Este verano se ha visto marcado por las sofocantes olas de calor en varias ciudades del mundo. Una de ellas, y podría decirse que la más afectada, es Jacobabad, en Pakistán, donde oficialmente han superado la temperatura umbral de tolerancia humana, con unos 52 grados centígrados (126 °F) que amenazan la vida de sus más de 200.000 habitantes. Pero no es la única región en peligro, el cambio climático avanza a un ritmo imparable y las temperaturas «inusualmente altas» también se están dando en zonas del hemisferio norte comúnmente frescas.
La mezcla de calor y humedad que tiene Jacobabad hizo que se convirtiera en la segunda ciudad en haber cruzado este umbral fatal de temperatura. Después de Ras al Khaimah en los Emiratos Árabes Unidos. Los expertos aseguran que esta región, ubicada en la provincia de Sindh, alcanzó el sombrío hito varias décadas antes de sus predicciones. Pero lo que más temen actualmente es que las temperaturas sigan aumentando o que en poco tiempo otras ciudades del mundo entren en el ranking.
Aunque Jacobabad es conocida por sus veranos abrasadores, nunca había llegado a una máxima tan alta. “Cuando hace tanto calor, ni siquiera puedes mantenerte de pie”, explica un residente llamado Zamir Alam. Las calles están desiertas y los residentes se refugian lo mejor que pueden para soportar temperaturas extremas. Casi nadie cuenta con aire acondicionado en sus hogares, y constantemente sufren de apagones que dejan sin electricidad a buena parte de la ciudad.
Jacobabad y Ras al Khaimah comparten temperaturas extremas pero viven muy diferente
Esta región de Pakistán, a lo largo del valle del Indo, es de los lugares más vulnerables al cambio climático en el mundo. Tom Matthews, profesor de ciencias del clima en la Universidad de Loughborough junto a sus colegas analizaron el año pasado datos de estaciones meteorológicas mundiales. También examinaron las llamadas temperaturas de bulbo húmedo. Estos datos se toman de un termómetro cubierto con un paño empapado en agua para que tengan en cuenta tanto el calor como la humedad.
Los investigadores dicen que con una lectura de bulbo húmedo de 35 ° C, el cuerpo ya no puede enfriarse por sí solo sudando y esa temperatura puede ser fatal en unas pocas horas, incluso para las personas más resistentes al calor.
Jacobabad cruzó el umbral de bulbo húmedo de 35 ° C en julio de 1987, y luego de nuevo en junio de 2005, junio de 2010 y julio de 2012. Cada vez que el límite se ha traspasado ha sido sólo por unas pocas horas. Sin embargo, esta vez ha durado el tiempo suficiente como para traducirse realmente en una letalidad generalizada.
Otra cuestión que los investigadores han notado es que la ola de calor se vive muy diferente en Jacobabad y en Ras al Khaimah. En los Emiratos Árabes Unidos abunda la electricidad y el aire acondicionado. Es una ciudad rica y por eso el umbral puede tener poco efecto en los residentes. Mientras que en Jacobabad muchos subsisten con salarios de solo un par de libras al día.
Ola extrema de calor en Estados Unidos y Canadá
Esta semana las altas temperaturas también han sido noticia al noroeste de los EE UU. En Portland y Seattle, donde normalmente hay mucho frío y humedad, la temperatura ha alcanzado un máximo local histórico de 46 ° C (108 ° F) en una escala de bulbo seco. También al oeste de Canadá, en la localidad de Lytton, llegaron a los 47,5 ° C.
En los últimos días esa misma localidad en la provincia de Columbia Británica, Canadá registró 486 muertes repentinas y las autoridades lo han atribuido a la ola de calor que azota la región. Mientras que en Estados Unidos se han contado al menos 80 muertos. «Si bien es demasiado pronto para decir con certeza cuántas de las muertes están relacionadas con el calor, es probable que el aumento significativo en las muertes reportadas (del 195% en comparación con otros años) sea atribuible al clima extremo», dijo Lisa Lapointe, directora forense de la provincia.
Entre los últimos tres y cinco años, solo se habían producido en la provincia tres muertes por causas vinculadas al calor. Esto es un indicio de que el cambio climático se está moviendo con más rapidez y está aumentando los episodios de temperaturas extremas, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El cambio climático hace de las suyas
El aumento en intensidad y en número de estas olas de calor es una de las consecuencias del cambio climático sobre las que los expertos advierten desde hace años. Son temperaturas más propias del Medio Oriente, pero ya están llegando a Europa y poco a poco afecta también a América.
En 2018 el Banco Mundial advirtió que los cambios climáticos corren el riesgo de afectar gravemente el nivel de vida de cientos de millones en el sur de Asia. Este clima abrasador viene con temporadas de primavera cada vez más cortas, cálidas y tempranas que han hecho que sea todo un reto para los agricultores en este lado del mundo, quienes luchan para hacer frente a los nuevos patrones climáticos. Y es que el calor ha secado las tierras de cultivo y también ha afectado las ganancias al hacer que las frutas y verduras maduren antes, lo que significa que son más pequeñas.
Si las temperaturas siguen aumentando y también cambian los patrones de lluvia, los expertos del clima prevén que para 2050 las dificultades con la agricultura, el riego, las enfermedades y el trabajo afectarán gravemente la calidad de vida de las personas en algunas regiones de Asia. Mucha gente es consciente de esto, pero no pueden hacer nada. La mayoría es gente de clase muy baja que no tiene a dónde ir.
Sin el cambio climático inducido por el hombre, habría sido casi imposible alcanzar temperaturas medias de junio tan altas en el oeste de los Estados Unidos, ya que «las posibilidades de ocurrencia natural son una vez cada decenas de miles de años”, explica Nikos Christidis, del servicio meteorológico del Reino Unido.
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