Las autoridades brasileñas han convocado a los representantes de Volkswagen ante un tribunal laboral en medio de investigaciones sobre la esclavitud moderna. A la empresa se le acusa de emplear a trabajadores temporales en condiciones infrahumanas en la década de los setenta. Las víctimas esperan recibir una indemnización a través de un acuerdo extrajudicial.
El fiscal Rafael García, que dirige las investigaciones sobre esclavitud moderna desde 2015, dijo a la televisora pública alemana ARD que la filial de Volkswagen en Brasil «es responsable de graves violaciones de derechos humanos y crímenes atroces». Agregó que está convencido de que Volkswagen reconocerá su responsabilidad y se llegará a un acuerdo para que los trabajadores sean indemnizados.
Esclavitud durante la dictadura militar
Durante la dictadura brasileña, desde 1964 hasta 1985, Volkswagen do Brasil compró 140.000 hectáreas de tierra en la región amazónica. Ahí desarrolló la hacienda conocida como «Fazenda Volkswagen», en la ciudad de Santana de Araguaia, en el estado de Pará. Se dedicaba a la cría de ganado en medio de la selva. El proyecto era parte de la estrategia de desarrollo nacional con el objetivo de contribuir al desarrollo de la selva tropical brasileña, no solo ganar dinero. La naturaleza importaba poco.
Para la cría de ganado, fue necesario en 1973 talar y despejar el terreno en la selva tropical húmeda. VW contrató varios intermediarios laborales que reclutaron campesinos de las remotas aldeas de la región. José Pereira, uno de los extrabajadores, dijo que en la finca solo se podía comprar comida a precios absurdamente altos. Muy pronto, todos acumularon deudas y para pagarlas se tuvieron que enfrentar la explotación laboral y la esclavitud. Huir no era una opción. Tras algún intento de fuga eran golpeados, atados y amenazados con pistolas.
Víctimas de esclavitud son testigos clave en la audiencia
El sacerdote y profesor Ricardo Rezende, responsable entonces de la atención religiosa de los trabajadores agrícolas en la región amazónica, también recibió amenazas de muerte. Rezende documentó cientos de casos de esclavitud, pero nunca habló al respecto. En 2020, Volkswagen se enfrentó a su responsabilidad histórica por violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar en Brasil. Pagó indemnizaciones por un total de 36 millones de reales (6.400.000 de dólares) a las víctimas de esclavitud. Fue cuando el sacerdote entregó toda su documentación a la fiscalía brasileña. «El sufrimiento de alguien que sufre la tortura no se repara con dinero, pero puede haber una reparación simbólica. Y creo que es necesaria», dijo el sacerdote de 70 años de edad.
Tanto Pereira como Rezende, así como otros extrabajadores de la hacienda fueron víctimas de esclavitud y violaciones de sus derechos humanos. Y ahora son claves en la investigación que lidera el fiscal brasileño en los tribunales de Brasilia.
Volkswagen acudirá a tribunales por denuncias de esclavitud
Friedrich Brügger, antiguo gerente de la granja, dijo que las acusaciones de las supuestas víctimas de esclavitud moderna en la granja de Volkswagen «son una completa tontería». En su opinión, el tratamiento que se da al tema es exagerado y que hay cosas más importantes hoy que mejorar el pasado. Además, subrayó sobre las violaciones de derechos humanos de la empresa que «donde hay más de 1.000 hombres en un espacio no siempre hay delicadeza. «Sobre todo, en medio de la selva», agregó.
Al respecto, portavoces de la compañía dijeron que Brügger «no habla en el nombre de Volkswagen» y que sus declaraciones «contradicen los valores de la empresa, que está comprometida a contribuir muy seriamente en las investigaciones.
Los investigadores han acumulado un expediente de 90 folios en los que documentan las atrocidades cometidas por los directivos de Volkswagen y pistoleros a sueldo en la hacienda ganadera. La fiscalía espera determinar qué fue lo que pasó y citó a representantes del segundo fabricante de automóviles del mundo a una audiencia en Brasilia para que responda sobre los abusos que le señalan..
Las acusaciones incluyen violaciones de derechos humanos que incluyen amenazas de muerte, torturas, asesinatos y explotación laboral. «Hubo violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos, y Volkswagen es el responsable directo», dijo Rafael García, a la espera de que la audiencia abra el camino para llegar a un acuerdo de indemnización sin necesidad de abrir un proceso criminal.
La compañía colaboró con la dictadura militar brasileña
En 2014, el medio alemán DW informó sobre estas prácticas de esclavitud moderna incluidas en el informe de la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil. Un capítulo estaba dedicado a la colaboración de empresas con la dictadura de 1964-1985 y a la existencia de un aparato represivo militar-empresarial. «Esas practicas eran parte de las vías utilizadas para las graves violaciones posteriores. A partir de controles, vigilancia y listas de delatores, se pudo apresar y torturar y asesinar a trabajadores que también fueron víctimas de desapariciones forzadas», subrayaba el documento.
Posteriormente, unos reporteros alemanes tuvieron acceso en exclusiva documentos corporativos de Volkswagen do Brasil que evidencia que apresaban a los operarios en la planta de la fábrica y posteriormente se les torturaba. «La colaboración de Volkswagen con la dictadura militar brasileña fue aparentemente más activa de lo que se imaginaba», publicó el periódico local Süddeutsche Zeitung.
En 2016, Volkswagen encargó la investigaciones sobre las supuestas prácticas de esclavitud al profesor Christopher Kopper, de la Universidad de Bielefeld. Kopper aseguró que «el departamento de seguridad actuó con la policía política dentro de la fábrica de Volkswagen».