Por Rocío Otoya (Efe)
La publicación de un vídeo, que muestra supuestamente a rebeldes prorrusos en el lugar donde cayó el avión de Malaysia Airlines justo tras ser derribado en Ucrania hace un año, enturbió en Australia la conmemoración de la tragedia del vuelo MH17.
La ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop, calificó de «nauseabundas» las imágenes divulgadas por el grupo News Corp Australia, en las que supuestos rebeldes rebuscan entre las pertenencias de las víctimas, aunque admitió que no han podido verificar su autenticidad, según el Canal 9.
En el vídeo, de 17 minutos, supuestos subalternos y comandantes prorrusos hablan por teléfono entre los escombros en el lugar donde quedaron esparcidos los restos del avión tras ser derribado en el este de Ucrania.
Los rebeldes reconocen que el avión derribado es una aeronave de transporte civil y no un avión militar ucraniano. «Miren son extranjeros, son malasios», se dice, de acuerdo a la transcripción publicada por el diario Daily Telegraph de News Corp.
Según Bishop, si se confirma su autenticidad, las imágenes serían «congruentes» con la información que apunta a que el avión «fue derribado por un misil tierra-aire».
Las autoridades ucranianas y los rebeldes se han acusado mutuamente del derribo del avión malasio, aunque Australia considera que la autoría corresponde a la guerrilla prorrusa.
De las 298 víctimas del Boeing 777 de Malaysia Airlines, 27 eran ciudadanos australianos y once residían en el país.
«Le debemos a los muertos llevar a los culpables ante la justicia. Se lo debemos a los vivos que trabajan por un mundo más justo y humano», dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, en un acto conmemorativo en el Parlamento de Camberra.
Previamente, Abbott desveló una placa con los nombres de las 38 víctimas colocada sobre una porción de tierra que recogió la Policía australiana del lugar del siniestro.
La emotiva ceremonia, que reunió a más de un centenar de familiares de las víctimas, estuvo marcadas por la publicación del vídeo en el que los rebeldes rebuscan entre las pertenencias de las víctimas entre los escombros del aparato.
Para Abbott, las imágenes reflejan que lo ocurrido fue «una atrocidad» y no «un accidente», ya que a pesar de que los responsables no cayeron en la cuenta de que se trataba de un avión de pasajeros, «dispararon deliberadamente al aire contra lo que se sabía era un avión de gran tamaño».
Australia, Holanda, Malasia, Bélgica y Ucrania, que forman parte del Equipo de Investigación Conjunta sobre el derribo, pidieron al Consejo de Seguridad de la ONU la creación de un tribunal internacional para procesar a los responsables del derribo.
La ministra Bishop espera que Rusia no use su poder de veto en el Consejo de Seguridad para impedir una investigación independiente.
«No debemos darnos por vencidos, debemos seguir trabajando con Rusia y todos los países para asegurarnos de que se pueda crear un tribunal porque lo contrario pasar página a una atrocidad en la que un avión de una aerolínea civil en un espacio aéreo civil fue derribado», subrayó Bishop a la cadena Sky News.
Mientras se espera que Holanda emita el informe final de la tragedia en octubre próximo, la Policía Federal australiana seguirá trabajando en el Equipo de Investigación Conjunta, dijo en un comunicado el ministro australiano de Justicia, Michael Keenan.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, publicó una carta en su blog personal en la que destacó que «después de un año, la batalla por la verdad y la justicia está lejos se haberse cumplido» y pidió respuestas ante la tragedia.
«El objetivo final está claro: llevar a los responsables ante la justicia y garantizar que pagan por este crimen imperdonable que se llevó cientos de vidas inocentes», apuntó.