Alrededor de 34 millones de niños en el mundo tienen sordera o pérdida auditiva y los genes son responsables de hasta el 60% de los casos. El trabajo de científicos ofrece buenos augurios a estos pequeños pacientes. Una novedosa terapia génica ha proporcionado mejoras sustanciales de audición a niños nacidos con mutaciones que los dejaban sordos.
El trabajo se realizó en la Universidad Fudan (China) por un equipo codirigido por Zheng-Yi Chen, del Massachusetts Eye and Ear Infirmary y la Facultad de Medicina de Harvard. Los expertos trataron a seis niños de 1 a 7 años que sufrían una mutación hereditaria del gen OTOF (otoferlina) que fabrica una proteína importante para transmitir señales del oído al cerebro.
Cinco de los seis niños mostraron una mejora de la audición a lo largo de las 26 semanas del ensayo, con cuatro resultados descritos por los investigadores como «sólidos». Dado que la pérdida de audición es un factor crítico en la adquisición del lenguaje, los investigadores también midieron la percepción del habla -la capacidad de reconocer el sonido como habla- y los cinco mostraron mejoras en este aspecto.
Hasta ahora, las terapias experimentales se dirigen sólo a una rara enfermedad. Pero los científicos dicen que tratamientos similares algún día podrían ayudar a muchos más niños con otros tipos de sordera causada por genes. La sordera hereditaria es la última afección a la que se dirigen los científicos con la terapia génica, que ya está aprobada para tratar enfermedades como la anemia falciforme y la hemofilia grave.
«Esto abre la puerta al desarrollo de otros tratamientos para diferentes tipos de sordera génica», señaló Chen, investigador de los Laboratorios Eaton-Peabody de Mass Eye and Ear. Y profesor de otorrinolaringología, cirugía de cabeza y cuello en la Facultad de Medicina de Harvard.
Terapia innovadora para niños sordos
El investigador comentó que el estudio proporciona una prueba de concepto de que el trabajo anterior en animales de laboratorio se traduce en humanos. “Ahora podemos avanzar rápidamente en humanos. Esto nos ha dado un verdadero impulso de confianza”.
La pérdida de audición afecta a más de 1.500 millones de personas en el mundo, afirmó Zheng-Yi Chen, incluidos unos 34 millones de casos de deterioro génico en niños. Los pacientes en el ensayo presentaban una condición llamada DFNB9, que resultó en sordera total debido a una mutación en el gen OTOF.
Este gen codifica la proteína otoferlina, producida por células en una parte del oído interno con forma de caracol llamada cóclea. En la cóclea, las ondas sonoras se traducen en impulsos eléctricos que las células nerviosas transportan al cerebro, donde se interpretan como sonido. Otoferlin desempeña un papel en la transmisión de pulsos desde las células cocleares a los nervios y, sin él, el sonido se traduce en señales eléctricas pero nunca llega al cerebro.
«Ningún tratamiento puede revertir la pérdida auditiva… Por eso siempre intentamos desarrollar una terapia dirigida a los niños que son sordos por esa condición», señaló Chen de Mass Eye and Ear de Boston, autor principal del estudio publicado en la revista The Lancet. «No podríamos estar más felices o entusiasmados con los resultados».
El equipo capturó el progreso de los pacientes en videos. En uno se muestra a un bebé, que antes no podía oír nada, mirando hacia atrás en respuesta a las palabras de un médico seis semanas después del tratamiento. Otra muestra a una niña 13 semanas después del tratamiento repitiendo «papá», «mamá», «abuela», «hermana» y «te amo».
Audición sorprendente
Todos los niños en los experimentos tienen una condición que representa del 2% al 8% de la sordera hereditaria. La terapia única entrega una copia funcional de ese gen al oído interno durante un procedimiento quirúrgico.
Los investigadores no saben por qué el tratamiento no funcionó en uno de ellos. Pero los otros cinco, que antes padecían limitación auditiva total, ahora pueden oír una conversación normal y hablar con otras personas. Chen estima que ahora escuchan alrededor del 60% al 70% de lo normal. La terapia no causó efectos secundarios importantes en los niños sordos.
Los resultados preliminares de otras investigaciones han sido igualmente positivos. Regeneron Pharmaceuticals de Nueva York anunció en octubre que un niño menor de 2 años mostró mejoras seis semanas después de la terapia génica. El hospital de Filadelfia, uno de los varios sitios en una prueba patrocinada por una subsidiaria de Eli Lilly llamada Akouos, informó que su paciente, Aissam Dam de España, escuchó sonidos por primera vez después de ser tratado en octubre. Ahora puede escuchar la voz de su papá y los autos en la carretera, notificó John Germiller, director de la investigación en Filadelfia.
«Fue una mejora espectacular», comentó el doctor Germiller. “Su audición ha mejorado desde un estado de sordera completa y profunda sin ningún sonido hasta un nivel de pérdida auditiva de leve a moderada, que se puede decir que es una discapacidad leve. Y eso es muy emocionante para nosotros y para todos».
Lawrence Lustig, de la Universidad de Columbia, que participa en el ensayo Regeneron, dijo que aunque los niños sordos en estas terapias no terminan con una audición perfecta, «es bastante sorprendente».
Aún así, añadió, quedan muchas preguntas, como cuánto durarán las terapias y si la audición seguirá mejorando en los niños.
El procedimiento científico
Unas 200.000 personas en el mundo nacen con dos copias defectuosas del gen, lo que las deja sordas. Pero con células ciliadas que potencialmente podrían funcionar si se les proporciona el neurotransmisor.
Los niños recibieron una inyección en la cóclea de dos virus inofensivos, cada uno de los cuales porta una porción de la secuencia de OTOF. Cuando cada virus ingresa a una célula ciliada y entrega su carga, finalmente se produce la proteína completa. El gen completo en sí es tan grande, con 6.000 bases de longitud, que no puede empaquetarse dentro de un único virus adenoasociado (AAV), el llamado vector utilizado en muchas terapias genéticas.
Las distintas empresas adoptan enfoques ligeramente diferentes para diseñar sus AAV y cómo dividen el gen, pero la «estrategia general es bastante similar», advirtió Jeffrey Holt, neurobiólogo e investigador de terapia génica en el Boston Children’s Hospital, que no participó de los estudios. Estos tratamientos de “AAV dual” apenas están entrando en ensayos clínicos, y los resultados pueden ser el primer éxito clínico.