Una vacuna experimental ARNm, desarrollada por investigadores de la Universidad de Florida y probada por primera vez en humanos, en cuatro pacientes adultos, fue capaz de reprogramar el sistema inmunitario para atacar un glioblastoma, un cáncer cerebral agresivo y letal.
El cáncer es uno de los desafíos más largos y cuesta arriba de la ciencia. Las investigaciones realizadas en más de 130 años no han encontrado un tratamiento totalmente eficaz. Mientras, sigue la pérdida de vida y los sufrimientos que ocasiona. Los fracasos iniciales permitieron mejoras que hoy contribuyen a abordar la enfermedad con importantes adelantos, pero sin vacunas.
El novedoso empleo del ARNm durante la pandemia de la COVID-19 que, para muchos fue milagroso y para otros un factor de perturbación, arroja unos primeros resultados prometedores contra el cáncer. El ARN mensajero tiene la información genética que se necesita para elaborar las proteínas y lleva esta información desde el ADN en el núcleo de la célula al citoplasma, donde se elaboran las proteínas.
En la primera fase de los ensayos se exploró con diez pacientes caninos que padecían tumores cerebrales naturales y no tenían otras opciones de tratamiento. Los dueños aprobaron su participación. Asimismo en modelos preclínicos en ratones. Los resultados fueron favorecedores e inspiradores para seguir adelante.
Vacuna personalizada
El estudio, publicado en la revista Cell, representa una posible forma de que el sistema inmunológico actúe para combatir cánceres notoriamente resistentes a los tratamientos. Mediante una iteración de la tecnología de ARNm y nanopartículas lipídicas, similar a las vacunas COVID-19. Y dos diferencias clave: el uso de las células tumorales del propio paciente para crear una vacuna personalizada y un complejo mecanismo de administración de nueva ingeniería dentro de la vacuna.
Camino hacia una vacuna contra el cáncer cerebral
Los tumores cerebrales representan entre el 85% y el 90% de todos los tumores primarios del sistema nervioso central. La vacuna es una gran esperanza. Se estima que 308.102 personas en el mundo fueron diagnosticadas con cáncer cerebral primario o un tumor de la médula espinal en 2020. Los tumores cerebrales malignos más frecuentes son el glioblastoma, astrocitoma grado 3 y el linfoma. Los benignos son el meningioma y el adenoma hipofisiario.
El glioblastoma se encuentra entre los cánceres más devastadores, con una media de supervivencia de 15 meses. El estándar de atención actual implica cirugía, radiación y alguna combinación de quimioterapia.
El autor principal del estudio, Elias Sayour, oncólogo pediátrico de UF Health, dijo que en lugar de inyectar partículas individuales, se inyectan grupos de partículas que se envuelven entre sí como cebollas. «En el contexto del cáncer, estos grupos alertan al sistema inmunológico de una manera más profunda que lo que lo harían las partículas individuales», añadió
El oncólogo pediátrico de UF Health, Elias Sayour, MD, PhD, recibió una subvención de 2,5 millones de dólares de la fundación contra el cáncer pediátrico CureSearch for Children’s Cancer para realizar el primer ensayo clínico en humanos para probar una nueva forma de inmunoterapia para tratar la mayoría de los casos. Formas agresivas de tumores cerebrales malignos.
Uno de los hallazgos más impresionantes es la rapidez con la que el nuevo método, administrado por vía intravenosa, estimuló una vigorosa respuesta del sistema inmunológico para rechazar el tumor.
Respuesta positiva y rápida
Sayour, también investigador del Laboratorio de Ingeniería de ARN dentro del Centro Preston A. Wells Jr. para Terapia de Tumores Cerebrales de la UF, contó que en menos de 48 horas tumores pasan de una baja respuesta inmunitaria a una respuesta inmunitaria muy activa. «Fue muy sorprendente la rapidez con que sucedió», afirmó.
La nueva publicación es la culminación de resultados traslacionales prometedores a lo largo de siete años de estudios. Comenzando en modelos preclínicos de ratones y luego en perros, que ofrecen un modelo natural para el glioma maligno. Es la única otra especie que desarrolla tumores cerebrales espontáneos con cierta frecuencia, dijo Sheila Carrera-Justiz, neuróloga veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UF.
Después de tratar a perros que habían desarrollado cáncer cerebral espontáneamente con una vacuna de ARNm personalizada, el equipo avanzó a otros ensayos. En una cohorte de cuatro pacientes, se extrajo material genético ARN del tumor extirpado quirúrgicamente de cada paciente. Luego se amplificó el ARNm (el modelo de lo que hay dentro de cada célula, incluidas las células tumorales) y se envolvió en el nuevo diseño.
Fue envasado mediante alta tecnología de nanopartículas lipídicas biocompatibles para hacer que las células tumorales “parezcan” un virus peligroso cuando se reinyectan en el torrente sanguíneo y provocan una respuesta del sistema inmunológico. La vacuna se personalizó para cada paciente con el objetivo de aprovechar al máximo su sistema inmunológico único.
La COVID-19, ¿un desvío o un pretexto científico?
«Las vacunas y terapias de ARNm son un debate candente desde la pandemia de la COVID-19. Pero esta es una forma novedosa y única de administrar el ARNm para generar estas respuestas inmunes rápidas y realmente significativas en animales y humanos», señaló Duane Mitchell, MD, PhD y director del Programa de Inmunoterapia de Tumores Cerebrales de la UF.
Sheila Carrera-Justiz, DVM, neuróloga veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UF que colabora con Sayour en los ensayos clínicos, dijo que los gliomas en perros son universalmente terminales. «No existe un tratamiento definitivo en los caninos. Demostramos en perros que esta vacuna es segura y eficaz. No duele. Estimula el sistema inmunológico y vivieron más de lo esperado”.
Katalin Karikó y Drew Weissman son Premio Nobel de Medicina 2023, por sus descubrimientos sobre las modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARN mensajero eficaces contra la COVID-19. La doctora Karikó pronosticó que posiblemente se tendría una vacuna contra el cáncer para 2030. No tenían en mente desarrollar una vacuna contra la neumonía, menos una vacuna contra una nueva y extraña neumonía como la del coronavirus que asoló a la humanidad desde 2020. Pero su invento, consistente en meter ARNm en bolitas de grasa que el organismo no destruía, funcionó para decir poco a poco adiós a la pandemia.
Resultados muy prometedores
En realidad, pensaban en terapias contra el cáncer. Drew Weissman es fundador del laboratorio Moderna, acaba de presentar resultados de ensayos para una vacuna de ARNm contra el cáncer. Las conclusiones preliminares reflejan que la vacuna logra reducir el riesgo de reaparición del cáncer melanoma y de la muerte en un 44%. Siempre en combinación con el tratamiento de inmunoterapia. “Es algo totalmente prometedor”, señala Ignacio Melero, investigador y oncólogo en la Clínica Universidad de Navarra, en una reseña de Newtral España.
Los esposos Sahin y Tureci cofundaron BioNTech en 2008, explorando tecnologías que involucran ARN mensajero para tratar el cáncer. Cuando se produjo la pandemia, se asociaron con Pfizer para utilizar el mismo enfoque y crear una vacuna contra el coronavirus. El laboratorio anunció en 2022 que una vacuna contra el cáncer estaría lista posiblemente antes de 2030.