Joe Biden, desde la campaña electoral en Estados Unidos, utiliza doble mascarilla para protegerse del virus que ronda con mayor prevalencia en reuniones en sitios cerrados y en los inevitables conglomerados de sus simpatizantes. En el acto de posesión como presidente, Biden y su esposa asistieron con doble protección. Primero con una máscara quirúrgica y encima otra de tela negra.
La vicepresidenta Kamala Harris hizo lo mismo. Al igual que varios miembros del nuevo gabinete. La poeta Amanda Gorman también usó una máscara quirúrgica debajo de su protección facial de Prada durante el evento.
“Si tienes una cubierta física de protección con una capa, te pones otra capa. Simplemente es sentido común pensar que probablemente sea más efectivo. Esa es la razón por la que ves a las personas con doble mascarilla o con una versión de una (mascarilla) N95”, dijo Anthony Fauci. Director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y ahora asesor médico en jefe de Biden.
Con el auge de las nuevas cepas del coronavirus, que elevan su transmisibilidad, hay que redoblar las medidas de control. No solo insistir en la distancia social y el lavado frecuente de manos. También, en lo personal, el uso de mascarillas dobles.
La superposición de dos mascarillas tiene una mayor eficacia. «Elimina partículas en más de 91%”, señaló Joseph Allen, profesor asociado de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard y director del programa Healthy Buildings.
Doble mascarilla y test de antígenos
Mientras se espera por la vacuna, el uso de mascarilla o doble mascarillas es uno de los mecanismos más eficaces para protegerse de la COVID-19. Además del cuidado personal que hay que tener en la interrelación con otras personas y sus circunstancias.
En Barcelona hay una pequeña fábrica de dispositivos denominados “escudos de mano”, que pronto estarán a la venta en farmacias. Los handshield son elaborados con una tela con tratamiento antivírico y antibacterial. Consta de dos anillas en los extremos y se pueden adaptar a superficies curvas. Se utiliza para colocarlo en el carrito de compras del mercado o, en la barra para sujetarse en el Metro cuando se está de pie. Su uso evita el contacto directo de las manos con superficies.
En estos momentos hay una masiva aceptación en España de los test de antígenos, en especial en Madrid y Cataluña. Se emplean para descartar si la persona tiene el virus siendo asintomático.
Solo es necesario un hisopo y tomar una muestra de la mucosa. Después se coloca el algodón con la muestra en un trozo de cartón, del tamaño de una tarjeta, donde están los reactivos que dirán si el resultado si es positivo o negativo. El tiempo que hay que esperar es de unos 15 minutos. Más rápido que las pruebas PCR que pueden demorarse días.
Estos test de antígenos se deben hacer a personas que no presentan síntomas. El propósito es romper la cadena de transmisión. La Comunidad de Madrid considera que su fiabilidad es superior al 93%. Sin embargo, Fernando Simón, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, hizo un llamamiento a no utilizarlo en todas las situaciones.
Señala que su eficacia en los sintomáticos es “alta”, pero en los asintomáticos “pierde sensibilidad”. Sostiene que las pruebas más fiables siguen siendo las PCR, aunque los test descongestionan los laboratorios. En España se han realizado 28.228.026 pruebas. De ellas, 22.669.046 son PCR y 5.558.980 test de antígenos.
Mascarillas, test y confinamiento
El retraso en la producción y distribución masiva de las vacunas compite en desventaja con la rapidez en que se multiplica el virus. Entretanto, el uso de doble mascarillas es una opción validada , al igual que el confinamiento impuesto o voluntario para evitar más contagios y presión en los hospitales y ucis.
Todas las comunidades han aplicado restricciones a la movilidad nocturna o «toque de queda». Además, las regiones son las encargadas de decretar confinamientos locales o a nivel comunitario. Incluso limitando la entrada y salida de ciudadanos de otros territorios.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, dijo que España restringirá la movilidad con terceros países. El objetivo es evitar «de manera quirúrgica» que se extiendan las nuevas cepas, que son más contagiosas.
«Tenemos que mantener el Espacio Schengen abierto, no tenemos que caer en las medidas en que caímos durante la primera ola, de cerrarlo. Pero también tenemos muy claro que, para controlar la expansión del virus, tenemos que ir restringiendo la movilidad dentro del espacio europeo», añadió.
En Israel, su gobierno decidió prolongar cinco días las medidas de confinamiento que debían cesar la medianoche de este lunes. Ello a pesar de que Israel sigue a la cabeza en el número mundial de vacunados. La medida se tomó después de un mes del confinamiento social y el cierre casi total del comercio.
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