Hasta el próximo mes de marzo, los países miembros de la OTAN realizarán importantes maniobras militares al norte de Noruega, el extremo más septentrional del continente europeo.
Dichos ejercicios bélicos, preocupantes para muchos expertos, podrían marcar el inicio de una nueva Guerra Fría, irónicamente, en pleno Ártico.
Cerca de 7.500 soldados estadounidenses se unirán a otro contingente similar de fuerzas de la OTAN para rechazar un supuesto ataque ruso en el norte de Laponia. Allí, Noruega y Rusia comparten unos kilómetros de frontera.
Tal situación contrasta con las palabras del expresidente ruso Mijail Gorbachov hace 32 años, cuando expresó sus deseos de paz para el Ártico.
“De lo que todo el mundo puede estar absolutamente seguro es del profundo e innegable interés de la Unión Soviética en evitar que el norte del planeta, sus regiones polares y subpolares y todos los Países Nórdicos vuelvan a convertirse en un escenario de guerra”.
U.S. Army M2 Bradleys wait to be loaded onto American Roll-On Roll-Off Carrier Endurance for #DEFENDEREurope-20 @FtStewartArmy. Exercise DEFENDER-Europe 20 is the deployment of a division-size combat-credible force from the United States to Europe. pic.twitter.com/RawBVcjWyu
— Defense Logistics (@DLAMIL) February 16, 2020
Trompetas de guerra
A principios de ese marzo, esos 7.500 estadounidenses viajarán a Noruega para sumarse a miles de soldados de otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ellos protagonizarán una gran batalla simulada contra fuerzas “invasoras e imaginarias de Rusia”, algo que recuerda la Guerra Fría.
Y es que desde hace años se viene librando una batalla geoestratégica por el control de los recursos naturales que se esconden bajo el hielo del Ártico.
Estos ejercicios de la OTAN, un enfrentamiento, simulado y de corte futurista, ya se conoce con el nombre de Exercise Cold Response 2020 (Ejercicio Respuesta Fría).
Estas maniobras militares serán una especie de secuela de la operación Defender Europe 2020, que se realizan desde este 12 febrero, con más de 37.000 efectivos militares en prácticas, 20.000 de ellos norteamericanos.
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U.S. Marines are rolling in with the gear for Exercise Cold Response. Coming Soon. March 2020. pic.twitter.com/qBhPyQk0vJ— U.S. Marine Corps Forces Europe & Africa (@USMCFEA) February 14, 2020
Maniobras militares al frío
Al igual que en Defender Europe, las fuerzas aliadas realizarán maniobras militares multinacionales con un escenario de combate de alta intensidad en condiciones invernales exigentes.
A primera vista, esta maniobra puede parecerse a cualquier otro ejercicio de entrenamiento que haya realizado la OTAN, pero si uno se para a mirar con detalle se da cuenta de que Cold Response 2020 no tiene nada de ordinario.
Para empezar, se está organizando por encima del Círculo Polar Ártico, lejos de cualquier campo de batalla tradicional de la Alianza Atlántica, lo que eleva a un nuevo nivel la posibilidad de que se produzca un conflicto a gran escala entre las dos principales superpotencias nucleares a nivel mundial.
Tal escenario puede dirigir al planeta a ser testigo de la temida y esperada Tercera Guerra Mundial, conforme sugiere un artículo de reciente publicación en el portal de The Nation.
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Marines training in the frigid cold. 15,000 participants. 9 nations. Cold Response. Coming Soon. March 2020.@usmcfea @Forsvaret_no @NorwayNATO#Norway #Norge #Arctic #RoyalMarines #Commando #ArcticReady #JoinTheJourney #NATO #FutureCommandoForce #WeAreNATO pic.twitter.com/Q42WehroLd— Commando Operations (@Commando_Ops) February 18, 2020
Vuelta al pasado
Para los efectivos que participan las maniobras no es obvio el de que se desencadene una guerra atómica. En la segunda mitad del siglo XX, Occidente considero el Ártico como un área estratégica importante y construyó bases militares en la región con el objetivo de interceptar los bombarderos soviéticos y los misiles que cruzaran el Polo Norte en su camino hacia América del Norte. Sin embargo, después de que la Unión Soviética se desmoronó en 1991, muchas de esas bases fueron abandonadas.
Ahora, con la búsqueda de Rusia de material estratégico muchas de esas bases han recuperado sus actividades militares de antaño y otras tantas que se han establecido en la zona ártica para albergar un mayor arsenal para contrarrestar a sus rivales y mantenerlos a raya.
Una vez más, el Ártico está siendo considerado como un posible sitio de conflicto con Rusia. Las fuerzas de los Estados Unidos son preparadas con esa intención.
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