El año 2021 fue un año de desafíos en términos de visibilizar la crisis humanitaria e institucional venezolana por parte del gobierno interino de Juan Guaidó, su cuerpo diplomático y comisionados. Pero la realidad venezolana es muy atípica y bizarra. Un 5% de la población, come y bebe de bodegón en bodegón, ataviados de plantas eléctricas, pozos y escoltas blindados, mientras un 95% va sumergido en la miseria, la pobreza y el hambre, sin agua, luz ni gas.
Ese 5% ha privilegiado el olvido de la política y pareciera que los sondeos de opinión pública [que registran una aparente normalización] se hacen en ese segmento. El otro 95% queda relegado y olvidado, por lo que deciden marcharse. Para el 2022 seremos 7 millones de venezolanos exiliados y el contador en marcha ¿Quién pone la mirada sobre ellos?
Otros deciden volver
Como embajador de Venezuela en Canadá me ha tocado atender las más dolorosas vivencias de compatriotas. Nos piden auxilio desde Trujillo, Arequipa o Lima en Perú; Santa Cruz o La Paz en Bolivia; Funchal, Barranca o Bogotá en Colombia, o desde la frontera en Chile. Una ola de fenómenos sociales inhumanos y bárbaros se expanden como epidemia por el continente latinoamericano, atrapando a nuestros compatriotas en penosas y peligrosas experiencias. Este es el plan del Foro de Sao Paulo. Propiciar el caos y masificar la indigencia de un continente, que al final es lucha de clases.
No es un secreto que la trata de blancas, de niños, de mujeres venezolanas cabalga por la subregión. Agiotistas que cobran con la vida la morosidad. Explotación laboral, que es esclavitud. Discriminación, hostigamiento y abuso de menores en escuelas, hospitales, barriadas y asentamientos. Son crueles las denuncias que nos llegan a Canadá de connacionales venezolanos víctimas de graves violaciones de sus derechos humanos, pidiendo desesperadamente ayuda para volver a Venezuela.
Esta tragedia humanitaria no es casual. Es provocado por un modelo de poder perverso que sabe que propiciar la miseria es lograr control y violencia. Un impacto inevitable [proliferación crítica de la vulnerabilidad] en países que carecen de la fuerza económica y condiciones sociales para atender tal volumen de migrantes. España y Canadá aceleran el paso de los recursos obtenidos en las Conferencias de Donantes. Entretanto elevamos nuestra voz y abrimos nuestros brazos para alertar estas desgracias, denunciar excesos y rescatar a los que podemos salvar.
En medio de este holocausto una Venezuela de bodegones trata de vivir de espejismos y hacerle creer al mundo, que Venezuela se estabiliza. ¿Cómo se puede hablar de normalización en un país donde un tercio de su población vive en situación de hambruna, un porcentaje elevado de nuestros niños registran lesiones cognitivas irreparables, de pronto amanece el país a oscuras, y seguimos sin combustible? El método cubano lo logró. Puso a unos pocos a vivir de ensueños, los adaptados y a la gran mayoría, en una inagotable pesadilla, los desplazados. Hora de despertar.
La verdad nos hará libres
El 2021 ha puesto en relieve la agenda de terror en Venezuela. No por casualidad el Fiscal de La Haya, abrió una investigación a la situación Venezuela 1, afirmando que en nuestro país hay motivos suficientes para concluir que se han cometido crímenes de lesa humanidad. Por muchos años las víctimas han sido torturadas, perseguidas, encarceladas, desaparecidas o asesinadas, impunemente. Un sistema de terror instalado por el método del poder absoluto cubano, que va por libre en un mundo global pero contradictoriamente más impedido de derribar los muros de tiranía.
El fiscal de la CPI en propio territorio venezolano notificó que su despacho va a investigar la situación Venezuela 1. Una ruta procesal por la reivindicación de la justicia que sin duda es una esperanza real de paz.
No es bueno dejarse llevar por matrices de opinión de minorías que decidieron vivir en su microcosmos entre el Humboldt y lecherías. Tampoco por la vida en RRSS. La tragedia venezolana se agudiza. Las condiciones de vida empeoran para la mayor parte de la población. La gente se va y otros regresan marcados con experiencias muy perversas y traumáticas. Esta tragedia humana y social no cesará mientras persista un modelo de poder cubano, cuya principal finalidad es mantenerse en el mando masificando pobreza, hambre y miseria, que es dependencia y control.
En Venezuela no existe ni normalización ni estabilización. En Venezuela lo que hay es una falsa ilusión. Sigue su paso un proyecto absolutista que habilita perniles, electricidad, motocicletas y San Nicolás [al más puro estilo capitalista], cuando desea maquillar un “triunfo electoral”. Decirle al mundo la verdad también ha sido nuestra tarea. Y extender nuestra mano a los más vulnerables una misión inevitable. La verdad nos hará libres. Pero no es suficiente decirla. También hay que escucharla.
El manto sibilino de una aparente normalización
[…] Escribiendo estas líneas leemos la noticia y la celebramos, sobre la decisión de la Corte Suprema del Reino Unido que ha determinado su reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela hasta que se celebren elecciones libres, con lo cual se mantiene a buen resguardo las reservas de oro de Venezuela en las bóvedas del Banco Central del Reino Unido. ¡Nos han escuchado! Logros significativos en materia humanitaria, institucional, justicia penal internacional, derecho internacional, refugio y derechos humanos, que ponen en evidencia una realidad inocultable por el manto sibilino de una aparente normalización.