Ocho minutos después de su lanzamiento el pasado 17 de noviembre, se perdió el satélite español de observación SEOSAT-Ingenio en Kourou, en la Guayana francesa. La noticia generó gran impacto a nivel nacional porque se trataba del mayor proyecto espacial en el que se haya embarcado la industria.
El cohete Vega VV17 que debía ponerlo en órbita se desvió de su trayectoria por lo que entonces se reconoció como un «error humano» durante su producción. Exactamente un mes después, una comisión de investigación independiente ha confirmado la causa del desastre: unos cables cruzados.
La explicación de la comisión de investigación independiente, organizada por la compañía francesa Arianespace, fabricante del cohete, y la Agencia Espacial Europea (ESA), es que tras el lanzamiento, las primeras tres etapas del cohete funcionaron con normalidad hasta el encendido de la etapa superior AVUM. En ese momento, la trayectoria se desvió, se perdió el control del cohete y la misión fracasó.
Las investigaciones iniciales, realizadas inmediatamente después del despegue con los datos disponibles, identificaron un problema en la conexión de los cables del sistema AVUM Thrust Vector Control (TVC) de la cuarta etapa como la causa más probable de la pérdida de control del lanzador.
El nuevo informe confirma las causas fundamentales del fallo identificadas inicialmente, explicando qué salió mal en el proceso de integración y por qué no se detectó el error antes del vuelo. El error se produjo en el enrutamiento y conexión incorrectos de las líneas de control de los actuadores electromecánicos del control vectorial de empuje de etapa superior AVUM ( TVC), invirtiendo los comandos de dirección y provocando la degradación de la trayectoria que conduce a la pérdida del vehículo.
Lo volverán a intentar con otro satélite en 2021
La comisión independiente (IEC) ha presentado un conjunto completo de recomendaciones inmediatas y permanentes para garantizar un regreso seguro y rápido al vuelo del satélite, así como para garantizar la confiabilidad de los vehículos de lanzamiento a largo plazo. Entre ellas incluye inspecciones y pruebas adicionales en los siguientes dos lanzadores Vega, cuyo hardware ya está total o parcialmente producido, y mano de obra.
Se han propuesto recomendaciones permanentes para mitigar aún más las causas raíz identificadas, con respecto a los procesos de fabricación, integración y aceptación en las líneas de ensamblaje de Vega en Italia y su aceptación final en la Guayana Francesa.
Desde esta semana, un grupo de trabajo dirigido por la ESA y Arianespace ha comenzado a implementar la hoja de ruta propuesta por la comisión. Algunas de las acciones serán llevadas a cabo por el contratista principal de Vega, la firma italiana Avio. De cara a hacer realidad el próximo lanzamiento de Vega VV18 desde la Guayana Francesa a finales del primer trimestre de 2021.
El primer sistema espacial español
Liderado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), el costo total del proyecto rondó los 200 millones de euros. Tras 8 años de trabajo, SEOSAT-Ingenio iba a ser todo un hito al ser el primer satélite 100% español. Se encargaría de «vigilar» desde el espacio el estado de los suelos, del agua, del aire, e incluso la contaminación de las ciudades.
Era la primera vez que España diseñaba y desarrollaba un sistema completo espacial. De hecho, los contratistas principales, el subsistema, los equipos, los operadores y la explotación comercial ha sido española.
SEOSAT-Ingenio estaba destinado a tomar imágenes de la superficie terrestre con una impresionante resolución de hasta 2,5 metros. Sus fotografías serían utilizadas en múltiples aplicaciones en cartografía, control de cosechas y desarrollo urbano, además del seguimiento de emergencias como inundaciones, incendios o terremotos. Con una vida útil de siete años el artefacto no tenía seguro.
Lea también: