La tensión del conflicto Israel-Palestina, que estremece al mundo y ocupa la agenda de los líderes globales, irrumpe con fuerza en el campus de la Universidad de Columbia con una crisis sin precedentes, catalogada de “antisemita extrema” y que ha obligado al presidente Joe Biden a pronunciarse sobre esas manifestaciones y otras ocurridas en el país.
Previo a la celebración del Pésaj -una importante festividad judía que comenzó este lunes por la noche- los ánimos se caldearon aún más entre estudiantes propalestinos y estudiantes judíos. Las autoridades universitarias decidieron cerrar los edificios para evitar desencuentros violentos, mientras las protestas continúan en las afueras de sus instalaciones.
Un centenar de estudiantes, que invadió zonas verdes del campus de esa universidad, en Nueva York, durante una protesta pro-Palestina, fue detenido el jueves por la policía. Un día después de que su rectora, Minouche Nemat Shafik, interviniera ante el Congreso de Estados Unidos para defenderse de acusaciones de antisemitismo.
«Los oficiales de policía intervinieron para garantizar la seguridad del campus, de los estudiantes y del personal. Procedieron a más de 100 arrestos y se aseguraron de que no hubiera violencia ni heridos», informó entonces el alcalde de Nueva York, Eric Adams.
En su protesta contra la guerra en Gaza, los grupos estudiantiles exigían que la Universidad de Columbia, que tiene un programa de intercambio con Tel Aviv, boicoteara todas las actividades relacionadas con Israel.
Los arrestos por «intrusión» y el retiro de decenas de tiendas de campaña del césped del campus atrajeron a decenas de manifestantes más en su apoyo. Shafik, pidió la intervención de la policía al afirmar que los grupos estudiantiles habían «violado una larga lista de reglas» de seguridad.
Fuertes protestas en la Universidad Columbia
Desde el comienzo del conflicto el 7 de octubre de 2023, la bancada republicana ha acusado a rectores de prestigiosas universidades estadounidenses de no hacer lo suficiente para combatir el antisemitismo, a raíz de manifestaciones estudiantiles pro-Palestina.
En su comparecencia ante el Congreso de EE UU, Shafik asistió para defender a su universidad ante acusaciones de antisemitismo.
«El antisemitismo no tiene cabida en nuestro campus y me comprometo personalmente a hacer todo lo posible para combatirlo», respondió a congresistas. «Columbia se esfuerza por ser un lugar libre de odio y discriminación, en todas sus formas, y condenamos el antisemitismo que se ha vuelto tan omnipresente», agregó la rectora.
Durante más de tres horas, Shafik y otros líderes de Columbia intentaron apaciguar a los legisladores republicanos. Reconocieron que no habían estado preparados para las tensiones de los últimos meses y prometiendo nuevas medidas represivas. Y aunque sus respuestas parecieron complacer a muchos congresantes, provocaron malestar en el campus.
Los manifestantes habían construido un campamento en las horas previas al testimonio de la rectora. Menos de 24 horas después de que se suspendiera la audiencia, la policía de la ciudad de Nueva York con equipo antidisturbios entró al campus privado a petición de Shafik y los líderes de Columbia. La policía irrumpió en el campamento para arrestar a los manifestantes desafiantes y desmantelar la manifestación, que pedía a la universidad que eliminara sus vínculos financieros con Israel.
Mucha gente acogió con agrado la decisión de llamar a la policía y dijo que la rectora estaba en su poder para acabar con las protestas no autorizadas en propiedad privada, recogió The New York Times.
Se desbordan las manifestaciones antisemitas
Pero la intervención de la policía provocó nuevas protestas de estudiantes, profesores, grupos de libertad de expresión y críticos de Israel. Argumentaron que era contraproducente clausurar una protesta pacífica, particularmente en un campus que se supone es un centro de ideas.
La Universidad de Columbia no puede controlar lo que sucede fuera de su propiedad y estas protestas han atraído mucha atención después de los arrestos. El sábado por la noche, las redes sociales se estaban llenando de informes de acoso antisemita.
La sección de Columbia de Jabad, un movimiento judío ortodoxo internacional, indicó que los manifestantes atacaron a los estudiantes judíos con malas palabras cuando salían del campus.
La Casa Blanca condenó los episodios de protesta antisemita. Un portavoz, Andrew Bates, dijo que “los llamados a la violencia y la intimidación física contra los estudiantes judíos y la comunidad judía son descaradamente antisemitas, desmesurados y peligrosos”. El alcalde Adams también condenó los episodios y señaló que el departamento de policía había aumentado su presencia cerca del campus de Columbia.
Elie Buechler, un rabino ortodoxo que trabaja en Columbia, comentó que los agentes de policía del campus y de la ciudad no habían garantizado la seguridad de los estudiantes judíos «ante el antisemitismo y la anarquía extremos». Y sugirió que los estudiantes regresaran a casa «hasta que la realidad dentro y alrededor del campus ha mejorado dramáticamente”.
Esa opinión no fue compartida universalmente. Hillel, la organización de estudiantes judíos en el campus, pidió mayor seguridad y dijo que no estaba instando a los estudiantes judíos a irse.
Muchos de los aproximadamente 5.000 estudiantes judíos de Columbia están fuera durante parte de esta semana debido a Pésaj.
Biden pide cese a la violencia contra los judíos
Algunos activistas en el campus dijeron durante el fin de semana que los agitadores externos eran responsables de los episodios antisemitas y se distanciaron de los agitadores. “Hay tantos jóvenes judíos que son una parte vital” de las protestas, dijo Grant Miner, un estudiante hebreo de posgrado en Columbia que pertenece a una coalición de estudiantes que pide a Columbia que se deshaga de empresas conectadas con Israel.
Joe Biden advirtió sobre un “alarmante aumento de antisemitismo” en el país. En una declaración vinculada a festividad judía de Pésaj. Pero con clara referencia a las intensas protestas estudiantiles en la Universidad de Columbia. “El silencio es complicidad”, sostuvo el presidente.
“Incluso en los últimos días hemos visto acoso y llamados a la violencia contra los judíos. Este antisemitismo flagrante es reprensible y peligroso”, resaltó. “Y no tiene absolutamente ningún lugar en los campus universitarios ni en ningún lugar de nuestro país”.
Su opinión se produjo pocas horas después de la declaración de la Casa Blanca condenatoria de los actos de “intimidación física contra estudiantes judíos y la comunidad judía” en el campus de Columbia.
La policía también arrestó a manifestantes propalestinos en la Universidad de Yale este lunes. Más de 45 manifestantes, entre ellos estudiantes, fueron detenidos según Yale Daily News, el periódico de la universidad.
Los estudiantes han estado en huelga de hambre y los manifestantes exigen que las universidades respalden un alto el fuego en Gaza y que sus instituciones se deshagan de empresas con vínculos con Israel.
En Estados Unidos se han registrado diversas manifestaciones a favor de Palestina en las últimas semanas. Algunos bloquearon caminos en Illinois, California, Nueva York y la región noroeste del país. Suspendieron temporalmente el acceso a los puentes Golden Gate y Brooklyn.