Por Cambio16
23/03/2017
La crisis de desabastecimiento que atraviesa Venezuela no tiene límites. Ahora alcanzó al único producto que no podía faltar en el país con las mayores reservas de crudo del planeta: la gasolina.
Cientos de estaciones de servicio en Caracas y en las principales ciudades del país debieron cerrar sus puertas el miércoles ante el agotamiento del suministro. En consecuencia, las pocas que quedaron abiertas se saturaron, con colas de hasta 200 coches.
En distintos puntos de la capital se reportaron robos a los conductores que hacían fila para cargar.
«A nosotros no nos traen gasolina desde el sábado de la semana pasada. Lo primero que se nos agotó fue la de 95 octanos. La gente hizo cola para llevarse la de 91 y también se acabó», contó al diario venezolano El Nacional un empleado de una gasolinera ubicada en Las Mercedes, en el área metropolitana de Caracas.
La misma situación se replicó en las principales ciudades de estados como Miranda, Aragua, Lara, Barinas, Anzoátegui, Nueva Esparta, Bolívar y Monagas, entre otros. El caos de tránsito en la mayoría de ellas se multiplicó por las decenas de automóviles que quedaban varados ante la falta de combustible.
Ysmel Serrano, vicepresidente de Comercialización y Suministro de PDVSA, la petrolera estatal, minimizó los inconvenientes. «Se han generados colas en algunas estaciones de cuatro estados del país, producto del retraso en el cabotaje de la gasolina. Contamos con suficiente gasolina producida en nuestras refinerías, seguiremos redoblando el despachando hasta estabilizar la distribución», escribió en su cuenta de Twitter.
No obstante, el problema de fondo es la grave crisis de producción que afecta a toda la economía, incluso a la del petróleo. Hoy Venezuela produce menos de un tercio que en 1999, cuando llegó Hugo Chávez al poder.
«La planta catalizadora de Amuay produce 40 mil por día, pero se requieren 250 mil. El Gobierno ya no tiene dinero para importar los componentes que necesitamos para producir el combustible, ni para importar suficiente gasolina terminada», explicó Iván Freites, dirigente sindical petrolero.