Uso responsable de la tecnología

El reflejo del compromiso firme de Telefó­nica con el uso responsable de la tecnolo­gía en la protección de niños, niñas y ado­lescentes se encuentra recogido en los Principios de Negocio Responsable y en diferentes políticas corporativas como la Política de Diversidad, la Normativa de Comunicación Respon­sable o la Política de Sostenibilidad en la Cadena de Suministro.

Por su parte, la Comisión de Sostenibilidad y Cali­dad del Consejo de Administración de Telefónica su­pervisa el Plan Global de Negocio Responsable, que abarca todas las cuestiones incluida el uso respon­sable de la tecnología, con especial foco en uno de los colectivos más vulnerables: los menores de edad.

Este compromiso con los menores de edad se visua­liza en varios proyectos con terceros (Club de Malasmadres, Movistar Riders y expertos en educa­ción digital y familia), así como en numerosas accio­nes de sensibilización a través de los diferentes ca­nales de comunicación del Grupo Telefónica (blogs, newsletters, eventos, etc.).

LA FAMILIA SU PAPEL ACTIVO

Aun así, la familia es un elemento de­terminante en el acompañamiento y orientación de los hijos e hijas para un uso responsable de las pan­tallas y, deben tomar un papel activo en su uso.

NATIVOS DIGITALES. Los nativos digitales han crecido viendo a sus padres con un móvil, ordenador o tablet en sus manos y han incorporado de forma sistemática el uso de los disposi­tivos electrónicos en la rutina. El papel de los padres en la educación de sus hijos es clave porque son sus referentes más cercanos.

María Zabala, consultora de comunicación es­pecializada en Ética y Ciudadanía digitales y exper­ta en educación digital, señala tres palabras clave a la hora de hablar de uso responsable:

• Conciencia. Debemos ser conscientes del impac­to que tiene que hagamos uso de cualquier dispositivo, tanto para nosotros como para el resto de las personas.
• Información. Es fundamental aprender sobre los entornos digitales en los que nos movemos. Conocer estos entornos nos permitirá tomar decisiones sobre a qué queremos prestar realmente atención.
• Agencia, entendida como responsabilidad perso­nal de nuestros actos, palabras y acciones. Tenemos que dejar de poner el foco en lo que la tecnología y la sociedad hacen con nosotros y darle la vuelta: ¿qué es lo que nosotros hacemos con la tecnología y la socie­dad? Esta reflexión nos aportará un uso más respon­sable de la tecnología.

COMPROMISO. El reflejo del com­promiso firme de Telefónica con el uso responsable de la tecnología en la protección de niños, niñas y adolescen­tes se encuentra recogido en los Prin­cipios de Negocio Responsable y en diferentes políticas corporativas como la Política de Diversi­dad, la Normativa de Comunicación Responsable o la Política de Sosteni­bilidad en la Cadena de Suministro.

NI PROHIBICIÓN TOTAL NI BARRA LIBRE PARA LAS PANTALLAS

Consejos para acompañar desde casa un uso respon­sable:

• Buenos ejemplos y comunicación. Los padres y madres asumen la responsabilidad de educar a sus hi­jos y, al igual que lo hacen en el mundo analógico, no deberían dejar de hacerlo en el espacio digital. Para ello, los ejemplos y la comunicación se imponen como claves fundamentales para que los niños empiecen a transitar por él de la mano y los consejos de sus me­jores asesores.
• Normalizar la tecnología e incorporarla al resto de mensajes educativos que trasladamos a nuestros hijos. Ni prohibición total ni barra libre de WiFi.
• Tiempo medido, tiempo responsable. Pero el tiempo no puede ser el único criterio. Valorar también los momentos de uso (¿tiene sentido que se use la tec­nología en ese momento o para esa actividad o no?), forma de uso (¿se usa solo o acompañado de un adul­to?), intención de uso (¿para qué?).
• Instaurar normas de uso de pantallas. En función de edad, capacidades, madurez…, no hay reglas están­dar para todos los niños.
• Buscar un equilibrio entre lo que esperan los adul­tos y lo que esperan los menores. Tener en cuenta que el mundo en el que crecimos los adultos no es el mismo que en el que están creciendo los menores. Educar des­de la asertividad pero también desde la proximidad.
• Inculcar hábitos de vida saludables, también con las pantallas y fomentar actividades digitales acordes a su talento.
• Las pantallas, de ser posible, mejor en lugares co­munes.
• Juegos pedagógicos y en familia. Participar de las experiencias digitales de los menores e interesar­se por sus intereses y por lo que hacen en la Red. Ser más explícitos en la escucha y en la comunicación

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