La violencia sigue tomando cuerpo en los Estados Unidos después del asesinato del afroamericano George Floyd, el pasado lunes en Minneapolis. Varias importantes ciudades como Los Ángeles, Denver, Cleveland, Miami, Milwaukee, Seattle, Filadelfia, Atlanta, Rochester (Nueva York) y Lousville se han sumado a Minneapolis con el establecimiento de toques de queda para controlar los disturbios, que cobraron una nueva víctima en Indianápolis.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz, ordenó por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial la puesta en estado de alerta de toda la Guardia Nacional.
Según el líder demócrata, la decisión de movilizar los 13.000 efectivos de la Guardia Nacional, que es parte de la Reserva del Ejército de EE UU, se debe a que lo que ocurre no tiene que ver con la muerte de Floyd, sino con ataques a la sociedad civil y a la intención de propagar el miedo.
Las dos grandes ciudades del estado, Minneapolis y St. Paul, que en realidad forman una sola zona urbana, «están bajo asalto», de acuerdo a Walz, que al igual que el presidente Donald Trump ha indicado que el 80% de los violentos provienen de otros estados. Unos 2.500 guardias están desplegados en las llamadas “Ciudades gemelas”, donde viven unos 3,5 millones de personas.
«Espero que la comunidad mantenga la calma y centren las protestas en lo que es importante: la muerte de George Floyd. No hay que dejar que se transformen en lo que fueron ayer y anteayer, cuando degeneraron en una destrucción total», declaró el viernes el dueño de la destilería Du Nord Craft Spirits, Chris Montana, cuyo negocio fue respetado donde se leían los letreros “Este negocio es propiedad de un negro”. Y destruido donde no.
Alcaldesa de Atlanta: “Esto es el caos”
Bajo sospecha de usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado, cuatros agentes detuvieron el lunes a Floyd. Mientras estaba en el piso esposado, uno de ellos, Derek Chauvin, presionó con su rodilla durante varios minutos el cuello del hombre de 46 años, que gritaba que no podía respirar. Murió después de ser trasladado a un centro asistencial.
En las imágenes que circularon por las redes sociales se observaba lo poco que le importaban al policía blanco las súplicas del exjugador de baloncesto nacido en Houston e incluso los gritos de los transeúntes.
La alcaldesa afroamericana y demócrata de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, ha criticado con dureza a los manifestantes que atacaron con pedradas y al menos una bengala la sede de CNN.
«Lo que estoy viendo en las calles de Atlanta no es Atlanta. No es protesta. Esto no está de acuerdo con el espíritu de Martin Luther King (líder de los derechos de los negros asesinado en 1967). Esto es el caos«.
En Los Angeles, el número de detenidos solo durante la noche y madrugada del sábado superó los 530 arrestos por robo, saqueo, violación de libertad condicional, agresión a la policia e intento de asesinato, entre otros.
Hay temor de que las protestas propaguen aún más en los Estados Unidos el virus del SARS-CoV-2, pues el uso de mascarillas no siempre está presente y menos el distanciamiento social.
Jugadores de la NFL levantan su voz por George Floyd
A las protestas que se han extendido por muchas regiones de EE UU también se ha sumado un importante movimiento de jugadores de la NBA e incluso de la NFL, un deporte con una mayoritaria presencia de personas blancas, que han salido a rechazar con fuerza lo hecho por Chauvin.
Las estrellas del baloncesto LeBron James, Carmelo Anthony y Dwyane Wade han levantado su voz. También lo ha hecho el técnico de los Warriors, Steve Kerr. Esto no es extraño que ocurra en el baloncesto, donde sus grandes figuras son personas de color. Pero asimismo han condenado el asesinato y expresado su apoyo a la comunidad afroamericana Carson Wentz, quarterback titular de los Philadelphia Eagles, y Joe Burrow, último número 1 del draft, quarterback de los Cincinnati Bengals.
«Todo lo que sé es que el racismo institucional instaurado en este país rompe mi corazón y debe detenerse. No puedo ni imaginar lo que la comunidad negra tiene que pasar en el día a día. No entiendo que en la sociedad en la que vivimos no se valore la vida«, escribió Wentz.
Mientras, Burrow indicó en Twitter que “la comunidad negra no ha sido escuchada durante demasiado tiempo. Esto no es política, son derechos humanos». También se pronunció Brian Flores, entrenador de los Miami Dolphins, uno de los cuatro entrenadores de raza negra en la NFL, donde juegan 32 franquicias, quien afirmó que el silencio de muchos ante la muerte de Floyd “es una de las cosas más horribles que he visto».
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