La crisis de salud pública ha sacado a la luz algunos de los problemas del sistema sanitario español que ya existían antes del coronavirus, pero que con la pandemia se han venido agudizando. El país cuenta, entre otras cosas, con un modelo asistencial obsoleto, inadecuado para el manejo de pacientes crónicos, y no cuenta con la solución a una de las necesidades más recurrentes, como lo es es el acceso a una atención pública odontológica. La solución está incluida en la agenda política; sin embargo, no hay avances.
España es uno de los pocos países de la UE sin cobertura pública dental. La odontología para adultos –salvo extracciones de dientes, flemones o traumatismos– no está incluida en la cartera de servicios de la sanidad pública.
El grueso de los países de la UE ofrece al menos una parte de ese gasto. Alemania es la nación con mayor cobertura, soporta el 68% del coste; seguida de Croacia con un 61%, Eslovaquia 56% y Eslovenia 51%. Son datos de la Comisión Europea.
Las cuentas de una familia no dan si se tiene que ir al odontólogo
Cada hogar español gastó en 2015 (último año con cifras disponibles en el Instituto Nacional de Estadística) 435 euros en el dentista. Según el Consejo de Dentistas, una de cada cinco personas en España no visita al odontólogo por motivos económicos, lo que se traduce en un 21% de la población del país.
Prácticamente todos los adultos mayores de 35 tienen o han tenido caries, según la última Encuesta de Salud Oral en España (2015). A los 12 años uno de cada tres niños ya está fichado por esta enfermedad y un 14% las posee. A los 15 años, el 35% de los adolescentes de clase alta padece o ha padecido caries.
De la clase baja ni hablar, la mitad están afectados. La enfermedad periodontal y la carencia de prótesis empeoran en los más desfavorecidos. Es decir, si no tienes suficientes euros para gastar en el dentista por una caries, corres el riesgo a perder el diente a mediano plazo.
A mayor educación y renta, mejor es la salud bucodental
En España hay más dentistas de los recomendados por la OMS, uno por cada 1.300 habitantes, cuando el organismo internacional establece que la media sea de uno por cada 3.500 ciudadanos. Pero ni siquiera ese número de profesionales hace que los ciudadanos acudan a ellos. Solo el 46% de los españoles va anualmente, como recomiendan los especialistas, y eso es algo que también tiene que ver con el dinero.
Los más pudientes acuden más, el 60%, frente al 35% de los más pobres, revela la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. El dentista supone una carga económica pesada para uno de cada cuatro hogares, y se agrava entre los que tienen menos renta. Para el 28,9% de los pobres el gasto en dentista no es asumible, así que no van, ya que no supone un riesgo de vida. Será incluido en las estadísticas de los desdentados. La Seguridad Social ofrece la extracción gratis, previa cita, que puede significar esperar hasta más de un mes con un dolor de muela.
Aunque el aspecto económico no es la razón fundamental para no ir, el principal motivo es la sensación de que no necesitan hacerse nada. Si no hay dolor, no hay gasto que valga. Aquí entra el tema de la ignorancia sobre el tema de la salud bucal. Se necesita mucha labor educativa para explicar la importancia de las revisiones anuales para diagnosticar problemas ocultos y prevenir futuras dolencias o enfermedades bucales.
La solución está incluida en la agenda política, pero…
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, aseguró que el Gobierno está trabajando para poner en marcha uno de los puntos del acuerdo de la coalición: incluir progresivamente la atención a la Salud Bucodental entre las prestaciones que cubre la sanidad pública.
En una respuesta en el Senado a una cuestión sobre los afectados por las quiebras de iDental y Dentix, Garzón señaló que su ministerio está en contacto con las entidades financieras que concedían los préstamos para los tratamientos, porque «hay muchos casos de familias que están endeudados por un servicio que no recibieron».
En el acuerdo del Gobierno de coalición se establece la incorporación progresiva de los servicios de asistencia bucodental al sistema público. Una forma de reforzar la sanidad pública es cumplir el acuerdo de coalición para incorporar estos servicios y corregir así una desigualdad de clase que es real porque la vemos en nuestros barrios y en nuestras familias.
El acuerdo de Gobierno sellado entre el PSOE y Unidas Podemos establece que introducirán progresivamente la Atención a la Salud Bucodental de la población en cartera de servicios del SNS. También se elaborará un plan de Salud Bucodental que establezca las prestaciones a cargo del SNS.
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