Científicos chinos desarrollaron microcápsulas curativas para vacunas terapéuticas contra el cáncer. La microcápsulas de ácido poliláctico pueden activar eficazmente el sistema inmunitario. Su uso podría servir para inhibir el desarrollo de tumores.
«Las microcápsulas autocurativas modulan sinérgicamente los microambientes de inmunización para una potente vacunación contra el cáncer» es un estudio que desarrollaron científicos del Instituto de Ingeniería de Procesos (IPE) de la Academia de Ciencias China. La investigación se publicó recientemente en la revista Science Advances.
Vacunas terapéuticas contra el cáncer
Ma Guanghui y Wei Wei , profesores del IPE, dirigieron la investigación. El equipo que lideraron trabajó antes en el diseño e investigación de una serie de vacunas contra el cáncer, pero las vacunas que lograron presentaron ciertas limitaciones.
Las vacunas terapéuticas contra el cáncer han demostrado ser eficaces para combatir el desarrollo de varios tumores como el linfoma, el mleanoma y el cáncer de mama. Las vacunas tumorales desarrolladas anteriormente por el equipo del IPE no resultaron tan eficaces al verse influenciadas por diferentes factores.
Un microambiente de inmunización desfavorable, complicados procesos de preparación y la frecuente necesidad de vacunas complicaron su funcionamiento. Este revés, impulsó a los investigadores a diseñar una fórmula nueva que los condujo al uso de microcápsulas de alto rendimiento contra el cáncer.
Vacunas basadas en microcápsulas
La vacuna basada en microcápsulas funciona de la siguiente manera. Se cargan las microcápsulas con el antígeno. Luego de la vacunación, las microcápsulas generan un ambiente favorable para la inmunización.
¿Cómo se genera este ambiente? A través de la coordinación del movimiento que produce la liberación del antígeno, el comportamiento de las células reclutadas y el entorno ácido circundante de la microcápsula.
Esa coordinación mejora el rendimiento del antígeno y activa las células que los portan y presentan. La consecuencia es una respuesta eficaz de las células T (un tipo de glóbulos blancos que se forman en las células madres de la médula ósea).
El siguiente paso es la inhibición del tumor, la aparición de efectos antimetastásicos más la prevención de recaídas luego de procesos quirúrgicos. La prevención se logra con varios tipos de antígenos ante diferentes modelos de tumores.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es una nueva modalidad terapéutica con mucho potencial para el tratamiento contra el cáncer. Una de las estrategias de la inmunoterapia es la vacunación.
El método consiste en la captación de antígenos para activar y localizar los ganglios linfáticos de las células que porten el antígeno. El objetivo es generar una respuesta de las células T para que reconozcan y eliminen las células tumorales.
Sin embargo, este enfoque terapéutico tiene sus limitaciones, por ejemplo los antígenos pueden ser eliminados por medio de procesos metabólicos. Razón por la que las células que deberían presentar el antígeno no se cargan correctamente para procesar la presentación. De manera que no ocurre la activación de las células T.
Hallazgos de gran potencial
De allí la necesidad de diseñar estrategias que generen un ambiente propicio para la supervivencia del antígeno. Justamente este fue el escollo que la investigación logró salvar.
Se contruyeron microcápsulas de autocuración que propician microambientes de inmunización más óptimos para la vacunación contra el cáncer.
Para la microencapsulación se utilizaron microesferas gigaporosas basadas en ácido poliláctico, que a través de un proceso de sellado produjeron microcápsulas cargadas de antígeno.
Las microcápsulas permanecieron en el sitio de la inyección, formaron un depósito del antígeno desde donde se activaron las células presentadoras del antígeno que propiciaron la respuesta de las células T. Los hallazgos del estudio representan resultados de gran potencial para la consecución de vacunas terapéuticas e inmunoterapias contra el cáncer.
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