El comercio sexual tiene múltiples caras. Unas más atroces que las otras. Con el fin de obligar a las madres a seguir trabajando, traficantes utilizan en México a los hijos como rehén para someter a las mujeres.
Activistas indicaron que los traficantes se aprovechan de las madres jóvenes y empobrecidas. A veces se hacen pasar por el novio de las víctimas e incluso se casan y tienen hijos con ellas.
Cuando las mujeres forzadas a la prostitución no ganan su cuota semanal, desobedecen las reglas o intentan escapar, los traficantes amenazan con mantener o dañar a sus hijos, dijeron.
«Una forma en que los traficantes coaccionan a sus víctimas en México es haciéndolas quedar embarazadas y luego quitándoles el cuidado de los niños«, dijo Rosi Orozco. Esta mujer encabeza la Comisión Unidos contra la Trata de Personas, una organización no gubernamental mexicana.
«Luego la amenazan continuamente con que nunca volverá a ver a su hijo si no hace lo que le dicen», dijo la excongresista que encabezó la ley contra la trata de personas en México en 2012.
Unas 377 mil personas sufren en México algún tipo de trata y la mitad de la población se encuentra vulnerable ante este tipo de delito, según esta Comisión.
Tráfico sexual, un negocio familiar
En los últimos cinco años, cerca de 400 víctimas del tráfico sexual han sufrido de esta manera, según Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe.
Las víctimas son comúnmente mujeres y niñas de entre 15 y 25 años que viven en áreas empobrecidas de todo México, dijo Ulloa a la Fundación Thomson Reuters.
Las mujeres son atraídas con ofertas falsas de trabajo como bailarinas o modelos en ciudades de México y Estados Unidos solo para ser forzadas a la prostitución en las calles y burdeles, dijo.
Cuando utilizan en México a los hijos como rehén las madres se ven atadas de manos. Hay sectores de los estados del centro de México, Puebla y Tlaxcala, donde el tráfico sexual generalmente es un negocio familiar.
Los hijos de las víctimas se convierten en propiedad de pandillas locales, según Ulloa.
«Está, como el padrino, el jefe de la familia. Toda la familia debajo de él desempeña un papel. Algunos en el cuidado de los niños», dijo Ulloa.
«Pero no cuidan a los niños»
Los niños, incluidos bebés rescatados en operaciones policiales contra la trata de personas, fueron encontrados en condiciones «atroces, superpobladas», y algunos fueron atados, dijo Ulloa.
«Hubo situaciones en las que los niños de tres años tenían que cambiar los pañales de los bebés y tenían erupciones rojas y horribles», dijo.
En Tlaxcala, el tráfico sexual es a menudo un delito transmitido de generación en generación. Es considerado como una «tradición cultural», según Jorge Sosa, abogado y activista contra la trata de personas en Puebla.
«Se acepta en las familias que los niños se preparen y aspiren a convertirse en proxenetas. Los niños incluso se sienten orgullosos de decir que, cuando crezcan, quieren ser proxenetas», dijo.
A nivel mundial, casi cinco millones de personas se ven forzadas a la explotación sexual, según la Organización Internacional del Trabajo.
Explotación sexual comercial infantil
La Organización Internacional del Trabajo investiga con detenimiento el tema de la explotación sexual, sobre todo el caso infantil.
Conceptualiza esta como la explotación por un adulto de un niño, niña o adolescente, menor de 18 años, acompañada del pago en efectivo o en especie al niño, niña o adolescente, o a un tercero o terceros.
La OIT considera que la Explotación sexual comercial infantil (ESCI) es una grave violación de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes. Es una forma de explotación económica análoga a la esclavitud y al trabajo forzoso. Constituye además un delito por parte de los que utilizan a niñas, niños y adolescentes para el comercio sexual.
La ESCI comprende los aspectos siguientes:
- La utilización de niños y niñas en actividades sexuales remuneradas, en efectivo o en especie, (conocida comúnmente como prostitución infantil) en las calles o en el interior de establecimientos. Refiere a lugares como burdeles, discotecas, salones de masaje, bares, hoteles y restaurantes, entre otros.
- La trata de niños, niñas y adolescentes con fines de explotación sexual.
- El turismo sexual infantil.
- La producción, promoción y distribución de pornografía que involucra niños, niñas y adolescentes.
- El uso de niños en espectáculos sexuales (públicos o privados).
Primero hay que rescatar a los hijos
Durante la última década, las autoridades federales han investigado 169 casos de trata de personas en Puebla y Tlaxcala, incluida la prostitución forzada, según cifras oficiales.
Pero es improbable que los sobrevivientes testifiquen en los casos contra los perpetradores a menos que las autoridades puedan rescatar primero a sus hijos, dijo Ulloa.
Si utilizan en México a los hijos como rehén, las mujeres “no hablarán si saben que sus hijos aún están en manos de los traficantes», añadió la directora regional de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe.
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