La pandemia del coronavirus nadie la estaba esperando, fue una sorpresa en el mundo entero. Nunca imaginamos que podríamos pasar por algo semejante precisamente en momentos en que la ciencia está tan avanzada. Sin embargo surgió, el nuevo coronavirus lleva más de un año dejando víctimas en todo el planeta, en la salud, en la economía y en la sociedad humana en general. Sin embargo, sin haber terminado la pesadilla y sin haber alcanzado la inmunidad a través de las vacunas desarrolladas, los científicos temen la aparición de otro nuevo virus, y la cercanía de otra pandemia..
Varios expertos han advertido sobre la posibilidad nuevas enfermedades. Tiene que ver con la pérdida de biodiversidad, con la desaparición de especies por la destrucción de sistemas ecológicos. El médico que descubrió el virus del Ébola en 1976, el doctor Dadin Bonkole, declaró que todos deberíamos tener miedo a que aparezcan nuevas enfermedades. «El Ébola era desconocido y el COVID-19 también, puede haber muchas más”, asegura.
El profesor Jean-Jacques Muyembe Tamfum, que también participó en el descubrimiento del Ébola, advierte que surgirán nuevos patógenos que constituyen una grave amenaza para la humanidad. «Incluso, lo que viene podría ser más apocalíptico que la COVID-19», dijo.
La enfermedad X
En el centro médico de Ingende, en la República Democrática del Congo, donde trabaja el profesor Muyembe Tamfum, reciben a diario casos similares al Ébola, pero que no son la enfermedad. «Se parecen mucho al Ébola, pero cuando hacemos las pruebas son negativos. Tenemos que hacer exámenes adicionales. «En este momento hay un par de casos sospechosos”, dijo el jefe de servicios médicos en Ingende, Christian Bompalanga.
Los expertos se mantienen alertas y toman todas las precauciones por la posible aparición del paciente cero de la «Enfermedad X».
La «Enfermedad X», como la llaman los investigadores, es una teoría. Desde 2015, la OMS utiliza esta designación para una enfermedad que podría causar una pandemia debido a un patógeno actualmente desconocido para causar enfermedades humanas. La enfermedad X del año pasado ahora tiene nombre: COVID-19. Sin embargo, la próxima entidad desconocida y sin nombre puede que esté al acecho.
Enfermedades zoonóticas
Los profesionales de la salud también alertan sobre la multiplicación de las enfermedades zoonóticas. Las que saltan de los animales a los humanos y han causado pandemias y epidemias con anterioridad. La fiebre amarilla, la rabia o la brucelosis.
Las personas con infecciones zoonóticas pueden enfermarse mucho, mientras que otras no tienen síntomas y no se enferman jamás. Otras personas pueden tener síntomas como diarrea, dolor muscular y fiebre.
Desde la primera enfermedad zoonótica, que fue la fiebre amarilla en 1901, los científicos han encontrado al menos otros 200 virus que causan enfermedades en las personas. Una investigación del profesor de epidemiología en la Universidad de Edimburgo, Mark Woolhouse, “se descubren nuevas especies de virus a un ritmo de tres a cuatro por año”. La mayoría proceden del mundo animal.
Aún no se sabe cómo surgió el coronavirus, ni siquiera el Ébola, pero los científicos creen que las enfermedades zoonóticas como estas llegan a los humanos cuando se sacrifica a los animales salvajes para venderlos como comida en los mercados. La ONU calcula que cada año se extraen de la cuenca del río Congo hasta 5 millones de toneladas de carne de animales silvestres.
Un nuevo coronavirus
En 2017, Woolhouse, junto con un grupo de colegas cercanos, solicitó ante la Organización Mundial de la Salud la inclusión de la «enfermedad X» en su lista de prioridades. Para el destacado científico, esta enfermedad desconocida podría ser catalogada como «un nuevo coronavirus» relacionado con el MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio) o el SARS (síndrome respiratorio agudo severo).
Woolhouse y su equipo se encuentran trabajando y estudiando constantemente los nuevos virus. Aunque no está seguro de que «se esté pensando mucho sobre la próxima amenaza», el mundo está concentrado en cómo vencer la que tiene.
Hace días, el empresario multimillonario Bill Gates también anticipó la llegada de una nueva pandemia e instó a la población a prepararse «como si se tratara de una guerra». Y, al igual que Woolhouse, remarcó la necesidad de crear «un sistema de alerta global», que permita que las epidemias se detecten y se ataquen rápidamente.
Hay que invertir en salud y preservar los hábitats
Por la desaparición de sus hábitats naturales, los animales como ratas, murciélagos e insectos intentan sobrevivir cada día junto a los seres humanos y con frecuencia transmiten nuevas enfermedades.
Naciones Unidas ha advertido que si continúan las tendencias actuales de deforestación y crecimiento de la población, es posible que la selva tropical húmeda haya desaparecido por completo para fines de siglo. Mientras eso sucede, los animales y los virus que portan pasarán a las personas de formas nuevas y a menudo desastrosas.
Un grupo multidisciplinario de científicos de Estados Unidos, China, Kenia y Brasil ha calculado que una inversión global de 30.000 millones de dólares al año en proyectos para proteger las selvas tropicales, detener el comercio de vida silvestre y la agricultura sería suficiente para prevenir futuras pandemias.
Aunque este monto puede parecer demasiado, los científicos argumentan que la inversión se amortizaría rápidamente. La pandemia del coronavirus le costará a Estados Unidos solamente un estimado 16 billones de dólares durante los próximos 10 años, según los economistas de Harvard David Cutler y Larry Summers.
Aún estamos a tiempo. La COVID-19 fue solo otra muestra de algo que viene pasando desde hace mucho tiempo. Una vez que un nuevo virus comience a circular entre los humanos, las consecuencias podrían ser aún más devastadoras, letales.
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