El fútbol, en relación con la diversidad y la igualdad, no es diferente del resto de la sociedad. Victoria Pavón, presidenta del CD Leganés, ha conseguido no solo éxitos deportivos que avalan su gestión, sino que la presencia de mujeres en un espacio tradicionalmente ocupado por hombres se multiplique y visibilice en todas las situaciones: directora, entrenadoras y también directivas y presidentas. “Ahora –afirma– ser machista es antipopular y el que más y el que menos intenta no delatarse”.
Club Deportivo Leganés SAD está presidido desde la temporada 2009/10 por Victoria Pavón, que aceptó el reto de ponerse al frente de una entidad con más de 93 años de historia y que comprende la gestión del correcto funcionamiento de 58 equipos de fútbol: 40 pertenecientes a la Escuela, 14 a la Cantera, 4 al Femenino y uno al primer equipo que en la actualidad milita en la Liga SmartBank, disputando sus encuentros en el Estadio Municipal Butarque con aforo para 12.454 espectadores.
El esfuerzo, el trabajo y el compromiso de todos sus integrantes son el principal aval con el que cuenta el club y constituyen la carta de presentación de su presidenta, que aceptó esta responsabilidad con cariño, ilusión y profesionalidad.
A finales de 2021, se cumplieron trece años de la llegada de Victoria Pavón al Leganés. Según se explica en la web del club, a pesar de las enormes dificultades de los inicios, cuando el club militaba en Segunda División B y arrastraba graves problemas económicos, el trabajo constante y diario de todos los integrantes de la entidad durante estas temporadas, así como la fuerza y el apoyo de la afición, tanto en las buenas como en las malas, han sido la base de un sólido proyecto deportivo y social que ha permitido alcanzar su principal objetivo: que los vecinos de Leganés se sientan orgullosos del club de fútbol de su ciudad.
“Afortunadamente vamos avanzando y las nuevas generaciones tienen más normalizada la igualdad. Ahora ser machista es antipopular y el que más y el que menos intenta no delatarse. El fútbol no es diferente al resto, aunque por historia ha sido seguido y gestionado por hombres”
Como resultado de su gestión, se han mejorado las instalaciones, construyendo una nueva Ciudad Deportiva y ampliando el Estadio Municipal Butarque; se ha trabajado en mejorar las condiciones del día a día de los futbolistas, cuerpo técnico y fútbol base; se le ha dado a la afición el protagonismo que merece; se han cuidado y mejorado las relaciones con los patrocinadores y con las instituciones; se ha incrementado la implicación del club con el tejido social y empresarial de su ciudad y se han ido corrigiendo las deficiencias en el funcionamiento interno de la entidad.
Siempre se ha dicho que el fútbol no es machista, que lo es la sociedad, pero ¿no es el fútbol uno de los máximos exponentes?
Afortunadamente vamos avanzando y las nuevas generaciones tienen más normalizada la igualdad. Ahora ser machista es antipopular y el que más y el que menos intenta no delatarse. El fútbol no es diferente al resto, aunque por historia ha sido seguido y gestionado por hombres. La mujer lo vivió en un segundo plano y no desarrolló las mismas inquietudes y ambiciones por el deporte del fútbol que ellos.
¿Nunca le han lanzado improperios sexistas desde las gradas?
No he tenido nunca que vivir esa clase de situaciones. Estoy en mi ciudad rodeada de mi gente, siempre he sentido el máximo respeto.
A usted le metieron el gusanillo sus propios hijos. ¿Cómo fue? ¿Es verdad que puso a toda la familia a trabajar por el proyecto?
Primero era solo una observadora del fútbol. Me llamaba la atención las pasiones que despertaba. Después, a través de mis hijos, que estaban locos por este deporte además de practicarlo, lo viví más de cerca y yo misma me apasioné. En nuestros inicios en el club, fuera del fútbol profesional y con apenas ingresos, todo el entorno familiar tenía que arrimar el hombro, pero lo hacían con agrado, había mucha ilusión.
Hace 13 años, cuando llegó al cargo, la única referencia era Teresa Rivero en el Rayo Vallecano. ¿Qué ha cambiado desde entonces para la mujer?
Yo he notado bastante el cambio desde entonces. Los primeros años era un bombardeo constante a nivel de prensa enfocado en el hecho de ser una mujer. Ahora se ha normalizado bastante: ya no es noticia y eso es importante.
Una cosa es ser titulada en Dirección Deportiva y otra muy distinta es echarse el club a la espalda. ¿Cómo asumió este reto? ¿De qué forma plantea la gestión?
Es un proyecto familiar, no estoy sola. Pero lo más importante es acertar en rodearse de las personas adecuadas, que estén igual de implicadas que nosotros mismos. Afortunadamente tenemos a los mejores.
¿Cómo se las apaña para conciliar el hogar con su responsabilidad en el club?
Como todos los hombres y mujeres que tienen una actividad profesional tienes que compaginarla con tu propia vida personal. Intento sacar tiempo para todo, aunque siempre falta para el descanso.
Al club usted le ha aportado ilusión y medios económicos ¿Qué le debe a la afición pepinera?
La afición es el motor del club. Muchos de ellos siempre estuvieron allí mucho antes de que nosotros llegáramos. Es el mejor activo que tenemos. Sin ellos, nada tendría sentido. El poder compartir todo lo bueno que nos ha pasado con ellos es lo más bonito que hemos vivido.
En 2017 no contaban con ningún equipo femenino. Hoy ya tienen cinco. ¿Cómo se ha materializado este éxito deportivo y gran avance en igualdad?
Para nosotros era una asignatura pendiente que no podíamos demorar más. Ellas tienen el mismo derecho a defender el escudo del Leganés igual que ellos, si así lo desean. Ahora es fácil desarrollar una sección de fútbol femenino, ha ayudado mucho la visibilidad de los últimos años y la apuesta de todos los clubes. Hay muchas chicas interesadas en practicarlo ya desde edades tempranas.
¿Qué valores inculca a los jugadores y jugadoras para que la excepción del pasado hoy sea una normalidad que aspira a competir en la élite?
Como mínimo tenemos que seguir trabajando para conseguir metas ya alcanzadas anteriormente. Ese deseo y motivación está muy claro entre nuestros jugadores y jugadoras. Será siempre nuestro objetivo.
¿Es consciente de que las niñas que hoy se entrenan en el campo se miran en su ejemplo, se inspiran y motivan con su liderazgo?
Cada niña tendrá sin duda sus propios objetivos y motivaciones. Pero es bueno para ellas que vean a mujeres en todas las situaciones: directora, entrenadoras y también directivas y presidentas.