Los socialistas navarros han esperado 24 años para recobrar el poder en Navarra. Tras arduas y complicadas negociaciones María Chivite ha sido elegida presidenta de la Comunidad Navarra para los próximos cuatro años. Este acuerdo con los nacionalistas de Geroa Bai, Podemos, y el apoyo externo de Izquierda Eskerra, ha necesitado sin embargo, de la abstención de EH Bildu.
Esta abstención es la que ha levantado ampollas y una auténtica tormenta en los partidos de la derecha en Madrid, que desde el PP, Cs y VOX no han dudado en calificar el acuerdo navarro de infame y una traición a España.
Es cierto que Navarra Suma, la coalición conservadora de UPN, PP, y Ciudadanos ha ganado las elecciones. Pero su victoria ha sido insuficiente para configurar un gobierno en esta comunidad.
Sorprende no obstante, la reacción furibunda de los partidos conservadores cuyo objetivo es exclusivamente desgastar a Pedro Sánchez, acusándole que ha pactado con los herederos de ETA.
Ni Sánchez ni Chivite han pactado con la izquierda abertzale. Es la izquierda abertzale quien ha preferido abstenerse para evitar que gobierne la derecha en Navarra.
En todo caso y aunque se pueda entender los reproches del Partido Popular y Ciudadanos, ellos no son los más indicados para mostrar su enfado, cuando también han pactado con la extrema derecha para gobernar en Andalucía, Castilla León, Murcia y dentro de unos días en la Comunidad de Madrid.
No se puede acusar al adversario para ocultar sus propias vergüenzas.
Es evidente que todavía EH Bildu no ha hecho la autocrítica ni el mea culpa que le exigimos sobre el pasado de ETA. Pero también es cierto que cuando los terroristas estaban en plena actividad, les pedíamos que dejaran las armas y se integraran en la política.
Ahora que lo han hecho y siendo un partido legal, algunos rehúsan su participación en las instituciones.
Finalmente y a todos que agitan este pacto como arma arrojadiza, habría que recordarles que en Navarra, en la anterior legislatura, la izquierda abertzale y los nacionalistas moderados de Geroa Bai, han gobernado la Comunidad Foral y el ayuntamiento de Pamplona sin sobresaltos.
Ni Navarra se ha roto ni España se ha desmembrado.
Dejemos a los navarros que decidan por ellos mismos.
Entradas anteriores:
- Un fracaso incomprensible
- Iglesias debe ceder
- Ciudadanos, sin rumbo
- España en funciones
- Órdagos sí, pactos no
- Gana Casado, pierde Rivera
- Que no nos engañen
- Pactos y vetos
- A gobernar
- Voten por Europa
- Partido de Vuelta
- El milagro Sánchez
- Debates obligatorios
- Desarmar la palabra
- ETA entra en campaña
- Fichajes y adhesiones
- Política quebrada
- Maduro o Guaidó
- El órdago de Vox
- La mochila de Vox
- La prueba del algodón
- Arde París, Macron se quema
- Seísmo electoral en Andalucía
- “Golpista”, “fascista” y escupitajo
- Un supremo escándalo
- A vueltas con los restos de Franco
- Más que unos presupuestos
- Ultimátum interruptus
- Cloacas y podredumbre
- Los cien días
- Una Diada triste
- Una rentrée endiablada
- Por fin
- Dejen a las víctimas en paz
- Que nadie utilice la inmigración
- Casado, pata negra
- “Les bleus” multicolor
Para más información visite Cambio16
Lea también:
Celaá instó a la derecha a desbloquear investidura de Sánchez para evitar nuevas elecciones
Celaá instó a la derecha a desbloquear investidura de Sánchez para evitar nuevas elecciones