El cáncer del cuello del útero, o cervical, es una preocupación de salud mundial que afecta a mujeres en todas partes. Un estudio reciente demuestra que la vacunación completa contra el VPH (virus del papiloma humano) en mujeres jóvenes resulta en cero casos de cáncer cervical. Public Health Scotland (PHS) anunció que la vacuna contra el VPH es “altamente eficaz” para evitar este tipo de cáncer.
El cáncer cervical es el cuarto cáncer más común en mujeres a nivel global. Las estadísticas de la OMS indican que solo en el año 2020 se registraron unos 604.000 nuevos casos y 342.000 muertes. Los países con ingresos bajos y medios tienen las tasas de incidencia y mortalidad más altas. Debido a la falta de acceso a detección temprana y tratamiento. En los Estados Unidos, se diagnosticaron cerca de 11.500 nuevos casos y alrededor de 4.000 muertes por cáncer cervical en 2020. En España, la incidencia y mortalidad por cáncer cervical son muy bajas, con una tasa de mortalidad bruta de 3.03 por 100.000.
El 95% de los cánceres cervicales son causados por una infección persistente de VPH en el cuello uterino sin tratamiento. El cérvix es la parte inferior del útero que se abre en la vagina, también conocida como canal de parto. Normalmente, las células anormales tardan entre 15 y 20 años en convertirse en cáncer, pero este proceso puede acelerarse en mujeres con un sistema inmunológico debilitado.
VPH
El VPH o virus del papiloma humano es un conjunto de virus comunes con más de 100 variedades. Es una infección de transmisión sexual. Muchas mujeres se infectan con el VPH en algún momento de su vida sin experimentar efectos negativos. Generalmente, la infección no presenta síntomas y desaparece por sí sola. Pero en ciertos casos, una infección persistente puede llevar a una enfermedad cervical.
Algunos tipos de VPH son de alto riesgo porque están asociados con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Casi todos los cánceres de cuello uterino (99,7%) son causados por la infección de un VPH de alto riesgo. Muchos tipos de VPH afectan a la boca, la garganta o la zona genital, y son fáciles de contraer a través del contacto sexual.
El estudio
El cáncer cervical es el tipo de cáncer más común en mujeres de 25 a 35 años en Escocia, con alrededor de 300 diagnósticos anuales. Se ofrece cribado a todas las mujeres de 25 a 64 años. Las vacunas han demostrado reducir significativamente la incidencia de la enfermedad preinvasiva e invasiva.
El estudio fue de tipo poblacional observacional. Utilizó datos de cribado, inmunización y registro de cáncer de Escocia para evaluar la influencia de la edad, el número de dosis y la privación en la incidencia de la enfermedad invasiva después de la administración de la vacuna bivalente. Public Health Scotland colaboró con las universidades de Strathclyde y Edimburgo en su investigación.
Los datos de las mujeres nacidas entre el 1 de enero de 1988 y el 5 de junio de 1996 se extrajeron del sistema escocés de cribado de cáncer de cuello de útero en julio de 2020 y se relacionaron con los datos del registro de cáncer, inmunización y privación. La incidencia de cáncer cervical invasivo por 100,000 personas-año y la efectividad de la vacuna se correlacionaron con el estado de vacunación, la edad en el momento de la vacunación y la privación.
Eficacia comprobada
Los resultados mostraron que no se registró ningún caso de cáncer invasor en las mujeres vacunadas a los 12 o 13 años, independientemente del número de dosis. Las mujeres vacunadas entre los 14 y los 22 años y a las que se administraron 3 dosis de la vacuna bivalente mostraron una reducción significativa de la incidencia en comparación con todas las mujeres no vacunadas.
Estos hallazgos confirman que la vacuna bivalente previene el desarrollo de cáncer cervical invasivo y que incluso 1 o 2 dosis con 1 mes de intervalo confieren beneficio si se administran a los 12-13 años. A edades más avanzadas, se requieren 3 dosis para que la eficacia de la vacuna sea estadísticamente significativa. El estudio demostró además que las mujeres de zonas más desfavorecidas se benefician más de la vacunación que las de zonas menos desfavorecidas.
El estudio se publicó en la revista Journal of the National Cancer Institute. “Demuestra la eficacia de la vacuna contra el VPH. Ya que hasta la fecha no se ha registrado ningún caso de cáncer de cuello de útero en mujeres totalmente vacunadas que recibieron su primera dosis a los 12-13 años”, declaró la Dra. Kirsty Roy, asesora en protección de la salud del PHS.
El programa de vacunación se inició en Escocia en 2008, administrando la vacuna a las niñas en su primer año de secundaria, a los 12 o 13 años. La vacuna, que ahora también se ofrece a los jóvenes, ayuda a protegerlos de otros cánceres relacionados con el VPH en etapas posteriores de la vida, como los de cabeza, cuello y anogenitales, así como de las verrugas genitales.
No es la única
Hasta la fecha hay seis vacunas contra el VPH disponibles en todo el mundo. Todas protegen contra los tipos 16 y 18 del VPH, responsables de la mayoría de los cánceres de cuello uterino. Las vacunas se consideran altamente eficaces para prevenir la infección por VPH y, por lo tanto, para prevenir el desarrollo de lesiones precancerosas y el cáncer de cuello uterino. La OMS recomienda la vacunación para niñas y niños a partir de los 12 años contra el VPH. Idealmente antes de que tengan contacto sexual, ya que una vez que se produce la infección por VPH, la vacuna puede ser menos efectiva.
El cáncer de cuello uterino es un problema de salud global que afecta a mujeres de todo el mundo, con tasas de incidencia y mortalidad más elevadas en países de bajos y medianos ingresos. Todos los países se han unido en un compromiso global con base en la Estrategia Mundial de la Organización Mundial de la Salud para erradicar el cáncer de cuello uterino como problema de salud pública. El objetivo es reducir la tasa de incidencia a cuatro casos por cada 100.000 mujeres al año.
«La vacunación contra el VPH ha demostrado su eficacia en la prevención del cáncer de cuello de útero y, junto con las revisiones periódicas para la detección precoz y el tratamiento, es posible conseguir que sea una enfermedad poco frecuente».
Dra. Kirsty Roy, asesora en protección de la salud del PHS
Una rara enfermedad en 2030
Para alcanzar este objetivo, se han trazado tres metas importantes para el año 2030. La primera meta es que el 90% de las niñas estén completamente vacunadas contra el VPH antes de cumplir los 15 años. La vacuna contra el VPH es una herramienta poderosa en la lucha contra el cáncer de cuello uterino. La inmunización temprana puede proporcionar protección antes de que las niñas estén expuestas al virus.
Que el 70% de las mujeres sean examinadas mediante una prueba de alta precisión antes de los 35 años y nuevamente antes de los 45 años es la segunda meta. Las pruebas pueden detectar signos tempranos de cáncer de cuello uterino. Lo que permite un tratamiento temprano y más efectivo.
La tercera meta es que el 90% de las mujeres diagnosticadas con lesiones precancerosas y el 90% de las mujeres con cáncer invasivo del cuello uterino reciban tratamiento. El tratamiento temprano y efectivo puede prevenir que el cáncer de cuello uterino se desarrolle y se propague.
Si se alcanzan estas metas para el año 2030, se estima que se pueden evitar 74 millones de nuevos casos de cáncer de cuello uterino. También se podrán evitar 62 millones de muertes. Es un objetivo ambicioso, pero alcanzable. Cada paso que tomamos hacia estas metas nos acerca a un mundo en el que el cáncer de cuello uterino sea una rara enfermedad.