Por Cambio16
31/08/2017
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Una planta química en la localidad de Crosby, cerca de Houston (Texas, EEUU) explotó después de las inundaciones del huracán Harvey, que fue degradado a una tormenta tropical, y luego a la depresión tropical.
Hasta dos explosiones ha sido reportadas en la planta química de la compañía Arkema, tras las fuertes inundaciones provocadas por el paso del huracán Harvey. Unas diez personas han sido hospitalizadas por inhalación de humos tóxicos, informa el departamento policial del condado de Harris.
«El Centro de Operaciones de Emergencias del condado de Harris ha notificado sobre dos explosiones y columnas de humo negro procedente de la planta», escribió la compañía Arkema en un comunicado, advirtiendo posteriormente acerca de una posible nueva explosión.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EEUU (FEMA, por sus siglas en inglés) ha especificado que los humos expedidos a causa del incidente son «increíblemente peligrosos». La agencia gubernamental agregó que los oficiales tratan todavía de evaluar los riesgos, según informa Reuters.
La francesa Arkema, propietaria de la planta, confirmó en un comunicado que a las 2 de la mañana hora local (31 de agosto) notificó a las autoridades dos explosiones y humo negro procedentes de la instalación.
Arkema dijo que las autoridades locales ya habían evacuado la zona circundante de 1,5 millas y ya había evacuado a sus 57 trabajadores.
La planta explotó cuando la inundación mató su suministro de electricidad para el generado de refrigeración. Algunos de los productos de la planta, entre los que se encuentran peróxidos orgánicos, son extremadamente inflamables y queman si no se almacenan a baja temperatura. Esta es la razón por la que, en ausencia de los métodos de enfriamiento, la situación condujo a una explosión reacción química.
Peligro y más tragedia
Arkema confirmó en la declaración que, de acuerdo con los funcionarios públicos, «el mejor curso de acción es dejar que el fuego se queme».
Sin embargo advirtió que los productos extremadamente inflamables se almacenan en «múltiples ubicaciones» y otras explosiones podrían suceder.
La empresa pidió a la gente que «no regrese al área dentro de la zona de evacuación hasta que las autoridades locales de respuesta a emergencias anuncien que es seguro hacerlo».
Harvey ha llevado a la evacuación masiva de las áreas afectadas, ha matado al menos a 30 personas, ha destruido alrededor de 50.000 hogares y ha llevado a las autoridades a imponer un toque de queda debido a saqueos en hogares y robos a mano armada. Además de las consecuencias humanas, Harvey también está causando una catástrofe en varias industrias, con una gran parte de las refinerías de petróleo estadounidenses cerrándose en medio de inundaciones, lo que representa 2,2 millones de barriles de capacidad ociosos cada día.
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