Si ocurriera una supertormenta solar dirigida a la Tierra podría provocar un «apocalipsis mundial de Internet» que duraría varios meses, advierte una investigación de Sangeetha Abdu Jyothi, profesor asistente de la Universidad de California, en Irvine.
Titulada Supertormentas solares: planificación para un apocalipsis en Internet, la investigación fue presentada en la conferencia anual de la Asociación de Maquinaria de Computación para su Grupo de Interés Especial sobre Comunicación de Datos. «Una poderosa supertormenta solar es uno de los mayores peligros que enfrenta Internet con potencial de impacto global», escribió Jyothi en el artículo que aún no ha aparecido en una revista revisada por pares.
“Aunque los seres humanos están protegidos por el campo magnético y la atmósfera de la Tierra, las tormentas solares pueden causar daños importantes a las infraestructuras. En general, la comunidad científica es consciente de la amenaza y la industria ha mantenido esfuerzos en el modelado y en las medidas de precaución que se aplican, particularmente en el contexto de las redes eléctricas. Sin embargo, la comunidad de redes, de Internet, pasó por alto ese grave riesgo en el diseño de la topología de los sistemas distribuidos geográficamente, como el DNS y los centros de datos.
Mil millones de toneladas de plasma y partículas magnetizadas rumbo a la Tierra
Una tormenta solar, también conocida como eyección de masa coronal, ocurre cuando una gran masa de plasma y partículas altamente magnetizadas se expulsan violentamente del Sol. Las grandes eyecciones pueden contener hasta mil millones de toneladas de materia y pueden acelerarse a grandes fracciones de la velocidad de la luz.
Cuando la tierra está en el camino de una eyección de masa coronal, las partículas solares magnetizadas y cargadas interactúan con el campo magnético de la tierra y producen corrientes inducidas geomagnéticamente que pueden interrumpir los satélites de comunicación y los cables de larga distancia que proporcionan Internet al mundo.
La investigación de Jyothi indica que las redes eléctricas, los oleoductos y gasoductos y los cables de red son los más vulnerables a los impactos de las eyecciones. Sin embargo, distinto de lo que se podría suponer, los cables submarinos, que abarcan cientos o miles de kilómetros, son mucho más vulnerables que los cables terrestres debido a su mayor longitud.
Debido a la falta de datos reales sobre los impactos de la corriente inducida geomagnéticamente en los cables submarinos, los científicos desconocen cuánto tiempo tomaría repararlos. Al igual que los desastres naturales como los terremotos, las tormentas solares son extremadamente difíciles de predecir.
La investigación señala que «la distribución de la infraestructura de Internet está sesgada en comparación con la distribución de sus usuarios», y los climas de alta latitud corren mayor riesgo si ocurriera una tormenta solar.
Estados Unidos podría perder su conexión con el resto del mundo
Estados Unidos es uno de los lugares más vulnerables. El riesgo de desconexión de Europa durante eventos solares extremos es sumamente alto. Las conexiones intracontinentales en Europa tienen un riesgo menor debido a la presencia de una gran cantidad de cables terrestres y submarinos más cortos que interconectan el continente.
Mientras tanto, si ocurriera una supertormenta solar severa, Singapur mantendría una buena conectividad con los países vecinos, mientras que las ciudades de China tendrían más probabilidades de perder conectividad que la India. China se conecta a cables mucho más largos.
Australia, Nueva Zelanda y otros países de la región correrían un alto riesgo de perder la mayoría de sus conexiones de larga distancia.
La investigación advierte que un colapso de Internet, incluso uno que dure unos pocos minutos, causaría pérdidas devastadoras a los proveedores de servicios y dañaría los sistemas ciberfísicos. Calculan que el impacto económico de una interrupción de Internet que dure un día sería de más de 7.000 millones de dólares solo en Estados Unidos.
Si bien una supertormenta solar impacte la Tierra es rara, y los astrofísicos señalan que la probabilidad de que ocurran eventos climáticos espaciales extremos está entre el 1,6 y el 12% por década, aún pueden suceder.
Nueva York sin teléfono y Quebec sin electricidad
En 1921, una tormenta solar, impulsada por una serie de eyecciones de masa coronal, provocó cortes de energía extensos y causó daños a los sistemas telefónicos y telegráficos asociados con los sistemas ferroviarios en la ciudad de Nueva York y en todo el estado. Más tarde, en 1989, una tormenta solar causó un apagón eléctrico en toda la provincia de Quebec, Canadá.
“Tenemos naves espaciales centinela que pueden emitir advertencias tempranas de eyecciones de masa y proporcionar hasta 13 horas para reaccionar. Sin embargo, las defensas son limitadas. Necesitamos preparar la infraestructura para que en una eventual catástrofe la gestión de desastres sea eficiente”, dijo Jyothi.
Para evitar fallas a gran escala, la investigación recomienda que se aumente la capacidad en latitudes más bajas para mejorar la resiliencia durante las tormentas solares. Tambien aconseja tener mecanismos para aislar eléctricamente los cables que se conectan a latitudes más altas del resto en los puntos de conexión de los cables submarinos
Con información de Katabella Roberts de The Epoch Times