas que, en teoría, podrían exacerbar el crecimiento de células cancerosas.
“La covid-19 destroza el cuerpo y ahí es donde pueden comenzar los cánceres”, aseguró Tuveson. Y explicó cómo los estudios de autopsias de personas que murieron de la covid-19 mostraron tejido envejecido prematuramente.
Baptist Health Miami Cancer Institute, UC San Diego Health y otras grandes instituciones han publicado datos que muestran aumentos continuos en las últimas etapas de la enfermedad.
El SARS-CoV-2 prolifera células cancerígenas
Xuesong Han, director científico de investigación de servicios de salud de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, atribuyó el alza de casos a que las personas retrasaron sus consultas. O saltaron la atención por temores relacionados con el virus o por razones económicas y también a factores culturales. Pero Han reconoció que podrían estar en juego mecanismos biológicos del SARS-CoV-2, el virus que causa la covid-19.
«No tengo datos que respalden esta opinión», dijo Han. «Pero es una cuestión importante a la que hay que dar seguimiento».
Hace aproximadamente un año, Afshin Beheshti, investigadora visitante del MIT y del Broad Institute de Harvard, contactó a Patel, ex presidente de la Community Oncology Alliance. Y organizaron un simposio con otros científicos y se concluyó que existe evidencia convincente que sugiere vínculos entre el coronavirus y el cáncer.
«Con suerte, estamos equivocados», asomó Beheshti. “Pero, lamentablemente, todo está empujando a que ese sea el caso”.
Wallace, el científico de la Universidad de Pensilvania considerado padre del campo de la genética mitocondrial humana, que explora las plantas de energía que alimentan las células humanas, está investigando cómo la covid-19 afecta la producción de energía en las células y cómo eso podría influir en la vulnerabilidad al cáncer.
Por otra parte, los expertos en biodatos están secuenciando los perfiles genéticos de los órganos de personas que sucumbieron a la covid-19 y fueron sometidas a autopsias.
Y un equipo de la Universidad de Colorado está estudiando si la covid-19 vuelve a despertar células cancerosas. Sus hallazgos preliminares mostraron que cuando ratones que sobrevivieron al cáncer fueron infectados con SARS-CoV-2, las células cancerosas latentes proliferaron en los pulmones.