El alza de la gasolina ha sido un elemento que en Venezuela históricamente ha polarizado a la población.
Un sector considera que es uno de los pocos beneficios que llega a los ciudadanos de este país petrolero, cuyas reservas probadas se ubican en los 326 mil millones de barriles, pero cuya producción ha caído hasta 1,2 millones de barriles diarios.
Este martes comenzó en el país lo que el Gobierno nacional calificó como la «Estrategia para la prueba piloto de la nueva política de subsidio de combustible al mercado nacional».
Consiste en vender la gasolina en 315 estaciones de servicio ubicadas en ocho estados fronterizos, a través del carnet de la patria y la huella dactilar.
El presidente Nicolás Maduro explicó que el nuevo sistema de cobro será probado durante 15 días, para que los venezolanos inscritos en el censo se familiaricen con este mecanismo que contará con un dispositivo electrónico portátil elaborado con tecnología biométrica.
Permite el uso de los instrumentos tradicionales de pago, como las tarjetas de débito y crédito.
Venta de gasolina con subsidio directo
Desde hace unas cinco semanas se inició un censo nacional con el fin de organizar para este subsidio al parque automotor público y privado del país.
A través de la página web Patria.org.ve, los venezolanos interesados en el subsidio se registraban con la promesa de recibir la compensación. Sin embargo eso no sería posible si no contaban con el carnet de la patria.
Es a través de este mecanismo de control social implementado por el Gobierno venezolano que recibirían la compensación. Quienes no posean el carnet de la patria deben cancelar la gasolina a precios internacionales.
Aunque no hay mayores detalles oficiales sobre el monto del subsidio, trascendió esta martes que el precio de la gasolina de 91 octanos podría ubicarse en 10 Bs.S (0,16 dólares al cambio oficial) por litro, mientras que la de 95 octanos ascenderá a 15 Bs.S (0,24 dólares) el litro. Actualmente la de 95 octanos está en 0,00015 dólares.
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El mismo Nicolás Maduro indicó la pasada semana que los precios podrían sea todavía más elevado que en otros países para evitar el contrabando, principalmente, hacia Colombia y Brasil.
El aparato que se utilizará para el pago del combustible leerá el código QR del carnet de la patria y la huella dactilar del titular, para «bloquear el acceso a quienes ya tienen preparado su carnet falso, comprado a las mafias de la frontera con Colombia«, expresó el presidente venezolano la noche de este lunes.
Este plan piloto se hará en los estados Zulia, Apure, Barinas, Amazonas, Táchira, Bolívar, Delta Amacuro, Falcón y Sucre, y se prevé que entre en funcionamiento gradualmente en todo el país en el transcurso de septiembre y octubre.
Lucha contra el contrabando
Precisamente la bandera de detener el contrabando fronterizo de combustible fue izada por el Gobierno como una de las aristas clave del aumento de la gasolina.
«Con la huella dactilar, todos los venezolanos inscritos en el censo podrán surtir sus vehículos de gasolina y recibir el subsidio directo del Estado en la nueva política contra el contrabando. Yo quiero garantizarle la gasolina con subsidio directo a todos los conductores, para que Venezuela funcione tranquila, para que no nos roben», destacó Maduro.
No obstante, conviene precisar que la Guardia Nacional Bolivariana, uno de los cuerpos de seguridad del Estado, es la responsable de custodiar la frontera por donde se va la gasolina a otros países.
Para algunos expertos, el nuevo mecanismo de venta de combustible permitirá disminuir la comercialización de gasolina en Venezuela, lo que será un alivio para el Gobierno nacional, dado que los niveles de producción de este combustible se han venido reduciendo en los últimos años.
Aunque Venezuela cuenta con el complejo refinador Paraguaná (Amuay y Cardón), en el estado Falcón; El Palito en Carabobo y Puerto La Cruz en Anzoátegui, instalaciones que pueden procesar crudo para producir gasolina, múltiples factores las mantienen semiparalizadas.
De hecho, la refinería más grande de Venezuela, Amuay, se vio en la necesidad de detener recientemente su producción de gasolina debido a que la unidad de craqueo catalítico necesita un componente que empieza a desaparecer de los inventarios.
Dos ejecutivos, un líder sindical y dos trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) confirmaron a Reuters que Amuay se quedó sin gasóleo de vacío, lo que limita su producción de combustibles terminados.
Demanda de gasolina con control social
Según el Informe Anual de Pdvsa 2016, la producción de gasolina se ubicaba en unos 400 mil barriles diarios, niveles que han caído considerablemente por la merma de la misma producción petrolera y de la demanda, pues un 30% del parque automotor está paralizado por falta de cauchos, baterías y repuestos.
Hoy, extraoficialmente, la demanda diaria de gasolina está en alrededor de 300 mil barriles diarios, que aunque es un nivel inferior al de hace dos años, obliga al Estado a buscar la manera de satisfacerla y no hay otra sino importar, lo que se la está haciendo cuesta arriba por la falta de recursos.
Con la nueva realidad para la venta de gasolina, el Gobierno aumenta su control social a través del carnet de la patria, seguirá manteniendo baja la oferta de combustible ante la escasez de divisas para importar y busca bloquear la demanda, al no contar un porcentaje importante del país con el subsidio directo.
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