La futura vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) y de la Ejecutiva para la Era Digital y Competencia, Margrethe Vestager, señaló que Bruselas solicitó recientemente a las naciones del continente una actualización de sus acuerdos fiscales.
Informó que en esta materia hasta el comisario Pierre Moscovici logró que se aprobaran 14 legislaciones, sobre las que se tiene gran interés en verlas implementadas. Esto, debido a que las autoridades tributarias ahora cuentan con nuevas herramientas, como el intercambio automático de acuerdos fiscales. Agregó que en la medida en que pasen más casos por los tribunales, se contará con una mayor orientación sobre las ayudas de Estado. Y queda pendiente la relación con la tributación digital. Dijo igualmente que los trabajos que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) son bastante prometedores y rápidos. Pero si no se aprueban antes de finalizar el año 2020, deberá entonces retomarse para tener una imposición justa en Europa.
Vestager cree en impuestos con supervisión industrial
En entrevista concedida al diario El País de España y publicada en su edición de este lunes, Vestager aclaró que el impuesto digital incluiría también la supervisión de la política industrial. La funcionaria es célebre por haber aplicado ingentes multas a grandes multinacionales, pero tampoco ha cedido a las presiones de París y Berlín cuando ha vetado fusiones estratégicas al considerar que perjudicaban al consumidor. “Seguiré haciendo mi trabajo”, aseveró.
Consultada sobre si se ha fijado como objetivo evitar que Europa quede excluida de la revolución tecnológica, respondió que siempre es complicado decir si vamos tarde o no. Apuntó que las empresas de redes sociales crecieron muy rápido en EEUU porque operaban en un gran mercado interno sin barreras de idioma, donde tenían la infraestructura para expandirse. Y eso les permitió instalarse y crecer en Europa, con servicios que a muchísimos europeos les gustan, según dijo. Pero adelantó que la siguiente fase consistirá en una revolución digital profunda del negocio de empresa a empresa.
Vestager consideró que Europa cuenta con un mercado único para bienes que contribuirá con su desarrollo. Y que en esta dirección se ha hecho ya mucho trabajo con la supercomputadora y con los programas Copérnico y Galileo.
“Vamos a trabajar sobre eso. Queremos que las pequeñas y medianas empresas no pierdan ese tren, facilitándoles que accedan a todo el potencial de la digitalización”, expresó.
La CE entre la guerra de aranceles
Acerca de la forma como la CE cerrará la brecha comercial entre Estados Unidos y China, Vestager opinó que en una revolución industrial de este tipo no se puede hablar solo de una actuación concreta. Precisó que los fondos estructurales, el nuevo pacto verde y los instrumentos financieros, deberán tener elementos digitales.
“Deben estar en todas partes, porque estoy segura de que o bien eres digital o vas a serlo o bien no volveremos a saber de ti”, comentó Vestager.
Explicó que en su plan de acción la Unión Europea se ha fijado metas para incrementar la inversión en inteligencia artificial con instrumentos financieros, y cómo dar un empujón a los fondos privados. Pero señaló que la cuestión estriba en determinar en cuáles ámbitos debe desplegarse la tecnología. Agregó que en función de esto, trabajan tanto la comunidad empresarial como los sindicatos y la sociedad civil. El objetivo es disponer de cerca de 20 mil millones anuales, según aseguró.
Fue consultada también sobre si las nuevas responsabilidades en el área digital refuerzan su papel de comisaria anti-GAFA (por las siglas de Google, Apple, Facebook y Amazon). Contestó que prefiere ser la comisaria por una competencia justa. Opinó que se puede ser americano, ruso o europeo, y hacer negocios en los mercados europeos. Y que muchas empresas norteamericanas lo hacen. «Son más que bienvenidas si operan limpiamente».
La dama de los impuestos
Se le comentó que Donald Trump la llamó tax lady (señora impuestos) y Vestager ripostó que si ella estuviera en la cabeza del presidente estadounidense, montaría un negocio de asesoramiento.
Explicó: “Yo seguiré haciendo mi trabajo en el terreno de ayudas de Estado. Tenemos abiertos casos como Nike o Ikea. Acabamos de pedir a todos los países miembros que nos entreguen una actualización sobre acuerdos. Lo hicimos por primera vez hace tres años. Eso nos dio una perspectiva y nos trajo casos, pero también mostró que algunos países actúan correctamente. Por supuesto, escucharemos con cuidado a los tribunales. Este mandato va a ser algo diferente”.
Vestager recordó que países como Dinamarca, Finlandia, Irlanda y Suecia pedían un acuerdo global. Y que sería mucho mejor por el tamaño de las empresas de esas naciones y porque son transfronterizas. Indicó que por lo que conoce, el debate sobre este asunto ha tenido una buena recepción en el seno de la OCDE.
Protección a los consumidores
¿Es su designación una garantía para que la Comisión no pierda poder en Competencia, como sugerían Francia y Alemania tras el veto a la fusión de Alstom y Siemens?
No creo que tenga que ver conmigo, sino con el mandato europeo de proteger a los consumidores. Si miramos la historia industrial de la Unión Europea, no hay ninguna contradicción entre construir empresas líderes y permitir que los consumidores se beneficien de la competencia. Y eso se ha conseguido década tras década con una estricta vigilancia del cumplimiento de las leyes.
Se le acotó que Francia y Alemania presionan para crear campeones por el interés de Europa. Pero a su vez bloquean operaciones como la de los astilleros de Saint Nazaire o Renault.
En este escenario y sobre el establecimiento de empresas líderes fuera del perímetro francoalemán, estimó que no encuentra diferencia entre servir a los consumidores y al interés europeo.
“Es un importante interés europeo que los ciudadanos, en su rol de consumidores, hallen mercados que estén a su servicio. Porque esto es Europa: una economía social de mercado. Y segundo, tenemos grandes compañías porque han sido retadas, no protegidas. La competencia es el mejor motor para la innovación. Debemos defender a nuestras empresas de la competencia desleal con nuevas herramientas. La principal es un instrumento sobre la contratación pública internacional. Esto con el fin de que nuestras empresas puedan operar en países cuyas compañías hacen negocio aquí gracias a las licitaciones públicas”, puntualizó Vestager.
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