Repsol no quiere irse de Venezuela. Espera seguir al menos 20 años más. Es la frase que ha repetido Antonio Brufau, presidente de la petrolera, pese a que su producción en su asociación con Pdvsa promedió solo 50.000 barriles diarios en 2019. Son cifras de la más reciente presentación de sus resultados.
Las decepcionantes cifras en Venezuela no reflejan el desempeño de Repsol en el resto del mundo. La producción global de la empresa en 2019 alcanzó los 709.000 barriles de petróleo equivalente diarios, un volumen en línea con los 715.000 barriles del período anterior.
Este año sumó nuevos barriles provenientes de los campos Marcellus (Estados Unidos), Duvernay (Canadá) y Akacias (Colombia). Además de la adquisición de Mikkel (Noruega) y la participación de Equinor en Eagle Ford (Estados Unidos). También comenzó la producción en Buckskin, en el golfo de México. Esos volúmenes le permitieron compensar las interrupciones en Libia.
La guerra de precios del crudo entre potencias petroleras reduce drásticamente el margen financiero de Venezuela, un miembro de OPEP en crisis por las sanciones de EE.UU. y un menor bombeo, justo cuando enfrenta la pandemia del Covid-19 https://t.co/mOVrbWX2wM (Vía @ReutersVzla) pic.twitter.com/GxCdUyDqvh
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En los 8 bloques que opera Repsol en Venezuela se logró, al cierre de 2018, una producción de 62.059 barriles equivalentes de petróleo día, lo que significa una caída con respecto 2017, cuando se promediaron 77.054 barriles. El nivel de reservas sumó 514 millones de barriles equivalentes de petróleo.
Las mayores reservas
A la reducción en la producción se suma el complejo panorama político-social y las sanciones de Estados Unidos. Pero aún así hay razones mantener los negocios en Venezuela: Repsol no desea salir del mayor reserva de crudo del planeta.
El mayor productor de petróleo de #Rusia, Rosneft, anunció la culminación de sus operaciones en #Venezuela y la venta de sus activos relacionados con el país suramericano a una empresa rusa de propiedad estatal.
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La empresa española llegó con grandes ambiciones a Venezuela en 1993, en pleno proceso de la apertura petrolera. Entre 2006 y 2007 fue una de las primeras petroleras en aceptar las nuevas reglas del juego y migró a empresas mixtas sus negocios con el Estado venezolano, que elevó las cargas impositivas de las regalías y del impuesto sobre la renta.
En 2005 Repsol se había del bloque Cardón IV del proyecto gasífero Rafael Urdaneta en consorcio al 50% con la italiana ENI. El pozo perforado en 2011, llamado Perla IX, resultó ser el mayor hallazgo de gas en la historia de Venezuela y de la propia compañía. Las reservas probadas del yacimiento suman cerca de 17 billones de pies cúbicos de gas.
Actualmente, la producción del Perla asciende a unos 534 millones de pies cúbicos por día (mmpcd). De haber continuado los planes iniciales, la extracción de gas estaría en el orden de 1.200 mmpcd y se mantendría hasta el final del contrato en 2036.
Repsol también tienen una participación de 40% en la empresa mixta Petroquiriquire (con tres bloques, todos con vigencia hasta 2031); 11% en Petrocarabobo, hasta 2035; y con 60% en Quiriquire Gas (hasta 2027). En Yucal Placer, una licencia de gas no asociado, posee 15%.
Con la vista en Estados Unidos
Las sanciones no solo ponen en riesgo los negocios de Repsol en Venezuela. Las órdenes ejecutivas autorizan a Washington prohibir las operaciones en Estados Unidos a las empresas que incumplan las sanciones. La española produce en territorio estadounidense 113.539 barriles diarios equivalentes de petróleo. Esto incluye el Marcellus Shale, uno de los mayores campos de gas del mundo.
Por precaución, la directiva de Repsol tomó medidas para disminuir riesgos, adoptó cambios para disminuir su exposición patrimonial en Venezuela. Bajó de 1.480 millones de euros en 2017 a poco más de 350 millones a finales de 2019.
Futuro incierto en Venezuela
Más allá de la presencia de Repsol, el panorama petrolero para Venezuela luce sombrío. La firma consultora local Ecoanalítica realizó otra revisión de sus proyecciones de 2020 y estima un volumen de exportación cercano a los 380.000 barriles por día.
#LaFraseEcoanalitica @palmapedroa: El precio promedio de la cesta petrolera venezolana en la semana del #30Mar al #3Abr fue $ 13,74, una reducción de $ 2,18 (-13,7%) con respecto a la semana pasada. Ese precio es menor que el promedio de 1971, expresándolo en dólares de ese año. pic.twitter.com/mpLhdCKN9K
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La reciente salida de Rosneft y la necesidad de Chevron de recibir trimestralmente una licencia del Departamento del Tesoro para seguir operando en el país constituyen una seria amenaza para la actividad petrolera de Venezuela, uno de los países petroleros más vulnerables a los bajos precios del crudo: su costo de producción supera los 18 dólares por barril, mientras que su cesta de crudos se cotiza en 17 dólares de promedio. Trabaja a pérdida.
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