Cuando se habla de vida en otros planetas, la imaginación conduce a seres con ciertas características humanas, verdes, de cabezas alargadas o de un solo ojo. También se imaginan insectos gigantes al estilo Alien. Pero la vida abarca mucho más que los humanos. Las bacterias y los microbios también son parte de la vida.
Un estudio llevado a cabo en el MIT (Instituto Tecnológico de Masachussetts) comprobó que la vida podría sobrevivir y prosperar en un mundo lleno de hidrógeno. El estudio es un paso adelante a los futuros megaescopios que serán capaces de descifrar la composición de otras atmósferas y buscar signos de vida extraterrestre. El propósito de la investigación es poder reconocer la vida extraña como vida real.
Un planeta con hidrógeno en la atmósfera
Una atmósfera dominada por el hidrógeno sería muy diferente a la de la Tierra, llena de oxígeno y nitrógeno, gases más pesados. Atmósferas ricas en hidrógeno se extenderían muchos más lejos en planetas rocosos, lo que permitiría a los megaescopios del futuro detectarlas. De allí la importancia de saber si la vida puede florecer en ambientes llenos de hidrógeno.
Los investigadores del experimento del MIT estudiaron dos tipos de microbios en un entorno 100% hidrógeno. Eligieron una procariota simple y una eucariota más compleja: Escherichia coli y la bacteria de la levadura. Ambas sobreviven con o sin oxígeno, una ventaja, ya que los investigadores podían preparar el experimento al aire libre antes de transferirlo a un entorno rico en hidrógeno.
Los cultivos de Escherichia coli y levadura se realizaron por separado. Luego, se introdujeron en diferentes botellas llenas de nutrientes que alimentarían los microbios. El siguiente paso fue extraer el oxígeno de esos envases y llenarlos con 100% hidrógeno. Las botellas se colocaron en una incubadora para agitarlas suavemente y promover la mezcla de microbios y nutrientes.
Multiplicación de la vida
Durante 80 horas cada hora, un miembro del equipo de investigación recolectaba muestras de cada botella y comprobaba cuántos microbios seguían con vida.
Los hallazgos arrojaron una curva clásica de crecimiento. Al principio los microbios aumentaron en número, se comieron los nutrientes y poblaron el cultivo. La población de microbios se mantuvo estable, ya que siguió aumentando y microbios nuevos reemplazaban a los que morían.
Desde el punto de vista de la biología el hallazgo no es un resultado sorprendente, ya que el hidrógeno no es un gas necesariamente tóxico. Pero aclara Sara Seager, una de las autoras del estudio, que el experimento no se hizo para saber si los microbios podían depender del hidrógeno como fuente de energía, sino para saber si una atmósfera 100% hidrógeno, «no dañaría ni mataría ciertas formas de vida».
Los resultados en realidad muestran que formas simples de vida podrían habitar otros planetas, cuyas atmósferas sean ricas en hidrógeno. Además, sugieren que cuando los telescopios de próxima generación estén listos, los astrónomos podrían buscar signos de vida en otros planetas dominados por el hidrógeno.
Sin poder ver vida en otros planetas
En la actualidad, los astrónomos no pueden estudiar las atmósferas de pequeños exoplanetas con los telescopios disponibles. Los pocos planetas rocosos cercanos que han podido examinar no tienen atmósfera o son demasiado pequeños para que los telescopios actuales los puedan detectar. Se maneja la hipótesis de que estos planetas puedan tener atmósferas ricas en hidrógeno, pero ningún telescopio lo ha podido comprobar.
En la Tierra solo ciertas líneas antiguas de microorganismos como los metanógenos consumen la pequeña cantidad de hidrógeno que queda. Lo hacen en las profundidades del hielo o en el suelo del desierto. Los consumen junto con el dióxido de carbono para producir gas metano.
Los astrónomos imaginan que un planeta rocoso como la Tierra rico en hidrógeno se parecería al ambiente que reina en el Everest, el pico más alto del mundo. Si el Everest estuviera en una atmósfera rica en hidrógeno y los seres humanos podríamos resistir este gas, los excursionistas podrían llegar 14 veces más alto, ya que es un gas 14 veces más liviano que el nitrógeno.
«Los estudios de laboratorio sobre la viabilidad de la vida en H2 que dominan las atmósferas de exoplanetas» es un estudió que se publicó en Nature Astonomy y en el que también participaron Jingcheng Huang, Janusz Petkowski y Mihkel Pajusalu del Departamento de Tierra, Atmósfera, Planeta y Ciencias del MIT.
Lea también:
Un asteroide potencialmente peligroso pasó a 6,3 millones de km de la Tierra
Un asteroide potencialmente peligroso pasó a 6,3 millones de km de la Tierra