A partir del próximo 1 de enero de 2020, Barcelona aplicará el veto a los vehículos contaminantes, es decir, que no posean la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico en un área de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de más de 95 kilómetros cuadrados, lo que supone casi todo su territorio y es 20 veces la zona de Madrid Central.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damiá Calvet y el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del Área Metropolitana de Barcelona, Antonio Poveda presentaron la medida este lunes. Según explicó Colau, este proyecto se basa en el modelo de otras ciudades europeas como Londres, Berlín, Amsterdam o Roma, entre otros.
Las únicas zonas que no serán afectadas por las medidas son: la Zona Franca y los barrios de Vallvidrera, Tibidabo y Les Planes; así como parte de sus cuatro municipios limítrofes: L’Hospitalet, Cornellà, Esplugues y Sant Adrià del Besòs.
Arriba la Zona de Baixes Emissions.
A partir de l’1 de gener 50.000 vehicles molt contaminants deixaran de circular de dilluns a divendres.
Per salvar vides, respirar més tranquils, perquè els nens i nenes puguin respirar aire net.
Per salvar el nostre planeta 🌱🌍 pic.twitter.com/Ry5wmSVP5J
— Janet Sanz 🍉 (@janetsanz) September 16, 2019
Sin embargo, las multas no empezarán a aplicarse sino hasta abril, cuando los ciudadanos ya hayan tenido un tiempo para habituarse a las restricciones. Las multas irán desde los 200 euros a los 1.803 euros, y tendrán en cuenta la reincidencia.
Se prevé que en un primer momento unos 50.000 vehículos dejen de circular por la ZBE, que estará activa los días laborables entre las 7 y 20 horas. Además, se espera que la aplicación de esta medida logre reducir un 15% de las emisiones de óxidos de nitrógeno y un 6% de dióxido de carbono.
Pero las estimaciones de la administración son optimistas: en cuatro años se puede reducir la circulación de 125.000 vehículos contaminantes, mientras que en los próximos 15 años se emitirá un 30% menos de las emisiones contaminantes.
Una “medida histórica”
En la presentación de la propuesta de ordenanza, que lleva por lema “Comencemos a respirar tranquilos”, Colau ha dicho que se trata de “una medida histórica”, un “cambio de paradigma que marcará un antes y un después y una voluntad política. Ya no hay marcha atrás”.
La alcaldesa dejó claro que «no es una medida contra nadie, sino a favor de la población». Asimismo, aseguró que no se hace “porque haya multas de la Unión Europea, sino porque nos importan las vidas de los ciudadanos”. Se prevé que se apruebe en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona en diciembre.
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